Cuidado con estos imanes presentes en algunos juguetes y objetos cotidianos: estudio alerta sobre un riesgo silencioso para los niños

Un estudio global advierte sobre los graves riesgos de salud que supone la ingestión de imanes en niños pequeños, pese al aumento de las normativas de seguridad.
Los juguetes con piezas pequeñas, como las que contienen imanes potentes, pueden convertirse en un riesgo grave si no se supervisa el juego
Un estudio alerta: cada vez más niños acaban en urgencias por ingerir imanes presentes en juegos y accesorios (Midjourney - RG) - Los juguetes con piezas pequeñas, como las que contienen imanes potentes, pueden convertirse en un riesgo grave si no se supervisa el juego

La seguridad en los juguetes es uno de los aspectos más perseguidos por las inspecciones que los cuerpos de seguridad del Estado, policías municipales y administraciones con dicha competencia. Cada campaña navideña, por ejemplo, se suelen retirar numerosos productos peligrosos para los niños y niños, amenazas que suelen ser invisibles, dentro de juguetes que pueden parecer inofensivos. Una nueva investigación reciente alerta sobre uno de estos peligros que no hacen ruido y, en cambio, puede llevar a urgencias a cientos de niños y niña cada año en todo el mundo: se trata de los pequeños imanes potentes que forman parte de juguetes, juegos de construcción, accesorios escolares o incluso gadgets de escritorio. En apariencia inofensivos, estos objetos pueden ocasionar lesiones intestinales graves si se ingieren, especialmente cuando son más de uno.

Un nuevo estudio publicado en la revista científica Injury Prevention revela una realidad inquietante: la ingestión infantil de imanes sigue aumentando a nivel mundial, a pesar de la existencia de políticas regulatorias en muchos países. La investigación, llevada a cabo por un equipo de la Universidad de California en Davis, analiza 96 estudios realizados entre 2002 y 2024 en 42 países y concluye que el problema está lejos de resolverse.

Lo más alarmante no es solo la cantidad de casos documentados —algunos estudios recogen hasta 23.000 ingresos hospitalarios—, sino las complicaciones médicas que conllevan. Algo parecido, salvando las distancias, a los peligros que conllevan las pilas al alcance de los niños y niñas: desde perforaciones intestinales hasta fístulas o necrosis tisular, muchas veces estas lesiones requieren cirugía urgente. Y lo más frustrante es que son completamente evitables.

Muchos niños juegan con piezas pequeñas sin supervisión, lo que puede derivar en lesiones si contienen imanes
Muchos niños juegan con piezas pequeñas sin supervisión, lo que puede derivar en lesiones si contienen imanes (Midjourney - RG)

En España está muy controlado, pero…

La investigación, liderada por la doctora Javeria Khader, ha recopilado y analizado todos los estudios clínicos publicados sobre ingestión de imanes en menores de 18 años, junto con las normativas de seguridad vigentes en cada país. El objetivo era evaluar el impacto real de las regulaciones existentes frente a la evolución de los casos médicos.

Los datos abarcan publicaciones en inglés y español, con especial atención a los imanes de neodimio, utilizados por su fuerza en algunos juguetes de construcción, esferas magnéticas para aliviar el estrés o incluso kits de ciencia. La mayoría de los casos afectan a menores de 5 años y se producen en casa o en entornos como guarderías o preescolares.

Pese a las restricciones, el estudio muestra que la incidencia no solo no ha disminuido de forma generalizada, sino que en países como Estados Unidos o China se ha disparado tras la relajación o retirada temporal de las medidas de control. En el caso estadounidense, tras el levantamiento de la prohibición en 2016, los casos aumentaron un 444%.

En España, como explica la Escola de Salut del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, “los juguetes que contienen imanes y que cuentan con el sello de calidad y han pasado los controles de calidad y seguridad en principio no entrañan ningún riesgo para la salud del niño, pues existe una regulación que indica que los imanes deben tener una fuerza de atracción limitada - un índice de flujo magnético inferior a 50 kG2 mm2- y además, han tenido que ser sometidos a un test en el que no deben entrar en un cilindro de prueba para partes pequeñas”. Esta es la forma en la que se garantiza que los niños y niñas no puedan tragárselo.

Pero esta regulación no puede impedir al 100% que no se vendan artículos infantiles que la incumplan, de ahí que se vigilen de cerca a través de campañas de vigilancia específicas en comercios que venden este tipo de objetos. Además, desde el hospital barcelonés advierten también que estos imanes no solo están presentes en juguetes. “El problema radica en otro tipo de objetos, a menudo no dirigidos a los más pequeños de la casa, como llaveros, cadenas de imanes, imanes de cocina, etc. que suponen un riesgo para ellos, pues son objetos que no han pasado por los mismos controles de calidad que los juguetes”, advierten desde el Sant Joan de Déu.

