Obviamente la evidencia más fiable para asegurarte de si estás embarazada o no va a ser la confirmación de un médico. Pero al igual que existen otras pruebas con alta fiabilidad como los test de orina o los de sangre que miden el nivel de hormona del embarazo (la gonadotropina coriónica) hay otra serie de pruebas que se pueden hacer en casa y que a priori podrían sacarte de dudas.
Aunque lógicamente no serán fiables, quizá pueden ser de ayuda o al menos servirte como entretenimiento por un tiempo. Vamos a ver en concreto tres de las más conocidas: la del aceite, la del vinagre y la del jabón.
La prueba del aceite
Se trata de una de las más populares y de la que más se han transmitido entre las abuelitas. Para ella necesitarás un vaso o recipiente de cristal totalmente limpio que rellenarás con la primera orina de la mañana. Se aconseja que sea nada más levantarte porque es la que más concentración de hormonas tiene.
Una vez relleno, hay que dejar enfriar y reposar entre 30 minutos o una hora, más o menos. Para evitar que pueda caer algo dentro se recomienda tapar con papel film o de aluminio.
Cuando haya pasado el tiempo, hay que añadir tres o cuatro gotas de aceite lo más separadas entre sí que se pueda. Tras esto, debemos esperar unos 3 minutos aproximadamente para obtener el resultado.
Si nos encontramos con que las gotas se han unido entre sí, supuestamente la mujer está embarazada, el resultado es positivo. Si están separadas, será negativo.
Como decimos, es una de las pruebas caseras más antiguas que se conocen. Y aunque se dice que su fiabilidad se acerca al 70-80%, no está demostrado científicamente. Si quieres obtener resultados seguros lo mejor es someterse a un test sanguíneo o un test de orina. Por ejemplo, el test de orina puede adquirirse en cualquier farmacia y tendrá el rigor que la prueba del aceite no tiene. Aquí puedes descubrir cuándo es el mejor momento para hacerte un test de embarazo.
La prueba del vinagre
Esta prueba es también muy sencilla y solo se necesitas materiales que puedes encontrar en casa como un recipiente de cristal y vinagre.
Como en el caso anterior, deber rellenar el recipiente o vaso hasta la mitad. Una vez hecho, hazle una foto. Tras esto, añade una cucharada de vinagre cerciorándote de que no mezclas ni agitas el líquido.
Deja reposar al menos 20 minutos y compara el líquido con el de la foto que has hecho antes. Si el color de la orina y el vinagre han cambiado, o bien si hay presencia de espuma en los bordes, el resultado será positivo.
La prueba del jabón
Para este caso se necesita una pastilla de jabón que no se haya utilizado antes. Como en los otros ejemplos, debes llenar un vaso con una pequeña cantidad de orina. Después, debes colocar el jabón en un recipiente de cristal no muy grande y verter encima la orina. Debes intentar cubrir por completo o gran parte de su superficie el jabón y agitarlo ligeramente.