A la hora de pensar en cómo distribuir, decorar y amueblar una habitación infantil hay que tener en cuenta en primer lugar el tamaño. Y exactamente lo mismo ocurre cuando escogemos lo primero que utiliza un bebé en casa, la cuna. Antes del tamaño, eso sí, tienes que decidir si la quieres de colecho o no. Si lo haces, y tienes claro que tus cunas favoritas son las de Ikea, estos son nuestros consejos para facilitar tu elección en función del espacio disponible en tu habitación.
Cuando uno repasa el catálogo de Ikea en busca de cunas y minicunas se da cuenta de que la elección va a ser más fácil de lo que a priori suele ocurrir con cualquier otro mueble comprado en Ikea. No hay tanta variedad como pasa con camas, armarios, sofás o mesas, por citar algunos ejemplos concretos.
Esto no quiere decir que la variedad no sea suficiente, ni mucho menos. Tienes productos como la cuna Sniglar, la más vendida de Ikea, por apenas 75 euros, que te pueden solucionar el “problema” si lo que buscas es una cuna sencilla, económica y bonita. El único pero es que este modelo no es de colecho.
En realidad, ninguna de las cunas de Ikea (no tienen minicunas en la marca sueca) son de colecho como tal. Es decir, no es una cuna pensada exclusivamente para esos primeros meses de lactancia materna cada muy poco tiempo, en los que tanto facilita a la madre (o el padre, si el bebé toma biberón) tener a su bebé a su lado, en la cama. Las cunas de Ikea se venden como opciones a largo plazo, que además de cuna sirvan como paso previo a la cama a medida que los pequeños duermen.
Para ello, es necesario que uno de sus lados se pueda bajar y llegado el caso también retirar por completo. Así se convierte en algo más parecido a una cama que a una cuna, aunque siguen pareciendo una cuna en tres de sus cuatro lados, y al mismo tiempo, son soluciones perfectas para hacer de cuna de colecho en los primeros meses de vida del pequeño.

De este tipo de cunas de colecho, en Ikea tienes tres opciones distintas. Y el tamaño no es un factor decisivo porque todas miden lo mismo, 60x120 cm. Varía ligeramente su altura, que es importante en función de cómo de alta sea vuestra cama, pero tienen el mismo ancho y el mismo largo, por lo que lo único que tienes que comprobar en este sentido es que os entre bien en el espacio que dispongáis en vuestra habitación de matrimonio, que es donde la cuna de colecho durante varios meses.
Las tres cunas de colecho de Ikea
Como decíamos, si lo que buscas es una cuna de colecho de Ikea tienes tres opciones disponibles, y todas miden lo mismo. La diferencia radica en su altura, que varía poco, y en su diseño, ya que alguna es más cuadrada y otras tienen formas redondeadas.
Una cuna clásica, pero con posibilidad de que sea de colecho es el modelo Gulliver, cuyo precio es de 129 euros. La cuna permite colocar la base más abajo y también retirar uno de los laterales por completo. Así puedes cogerle con facilidad por la noche y cuando sea mayor podrá subir y bajarse solo.

Es igual en este sentido el modelo de cuna de Ikea llamado Gonatt, que también se puede montar la base a dos alturas y retirar un lateral. La diferencia, además de su diseño, es que en la parte inferior tiene un cajón en el que puedes guardar la ropa de cuna o de cama de tu pequeño. Su precio, eso sí, es más elevado, ya que cuesta 259 euros.

Y, por último, la tercera opción si buscas cuna de colecho de Ikea es el modelo Sundvik. Cuesta 149 euros y es la cuna perfecta para los amantes del minimalismo nórdico, ya que es cuadrada y parca en decoración.
También se puede colocar la base en dos alturas y retirar uno de los costados para que sea cuna de colecho.

Ninguna de las tres, eso sí, son minicunas de colecho. Todas, para lo bueno y para lo malo (ocupan más espacio) son cunas que os darán servicio hasta que vuestro hijo o hija se pase definitivamente a su cama.