El parto es uno de los detalles de la maternidad que el cine tiene pendiente retratar con fidelidad. Bueno, más bien tenía, porque el estreno hace algunos meses de la cinta Fragmentos de una mujer, que se puede ver en Netflix, supone un antes y un después en la forma en la que el séptimo arte plasma la realidad de una experiencia así.
No es que antes el cine no haya querido detenerse en el parto, aunque en comparación con el embarazo y la maternidad, lo ha hecho en menor medida. Seguramente, por la complicación técnica y humana que supone reproducir un parto de manera fidedigna. Por eso es tan loable el esfuerzo de Kirby en la mencionada película, y no es de extrañar que ganara por dicho trabajo la Copa Volpi a la mejor actriz en la última edición del festival de Venecia y que fuera nominada al premio Oscar en idéntica categoría.
Pocas películas han dado al parto un protagonismo como esta, que durante toda la primera media hora se centra exclusivamente en un parto celebrado en casa. Sí son inolvidables las escenas de algunos partos que forman parte de la historia del cine en distintos géneros.
En ciencia ficción, es icónico el de Alien: El octavo pasajero, y no menos conocido es el que interpreta Mia Farrow en ‘La semilla del diablo’. Tanto o más recordado que el parto de Melanie en Lo que el viento se llevó, donde hace las veces de comadrona la mismísima Escarlata O’Hara.

Sin embargo, ni en las películas clásicas ni en las contemporáneas es fácil encontrar un parto que se acerque a la realidad. Son muchos los clichés en los que los creadores de cine han caído al reproducir la escena de un momento así, sobre todo en Hollywood. Se puede apreciar en películas como El Plan B, donde el personaje interpretado por Jennifer Lopez asiste a un parto de lo más peculiar, o Nueve meses, la cinta dirigida por Chris Columbus en 1995 en la que el parto (Julianne Moore) tiene un protagonismo amplio. Otra cosa es que sea realista porque entre el ginecólogo al que da vida Robin Williams y el padre que se desmaya interpretado por Hugh Grant puede ser muchas cosas, pero no verídico. Seguramente, tampoco estaba pensado que lo fuera, aunque no hacía falta recurrir una vez más al tópico del padre impresionable.
Sí merece la pena, en cambio, rescatar el parto que forma parte de Juno, la película que ganó el Oscar al mejor guion original en el año 2008, en la que el parto apenas sucede en poco más de dos minutos, pero están a la altura de una experiencia única como es el nacimiento de una nueva vida.
En lo que respecta al cine español, tampoco abundan las películas que hayan retratado el parto como lo ha conseguido hacer la mencionada Fragmentos de una mujer recientemente, pero hay alguna excepción muy recomendable.
Nuestra favorita, que además es una cinta que aborda la relación de pareja durante todo el embarazo, parto incluido, es Los días que vendrán, protagonizada por David Verdaguer y María Rodríguez Soto, si bien no es ni mucho menos tan mediática como Carne trémula, dirigida por Pedro Almodóvar a finales de los 90, donde el parto también tiene un peso rol importante. Eso sí, más que por la escena del parto en sí misma, es histórica por quienes la interpretan: ni más ni menos que Penélope Cruz como parturienta y Pilar Bardem como comadrona improvisada.
Y, por último, no cerramos este texto de recomendaciones de películas donde el parto es protagonista sin olvidarnos del género del documental. Si quieres disfrutar de un documento cinematográfico donde el parto se refleja de una forma inmejorable, lo tienes muy fácil: entra en Youtube y busca El primer grito, una película rodada por el cineasta francés Gilles de Maistre en el año 2007.
Hemos llegado a ella preparando esta pieza y estamos seguros de que quedarás igual de maravillada que nosotros al ver cómo plasma el parto en hasta diez contextos y culturas distintas de todo el mundo: Francia, Estados Unidos, México, Brasil, Nigeria, Tanzania, Japón, Vietnam, India y Siberia.