Ser Padres

Lactancia: lo que puedo y no puedo hacer

Hay muy pocas cosas que impidan amamantar. Si quieres, puedes.

Una vez que madre e hijo han pillado el truco a la postura, empiezan a surgir las dudas sobre lo que se puede y no se puede hacer mientras se da el pecho y los cuidados que hay que tener para no perjudicar al pequeño. En realidad, hay muy pocas cosas que realmente impidan amamantar.

Hacer deporte, SÍ

No hay ningún problema en hacer deporte durante la lactancia. A algunos bebés les molesta el sabor salado del sudor en el pecho; basta con limpiarse antes de la toma. Excepcionalmente, en casos de esfuerzo realmente intenso (como el entrenamiento de una deportista profesional) parece que puede aumentar el nivel de ácido láctico en la leche, y algunos bebés pueden rechazar el sabor. Pero no pasa nada, no es tóxico ni peligroso; si ahora no quiere mamar, que no mame; dentro de un par de horas el niño tendrá más hambre, el ácido láctico habrá desaparecido, y seguro que volverá a mamar.

Teñirte el pelo, SÍ

El tinte para el pelo no es tóxico (y si lo fuera, como ocurre con los empastes, el peligro no sería para el bebé que solo toma la leche, sino para la madre que va a llevar todo ese veneno en la cabeza, y más aún para la peluquera que se pasa el día tocando tinte). El pelo se puede teñir sin problemas
También son compatibles los métodos de depilación y los rayos UVA, se puede dar el pecho inmediatamente después de la sesión. Aunque estos últimos no son buenos para la piel porque aumentan el riesgo de cáncer, y en general no conviene tomarlos ni cuando se da el pecho ni en ningún otro momento de la vida.

Comer de todo, SI (salvo alergias)

La madre lactante puede comer de todo.

La única excepción es que el bebé tenga alergia a algún alimento concreto. Se ha dicho que no conviene tomar ciertos alimentos (ajo, coles de bruselas, espárragos, alcachofas...) porque se supone que dan mal sabor a la leche. Pero ¿quién decide que el sabor es malo? Si te gusta el ajo, ¿por qué no le va a gustar a tu hijo? Además, si es un alimento que consumes habitualmente, el bebé ya conoce el sabor; lo probó a través de la placenta y del líquido amniótico.
Lo mismo ocurre con los picantes y especias. Si los suele consumir, el bebé ya estará acostumbrado. Se puede comer de todo sin miedo.

Otro mito dice que ciertos alimentos (alubias, garbanzos...) pueden producir gases al bebé. Eso tampoco tendría importancia, y en todo caso es imposible. Las legumbres contienen carbohidratos complejos que no se absorben, y que en el intestino grueso fermentan produciendo gas. Pero ese gas no puede pasar a la leche (tendría que pasar a través de la sangre de la madre: sangre con burbujitas y leche con burbujitas). Y el carbohidrato que produce el gas tampoco pasa a la leche, puesto que no se absorbe. No, la dieta de la madre no puede causar gases al bebé (y las legumbres son sanas y nutritivas).

¿También carne poco hecha?, SÍ

La carne poco hecha puede transmitir enfermedades como la toxoplasmosis, una infección que en un bebé, niño o adulto es leve y se cura sola (nunca se diagnostica, la gente cree que tiene gripe), pero que durante el embarazo puede ocasionar graves complicaciones en el feto. Por eso se recomienda que las embarazadas no coman carne cruda ni embutidos poco curados y que no limpien excrementos de animales. Pero después del parto, la toxoplasmosis vuelve a ser una enfermedad sin importancia, que no influye en la lactancia.

tracking