Hasta ahora, se desconocía cualquier asociación entre la estatura y la facilidad de parir pero se presumía que, en general, las mujeres pequeñas tienden a tener partos más difíciles que las mujeres altas. Ahora, investigadores europeos ha identificado aspectos físicos del cuerpo humano que parecen facilitar este dilema obstétrico. El estudio sugiere que la forma de la pelvis de la mujer está asociada a la estatura y al tamaño de su cabeza. Concretamente demuestra que las mujeres de cabeza grande o las de pequeña estatura presentan una cavidad pélvica más adaptada para dar a luz a bebés grandes.
Hace entre cuatro y cinco millones de años los homínidos empezaron a caminar erguidos. Como consecuencia, la pelvis de las mujeres se estrechó para garantizar una mejor locomoción al andar. Una vez establecido el movimiento bípedo, el tamaño del cerebro aumentó considerablemente, y con ello el de los bebés al nacer. Esta es la razón que explica la falta de espacio en el canal de parto de los humanos modernos durante el alumbramiento.
Las mujeres no han desarrollado de forma general una pelvis más ancha a lo largo de la evolución. Ante la falta de adaptación, un equipo de investigadores europeos busca conexiones entre el tamaño de la pelvis, la estatura y la dimensión de la cabeza de la mujer.
Mujeres con el canal de parto más adaptado
Los científicos demuestran que la circunferencia de la cabeza, por un lado, y la altura, por otro, no varían de forma independiente: están ligados a la forma de la pelvis. “La mujeres con cabezas grandes, comparadas a las que tienen cabezas pequeñas, poseen un canal de parto adaptado de alguna manera para que los neonatos de grandes cabezas pasen más fácilmente”, asegura Barbara Fischer, investigadora en el departamento de Biociencias de la Universidad de Oslo (Noruega) y autora principal del trabajo.
Para esta bióloga evolutiva, esto tiene mucho sentido porque el tamaño de la cabeza se hereda. “Las mujeres con grandes cabezas tienden a dar a luz a bebés con cabezas grandes”, afirma Fischer, quien señala que esta adaptación contribuye a mejorar el momento del nacimiento. El hueso sacro, situado encima del coxis, es más corto en estas mujeres por lo que deja más espacio en el canal del parto para el bebé.
¿Por qué las mujeres bajas tienen pelvis mejores para dar a luz?

Por otro lado, tanto mujeres como hombres con cabezas más pequeñas tienen una forma de cavidad pélvica más ovalada lo que dificulta el parto. Lo mismo ocurre con las personas altas que tienden a tener una pelvis menos redonda.
En el caso de mujeres de pequeña estatura, el estudio demuestra que estas poseen una pelvis más redonda que la de las altas, que es fruto de una adaptación a una fuerte presión de la selección al nacer. “La cavidad pélvica redonda que hemos descubierto en mujeres pequeñas, que es beneficiosa para dar a luz, también se ha observado en hombres pequeños”, dice Fischer.
Según apunta la experta, tanto la forma de la pelvis, como la estatura y la circunferencia de la cabeza están “genéticamente determinadas”. “Algunas combinaciones de estas características están conectadas genéticamente a través de la evolución, y si son favorables, se repiten en el futuro. Esto es lo que creemos que ha sucedido durante la evolución humana con la pelvis, el tamaño de la cabeza y la estatura”, observa Fischer.
A pesar de haber identificado estos patrones, los investigadores aclaran que el riesgo individual de un parto complicado "depende de varios factores ambientales y genéticos”, concluyen los científicos.
Fuente: Agencia Sinc