Figura 1. Diagrama de flujo PRISMA: Identificación de estudios. Diagrama de flujo que muestra los resultados de las búsquedas bibliográficas y los artículos incluidos o excluidos.
Figura 1. Diagrama de flujo PRISMA: Identificación de estudios. Diagrama de flujo que muestra los resultados de las búsquedas bibliográficas y los artículos incluidos o excluidos.

Cómo actuar para evitar riesgos en casa

El mayor riesgo de estos imanes no es que se traguen, sino que se traguen varios. Mientras un imán suelto suele pasar por el tracto digestivo sin problema, dos o más pueden atraerse a través de las paredes intestinales, estrangulando el tejido y generando lesiones muy graves. Lo peor es que muchos casos no presentan síntomas específicos, por lo que el diagnóstico puede retrasarse hasta que las consecuencias son críticas.

Esto no significa que debamos vivir con miedo ni eliminar todos los juguetes del hogar. Pero sí conviene revisar estos aspectos:

  • ¿Qué tipo de imanes hay en casa?
  • ¿Están en juguetes claramente etiquetados como seguros para menores de 3 años?
  • ¿Se han desprendido imanes de algún objeto (accesorios, mandos, rompecabezas)?
  • ¿Tu hijo o hija tiene acceso a kits destinados a adultos como las conocidas buckyballs?

Tal y como explican los autores del estudio, y como advierten profesionales de la salud en España como el citado hospital pediátrico Sant Joan de Déu, la mayoría de las lesiones se producen con objetos que no están pensados para niños y niñas, pero que terminan en sus manos sin supervisión.

El estudio subraya que las políticas más eficaces son aquellas que retiran completamente estos imanes del mercado, no solo las que se limitan a etiquetar o advertir. Por ejemplo:

  • Canadá logró reducir notablemente los casos tras su retirada en 2013.
  • Estados Unidos experimentó una caída del 33% en las ingestiones tras su prohibición de 2014, seguida de un repunte al levantarse en 2016.
  • Reino Unido y Australia han empezado a endurecer sus normativas desde 2020, pero aún es pronto para evaluar los efectosip-2024-045545.full (1).
Los juguetes con piezas pequeñas, como las que contienen imanes potentes, pueden convertirse en un riesgo grave si no se supervisa el juego
Los juguetes con piezas pequeñas, como las que contienen imanes potentes, pueden convertirse en un riesgo grave si no se supervisa el juego (Midjourney - RG)

En paralelo, el estudio propone que se establezcan bases de datos accesibles para que hospitales y profesionales de salud puedan notificar estos casos, lo cual permitiría una mejor vigilancia y respuesta pública.

Y aunque no todos los países tienen legislación clara al respecto, los autores insisten: no hay tiempo que perder. Si los productos están disponibles en tiendas o plataformas online, los niños y niñas pueden acceder a ellos. Y si están al alcance, se seguirán produciendo lesiones.

Por ello, y aunque en España está muy vigilada la seguridad de los juguetes, es importante informarse de qué artículos entran en casa, revisando que cumplan las normativas vigentes (sellos correspondientes en el etiquetado). Además, conviene vigilar qué manipulan los más pequeños, supervisar su juego también por seguridad.

Y, por supuesto, si corresponde, exigir a fabricantes y autoridades políticas normas más ambiciosas que prioricen la seguridad infantil por encima de intereses comerciales. Algo que ya se está intentando hacer con los juguetes con sustancias peligrosas.

¿Qué hace tan especiales a los imanes de neodimio?

Los imanes de neodimio son los más potentes del mundo. A pesar de su pequeño tamaño, pueden levantar objetos cientos de veces más pesados que ellos mismos. Esta capacidad no es magia: se debe a su composición y a la forma en que se fabrican.

Están hechos de una aleación de tres elementos: neodimiohierro y boro. El neodimio es un metal de tierras raras, un grupo de elementos que tienen propiedades magnéticas inusuales. Combinado con hierro y boro, da lugar a un material con una estructura microscópica muy ordenada, que favorece que todos los pequeños imanes internos (los llamados dipolos) apunten en la misma dirección. Eso es lo que crea un campo magnético tan fuerte.

Además, estos imanes se fabrican mediante un proceso llamado sinterización: el polvo de los metales se prensa y se calienta hasta que se une sin llegar a fundirse. Este método da como resultado un material compacto y muy resistente... aunque no tanto como parece. Curiosamente, aunque son súper potentes, los imanes de neodimio son también bastante frágiles: si caen al suelo o se golpean, pueden partirse en pedazos afilados.

Por eso, aunque su fuerza es útil en muchas aplicaciones (como motores eléctricos, discos duros o incluso juguetes científicos), su uso en objetos accesibles para niños requiere precaución extrema.

Referencias

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