El yoga y otras técnicas de meditación son disciplinas que cada vez practican más personas adultas en España. Pero se habla poco de su relación con la infancia. En esta pieza, expone su opinión al respecto la profesora certificada de yoga Elena Ferraris.
Es verdad que el confinamiento supuso un pequeño boom del yoga infantil, con la explosión de todos aquellos canales de yoga en familia, pero aquello quedó atrás en el tiempo. También es cierto que muchos centros educativos, especialmente en educación infantil, incluyen en sus rutinas diarias un ratito para la meditación y la relajación de los peques, ya sea con ejercicios de yoga o disciplinas novedosas como la biodanza.
De algunas de estas posturas te hemos hablado en particular en distintas piezas. Por ejemplo, de la postura de yoga para niños saludo al sol y de la postura del árbol para niños.

Pero, en líneas generales, el yoga se sigue viendo en España como una actividad para adultos. De hecho, los pocos padres y madres que se plantean introducir a sus hijos e hijas pequeños en el mundo del yoga se preguntan a menudo si es bueno apuntarles.
Lo mejor en estos casos es dejar que hablen las voces expertas. Lo hace, a continuación, Elena Ferraris, fundadora del centro de yoga que lleva su nombre y profesora certificada de varias modalidades de yoga.

¿Es bueno apuntar a yoga a los niños pequeños?
Está fuera de toda duda la importancia del ejercicio físico y una alimentación sana en los niños, pero ¿es ese deporte el yoga?
Responde a la pregunta la profesora de yoga Elena Ferraris:
“Nuestros hijos se enfrentan todos los días a desafíos emocionales, sociales, físicos… y la práctica regular de yoga –que incluye ejercicios de respiración, la práctica de posturas y ser conscientes de la conexión de las emociones con el cuerpo– les ofrece herramientas para solucionar estos pequeños conflictos.
El yoga ayuda a los niños a ganar autoconfianza, a respetarse a sí mismos y a los demás. En las clases de yoga los pequeños combinan el juego con la concentración, ayudando de esta forma a que se concentren durante el resto del día.

También es útil para reconocer las diferentes emociones que pueden surgir en conflictos y a expresarlos, llevándolos así a un desarrollo positivo. El yoga para niños trabaja la fuerza física, al usar toda la musculatura, y les hace tomar conciencia de su cuerpo.
Además, se centra en el equilibrio y la coordinación, fomentando el equilibrio mental que va unido al físico. La práctica de las posturas les ayuda a ‘limpiar’ la mente y aplicarse en el esfuerzo, lo que contribuye a que se concentren mejor en el colegio”.