10 motivos por los que SÍ deberías llevar a urgencias a un niño

Un pediatra ha compartido en Twitter los síntomas en niños que sí pueden alertarnos de que algo no va bien y que pueden indicar que necesitan ir a urgencias.
Mi hijo tiene gastroenteritis, ¿cuándo llevarle a urgencias?

“Insistimos mucho en qué situaciones NO es necesario acudir a los Servicios de Urgencias con vuestros hijos y, sin embargo, hay una serie de situaciones en las que SÍ es necesario”. Así empieza el hilo que ha colgado en Twitter el pediatra de urgencias David Andina, muy activo en dicha red social en la que, además de dar información práctica a los padres, también denuncia algunas situaciones.

Ahora, con el incipiente bloqueo de consultas y urgencias pediátricas por culpa del brote de bronquiolitis que trae de cabeza a los profesionales médicos, son muchos los padres que deciden no asistir a los servicios médicos cuidando, así, que sus hijos no enfermen por Virus Respiratorio Sincitial (el virus responsable de la bronquiolitis). Además de alertar de que hay muchos síntomas que no implican una visita al médico con los peques (el que más se cansan de repetir los profesionales médicos es el de la fiebre sin ningún otro síntoma aparente), el doctor Andina ha querido reparar en este hilo de Twitter en los contrarios: en los que no se deberían pasar por alto porque podrían significar que hay alguna infección o enfermedad infantil que convendría tratar.

motivos por los que ir a urgencias - Getty Images/iStockphoto

Sin más dilaciones, a continuación nos hacemos eco de todos esos síntomas por los que, según el doctor Andina, sí debería ir un niño a urgencias.

Fiebre en niños menores de 3 años

Dice el pediatra de urgencias que si tomas la temperatura a un niño menor de tres años (axial o rectal) y alcanza o supera los 38 grados centígrados, es motivo más que suficiente para acercarse a urgencias. Algo aún más importante si el niño tiene menos de 28 días. “La posibilidad de una infección bacteriana grave en esta franja de edad es mayor y es necesario realizar analítica de sangre y orina”, explica en Twitter.

Fiebre de más de 40 grados y medio

Eso sí, siempre que esta temperatura se marque después de tomar la temperatura con un termómetro axilar o rectal, ya que los frontales y los ópticos pueden dar algo de fallo. “Por encima de esta temperatura, aumenta el riesgo de infección bacteriana, por lo que es necesario hacer analítica en sangre si no hay un foco después de explorar al niño”, explica el profesional de urgencias.

Dificultad para respirar

La respiración es uno de los síntomas más característicos de bronquiolitis en bebés y niños pequeños. La respiración de una bronquiolitis se presenta rápida, es abdominal, se marcan las costillas al inspirar y provoca pitidos. Así que, también habría que llevarle si observas algo de esto en el peque.

Sospecha de mastoiditis

“La aparición de inflamación y rojez detrás de la oreja junto con la sensación de despegamiento del pabellón auricular es una complicación de la otitis medias”, argumenta. Y es que, de acuerdo a sus palabras, los niños con esta patología necesitan ser ingresados para recibir el tratamiento por vena. Estas son las fotos que adjunta para explicar este síntoma:

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Fiebre y cojera

Cuando un niño ha tenido una infección sin importancia, la cojera puede aparecer y se suele tratar con reposo. “Si tiene fiebre y cojera hay que hacer análisis de sangre para descartar una infección en los huesos o articulaciones que pudiera precisar antibióticos”, de acuerdo a las palabras de David Andina.

Vómitos persistentes

En este motivo hace un inciso: “siempre que sean con fuerza tras las tomas y en torno a los 21 o 28 días de vida”.

Puede darse el caso de que el niño presente buena predisposición a las tomas, pero después acaba vomitando. Esto, de acuerdo al profesional, puede indicar “estenosis hipertrófica de píloro” que se diagnostica con una ecografía.

Sospecha de invaginación

Si tu hijo llora con fuerza, tiene cólicos intermitentes y dolor abdominal, se encoge de piernas, cada vez las crisis duran más y parecen más dolorosas y, entre ellas, el niño está decaído y pálido, también tienes que ir a urgencias. Podría tratarse de una invaginación que habría que diagnosticar con una ecografía.

Fiebre y petequias

“Las petequias son manchas rojas en la piel que no desaparecen al presionar”, explica. Si esto va unido a fiebre y vemos que el niño no está bien físicamente, podría ser una infección bacteriana grave y debería someterse a una analítica de sangre para confirmar o descartar tal cosa.

Sospecha de debut diabético

La pediatra Carmen de la Torre nos contaba en este artículo todo lo que debemos saber como padres sobre el debut diabético pero, ¿hay algún síntoma que pueda alertarnos de él en casa? De acuerdo a David Andina, así es:

  • Pérdida de peso progresiva
  • Bebe mucha más agua y líquidos que normalmente
  • Hace mucho pies, incluso por la noche
  • Vuelve a hacerse pis en la cama

Dolor testicular

“El dolor testicular es siempre una urgencia ante la posibilidad de una torsión testicular que precise tratamiento quirúrgico”, alerta el experto. Eso sí, advierte que es más común en adolescentes.

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