El mundo de los cereales puede ser como un laberinto lleno de trampas que dificultan encontrar una opción realmente saludable. Aunque todos los llamamos “cereales”, no todos los productos disponibles en el mercado son iguales. Escapar de la primera gran trampa, que son los cereales con azúcar añadido (como los de chocolate o miel), es un logro importante para mejorar los hábitos alimentarios.
¿Por qué? Porque el desayuno es una comida que se repite casi todos los días. Si tu hijo está acostumbrado a consumir cereales con azúcar, eliminarlos o sustituirlos por opciones más saludables puede generar un impacto muy positivo en su dieta. Sin embargo, abandonar los cereales azucarados no es el final del camino. El verdadero desafío es optar por cereales de verdad, naturales y sin azúcar añadido.
La mejor opción: cereales caseros
Aunque en los supermercados existen algunas opciones sin azúcares añadidos, lo ideal es preparar los cereales en casa. Así puedes garantizar su composición y evitar ingredientes innecesarios o poco recomendables. Aquí te presentamos cinco alternativas que puedes hacer tú mismo para asegurarte de que los desayunos de los pequeños sean tan saludables como sabrosos.
1. Copos de avena

Los copos de avena son uno de los cereales más versátiles y naturales que puedes utilizar. No necesitan añadidos para ser saludables, y su sabor mejora mucho si se combinan adecuadamente. Puedes cocinarlos como porridge, mezclarlos con yogur o acompañarlos con frutas frescas. Además, son perfectos para añadir fibra y energía al desayuno.
2. Cereales de espelta crujientes

La espelta, un tipo de trigo integral, es una opción excelente para hacer cereales caseros. Puedes hornear pequeñas porciones de masa de espelta hasta que queden crujientes. Si prefieres algo más simple, también puedes buscar harinas de espelta sin procesar y utilizarlas como base para preparaciones.
3. Copos de maíz

Los copos de maíz pueden ser una opción saludable si los preparas en casa a partir de maíz natural o harina de maíz integral. Tostándolos ligeramente al horno, puedes conseguir una textura crujiente sin necesidad de añadir azúcar. Ideales con leche o yogur.
4. Copos de centeno inflados

Los copos de centeno inflados son una alternativa interesante y perfecta para una merienda saludable, y aunque no son crujientes como otros cereales, puedes hacerlos más atractivos añadiéndolos a yogures o combinándolos con frutas. Incluso puedes preparar tus propios cereales inflados con centeno o arroz en casa si cuentas con los utensilios adecuados.
5. Granola casera

La granola comprada suele tener mucho azúcar, pero prepararla en casa es sencillo y mucho más saludable. Mezcla avena con frutos secos, semillas, un toque de canela y, si lo deseas, un endulzante natural como dátiles triturados. Hornéala hasta que quede crujiente y guárdala en un frasco hermético. Así tendrás una opción deliciosa y personalizable para el desayuno o la merienda.
Preparar cereales en casa: un gesto saludable y práctico
Hacer cereales caseros puede parecer laborioso, pero es más sencillo de lo que parece y tiene muchos beneficios. No solo te aseguras de que tus hijos desayunen productos realmente saludables, sino que también puedes personalizar los sabores y las combinaciones para adaptarlos a sus gustos.
Optar por alternativas caseras en lugar de cereales industriales es una forma de garantizar una alimentación más natural, libre de azúcares añadidos y con ingredientes reales. ¡Atrévete a probar estas recetas y transforma los desayunos de los peques!