Aunque no existe una edad tope en la que un niño deba de dejar de utilizar el pañal, ese momento suele ocurrir entre los 15 y los 36 meses, durante la noche, y de media a los 28 meses, durante el día, cuando el niño está preparado fisiológicamente para ello, es decir, cuando sabe controlar perfectamente sus esfínteres. Pero esta maduración varía según el niño por lo que nunca se debe forzar la retirada del pañal si el niño no está listo.
La enuresis nocturna (o falta de control de la orina por las noches) afecta al 40% de niños de 3 y 4 años. En España, alrededor de 500.000 personas padecen este descontrol nocturno. Incluso, 1 de cada 11 niños a los 11 años aún puede mojar la cama al dormir.
Conseguir controlar la micción puede convertirse en un problema que puede continuar hasta la adolescencia. Aunque no es una enfermedad, sino más bien un trastorno común, sus consecuencias pueden ir desde la mala calidad del sueño, los desvelos, el estrés y las tensiones, hasta la disminución de la autoestima del niño.
Distinguimos dos tipos de enuresis nocturna:
- Enuresis primaria: nunca se ha llegado a controlar la orina por las noches debido a una falta de preparación del niño, generalmente por inmadurez o sueño muy profundo
- Enuresis secundaria: se había llegado al control de la orina pero por algún motivo (generalmente situaciones de estrés, infecciones o traumas) se vuelve a perder el control de la orina.
Este trastorno provoca un importante malestar en el niño que puede aumentar conforme sea más mayor. Pronto aparecerán situaciones conflictivas cuando tiene que dormir fuera de casa ( campamentos, casa de amigos...), porque mojar la cama genera vergüenza y también les avergüenza evitarlo llevando pañal. Los niños suelen pedir a sus padres que lo mantengan en secreto.
Es frecuente que los padres se levanten varias veces a lo largo de la noche para evitar que el niño se orine, y que a su vez, el niño se sienta triste y agobiado por no poder controlar su micción. Este problema supone también una carga económica adicional para la familia a nivel de gastos en pañales, ropa de cama, colchones…
Psicoterapia
Una gran parte de los problemas relacionados con la enuresis vienen relacionados con trastornos de origen psicológico como pueden ser traumas infantiles, ansiedad por separación, miedos...En estos casos será muy importante contar con el apoyo de algún psicólogo que dedique su actividad a la psicoterapia conductual, analizando el problema y modificando la conducta del niño o niña.
Sistema de alarma: si suena… corriendo al baño
Se trata de un sensor que se coloca en la ropa interior o en la cama del pequeño. Cuando al sensor le llega la humedad de la orina, se activa una alarma –sonora o vibratoria- que despierta al niño. La Asociación Española de Pediatría considera que estos sistemas son un tratamiento efectivo para la enuresis nocturna en los niños, ya que resultan eficaces en el 60-70% de los casos, y funcionan mejor que los fármacos, porque su efecto no desaparece al suspender el uso.
Eso sí, antes de empezar a utilizar alarmas para controlar el pis por la noche hay que saber que suelen empezar a ser efectivas después de un periodo de 6-8 semanas y estar preparados para pasar algunas noches sin dormir, ya que el sonido puede despertar a otros miembros de la familia.
Hábitos de higiene
Además de lo comentado previamente y antes de añadir un tratamiento farmacológico se deben de seguir una serie de recomendaciones de higiene de sueño y miccional:
- Evitar ingerir excesiva cantidad de líquidos por las tardes y noches (eso incluye caldos, agua o frutas con elevada cantidad de agua).
- Acostumbrarse a orinar justo antes de dormir y si por las noches hay despertares aprovecharlos para orinar.
- Evitar cenas abundantes o muy saladas.
- Acostumbrarse a orinar en torno a 6 veces al día.
Tratamiento farmacológico
En los casos en los que sea imposible controlar las micciones será necesario introducir medicamentos que ayudan a controlar los líquidos y por tanto a restringir la orina. Esto siempre deberá venir pautado por nuestro pediatra y acompañado de los métodos comentados previamente.