Las intoxicaciones forman parte de los accidentes infantiles y, como tales, pueden prevenirse. Los medicamentos y los productos del hogar como detergentes o limpiadores son la primera causa. Suelen producirse en niños menores de 1 a 5 años y dentro de sus propias casas.
¿Qué productos están implicados habitualmente?

Lejía, pastillas para el lavavajillas, cápsulas de detergente, limpiasuelos. Los ambientadores, especialmente aquellos con olor a fruta, vainilla o caramelo también llaman la atención de los pequeños.
En cuanto a los medicamentos, suelen ser los que se utilizan para los niños o los adultos, siendo éstos últimos los más peligrosos, como fármacos para tratar la ansiedad o el insomnio, o para la tensión o diuréticos en caso de que los abuelos convivan en el mismo domicilio. Otros medicamentos, como jarabes para la tos o paracetamol, recetados habitualmente para los catarros, también son causa frecuente de intoxicación.
Generalmente los niños toman poca cantidad del producto y la dosis no llega a ser tóxica, pero también puede ocurrir que la ingesta de un tóxico ocasione problemas importantes porque se han ingerido mayores cantidades o porque sea un producto especialmente dañino incluso en pequeñas dosis.
¿Qué daños puede ocasionar una intoxicación?
Por lo general, muchos productos de limpieza caseros son poco tóxicos y, además, debido a su mal sabor, los niños se suelen tragar cantidades mínimas que no causan problemas importantes. En cuanto a los medicamentos ocurre igual y muchas veces la ingesta es escasa.
Sin embargo, en caso de ingesta accidental de detergentes o lejía se producen lesiones en la boca y garganta, de forma que producirán dificultad para tragar, rechazo de alimento o babeo intenso.
En caso de ingesta de otros tóxicos pueden producirse una gran variedad de síntomas dependiendo de lo que el niño se haya tragado, incluso a veces es posible, en caso de medicamentos, sospechar cuál ha sido según los síntomas que presente.
Puede haber vómitos, taquicardia, disminución del nivel de conciencia, notando al niño más adormilado de lo normal o incluso totalmente inconsciente.
¿Cómo podemos evitar las intoxicaciones?
La mayoría de las intoxicaciones podrían evitarse fácilmente llevando a cabo algunas medidas preventivas:
- La medida más obvia es guardar los productos de limpieza y medicamentos en lugares de difícil acceso para los niños, como en los armarios de mayor altura, bajo llave o con un cierre de seguridad.
- No dejar los productos de limpieza a la vista de los niños, especialmente si tienen colores llamativos. Esto es especialmente importante en el caso de las cápsulas de detergente, que a algunos niños se les antojan caramelos.
- No guardar los productos de limpieza en envases diferentes del original y, sobre todo, no echarlos en botellas de agua o refrescos, que el niño podría confundir.
- Asegurarnos de que los productos del hogar y medicamentos cuentan con tapón de seguridad.
- Mantener los fármacos fuera del alcance y vista de los niños, preferentemente en armarios o cajones cerrados con llave. El momento en que se están utilizando los fármacos es el más vulnerable. Debemos recoger los medicamentos, botes, blíster, pastilleros… y guardarlos en cuanto los hayamos usado.
- Guardar los medicamentos en su envase original.

- Conservar el menor número de fármacos en casa, desechar la medicación sobrante y aquellos medicamentos caducados.
- Evitar tomar fármacos delante de los niños, o referirnos a las medicinas como gominolas o caramelos, ya que esto favorece las conductas de imitación.
- Educar a los niños sobre la peligrosidad de tomar fármacos, instruirles que solo deben hacerlo si se los da un adulto.
- Comprobar las instrucciones y, sobre todo, la dosis antes de administrar un fármaco a un niño. Podemos aprovechar las revisiones en el pediatra para que nos actualice las dosis de paracetamol e ibuprofeno según el peso del niño/a.
¿Qué debo hacer si mi hijo se intoxica?
- No provocar el vómito.
- Inicialmente, no es recomendable dar de beber agua, leche o aceite hasta que la situación sea valorada por un profesional, ya que, dependiendo de lo que el niño haya tomado puede ser beneficioso o perjudicial.
- Quitar la ropa que esté manchada con el producto tóxico.
- En caso de contacto con los ojos o con la piel, lavar con abundante agua.
- Conservar el producto responsable de la supuesta intoxicación para poder identificarlo posteriormente.
- Consultar por teléfono con el Instituto Nacional de Toxicología (915620420). Nos darán las instrucciones a seguir según el tóxico. En caso de sintomatología grave lo más recomendable es contactar con el Servicio de Emergencias (112) .