El verano es para disfrutar, pero también, como padres y madres, hay que extremar precauciones. En ello inciden los expertos en seguridad y pediatría. En este sentido, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha actualizado su guía para familias para evitar ahogamientos y atragantamientos. Resumimos el documento condensando las advertencias, hábitos y consejos más importantes en esta guía rápida.
Con el buen tiempo, las familias pasamos más horas al aire libre y cerca del agua. Pero el verano también es la época del año en la que ciertos riesgos se disparan: desde golpes de calor hasta atragantamientos o ahogamientos. Y no son incidentes menores.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), los accidentes son la principal causa de muerte infantil en España, y muchos se pueden evitar. Los datos son alarmantes: los ahogamientos son la segunda causa de muerte accidental en menores de 14 años en nuestro país. En 2024 se registró un aumento respecto al año anterior, convirtiéndose en el segundo peor dato de la última década. Además, por cada muerte, hay múltiples casos no mortales que requieren hospitalización y pueden dejar secuelas neurológicas.
La AEP alerta de dos picos de riesgo: uno en menores de 4 años (sobre todo en piscinas privadas de agua dulce), y otro en adolescentes (mayoría varones) en ríos, lagos y playas, a menudo en relación con el consumo de alcohol o drogas. Suelen suceder en verano, en fines de semana y entre las 16:00 y las 18:00 horas.
Para ayudar a prevenirlos, la AEP ha publicado una guía con recomendaciones prácticas. Tomando como referencia este documento, ponemos el foco en dos de las más graves: el ahogamiento y el atragantamiento.

Prevenir ahogamientos: no hay sustituto para tus brazos
Si se produce un ahogamiento infantil, la AEP explica en dos pasos cómo reaccionar: llamar al 112 de inmediato y, si el niño o niña no respira, iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) combinando ventilaciones y compresiones torácicas. Ten en cuenta las diferencias entre la RCP para niños y la RCP para bebés.
Advertencias sobre el ahogamiento
Estos son los aspectos clave según la AEP para prevenir ahogamientos en menores:
- Tus brazos son el único sistema efectivo de prevención.
Ni flotadores, ni manguitos, ni colchonetas sustituyen la vigilancia directa. El chaleco salvavidas es el único sistema flotante con eficacia real, pero siempre bajo supervisión constante y a distancia de un brazo.
- No hay cantidad de agua segura.
Un bebé puede ahogarse en solo 2 cm de agua. Nunca se debe dejar a un niño o niña sin supervisión en bañeras, cubos, piscinas hinchables, estanques, pozos, o cualquier recipiente con agua.
- Las vallas deben ser completas y seguras.
Las piscinas deberían estar rodeadas por un cercado de al menos 122 cm de alto, sin huecos de más de 10 cm, y con una puerta con cierre no accesible para niños y niñas. Las lonas deben soportar 100 kg y cubrir toda la superficie.
- Tirarse de pie siempre es más seguro.
Tirarse de cabeza puede provocar lesiones graves en columna y médula, especialmente en lugares donde no se conoce la profundidad del agua.
- Tapar los desagües.
Las piscinas deben contar con rejillas para evitar atrapamientos por succión.
Mitos sobre el ahogamiento
En paralelo, en su guía, la AEP combate estos mitos relacionados con el ahogamiento infantil:
- La bandera roja sí aplica a deportistas.
- Quien se ahoga suele hacerlo en silencio.
- Nunca hay que lanzarse al agua sin preparación: lo primero es pedir ayuda y lanzar un objeto flotante.
- Tampoco hay que poner al niño boca abajo para “sacar el agua”. Si no respira, lo correcto es iniciar maniobras de RCP.
- Y lo que conocemos como “corte de digestión” es en realidad una hidrocución: un choque térmico. Se previene entrando poco a poco en el agua, evitando comidas copiosas y estando atento a signos como mareo o debilidad.

Prevenir atragantamientos: los detalles importan
La asfixia por atragantamiento es una causa frecuente de muerte infantil, especialmente entre los 1 y los 5 años, por su desarrollo motor y deglutorio aún inmaduro. Sucede de forma súbita, cuando un objeto bloquea la vía aérea.
Pautas de actuación ante un atragantamiento
La AEP ofrece pautas muy claras para evitar los atragantamientos en la infancia:
- Frutas y verduras duras
Como zanahoria o manzana cruda, deben ofrecerse cocidas o trituradas. Uvas, tomates cherry, aceitunas o cerezas siempre sin hueso y cortadas en cuartos o tiras. La piña, mejor en trozos muy pequeños.
- Carnes fibrosas o embutidos
Como jamón serrano, salchichas o fuet, deben servirse cortados longitudinalmente o en trozos pequeños, nunca en rodajas.
- Chuches y frutos secos enteros
Como caramelos duros, gominolas, chicles, palomitas o nueces, no son seguros antes de los 3-6 años. Los frutos secos pueden ofrecerse triturados.
- Revisar juguetes nuevos y antiguos.
Comprobar siempre que no tengan piezas pequeñas ni pilas de botón. Canicas, globos, botones, monedas o bolsas de plástico son objetos de riesgo. Los peluches deben tener costuras firmes y relleno seguro.Ten cuidado, además, con los objetos que tienen imanes, como ha advertido un estudio reciente.
- Nada de jugar ni reír mientras comen.
Es una norma básica: en la mesa, atención plena a la comida.
Errores comunes en los atragantamientos
También conviene evitar errores comunes relacionados con el atragantamiento. La AEP advierte de estos en concreto:
- Meter el dedo puede empujar el objeto más adentro.
- Soplar en la cara del niño no tiene base científica.
- Levantarlo por los pies es ineficaz y peligroso.
- Aunque el objeto se expulse, se debe ir al hospital para descartar complicaciones.
Cómo actuar ante un atragantamiento
Estas son las pautas recomendadas por la AEP ante un caso de atragantamiento infantil:
- Si el niño o niña está consciente y tose de forma efectiva, no se debe intervenir.
- Si la tos es ineficaz o hay dificultad para respirar, pedir ayuda, mirar en la boca (sin introducir los dedos) y realizar esta secuencia: 5 golpes en la espalda, 5 compresiones abdominales en mayores de un año o torácicas en menores de un año, y repetir hasta que respire, expulse el objeto o pierda el conocimiento.
- Si está inconsciente, iniciar RCP básica y llamar al 112.

Supervisión constante, prevención informada y saber cómo actuar ante una emergencia. Esas son las claves para que el verano sea, de verdad, seguro.
Referencias
- Asociación Española de Pediatría (AEP). Guía práctica de la AEP para un verano seguro: 5 verdades y 5 mitos sobre ahogamientos, atragantamientos y golpes de calor en la infancia. Comité de Soporte Vital de la AEP, 2024. Disponible en: https://www.aeped.es/comite-soporte-vital