10 consejos para no estresarte si buscas un embarazo

Cuando el embarazo no llega, lo más normal es sentir frustración, ansiedad e impotencia. Los estudios indican que a más estrés, más difícil es conseguirlo.
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Al final, muchas parejas se obsesionan tanto que entran en un bucle del que es muy difícil salir: cuánto más tarda en llegar el embarazo, más estrés, y a más estrés, más dificultades para concebir. Muchas personas cuentan cómo, después de mucho tiempo de búsqueda frustrada, acabaron “abandonando” la idea de ser padres, y fue justo en ese momento, al relajarse, cuando llegó el bebé esperado.

Decirlo es fácil, estarás pensando, pero… ¿cómo llevarlo a la práctica? Es fundamental aprender a gestionar nuestras emociones, ser pacientes y no descuidar otros aspectos de nuestra vida. No podemos convertir, por ejemplo, nuestras relaciones sexuales en un mero acto de “búsqueda de bebés”, y debemos intentar distraernos y focalizar nuestra atención en otros temas.

Tanto si estás siguiendo un tratamiento de fertilidad como si estás comenzando a buscar un bebé, este decálogo de consejos para afrontar las emociones puede serte muy útil:

1. Acepta la situación

Dicen que “el primer paso es reconocerlo”, y asumir que existe una dificultad para concebir un hijo es el primer paso para poder enfrentarte a ello. Es normal que sientas tristeza o frustración: aprende a identificar tus emociones, es el primer paso para gestionarlas.

2. Mira hacia delante con actitud positiva

Enfoca el problema hacia la búsqueda de soluciones. No sirve de nada obsesionarse con las cosas que no podemos cambiar, así que es mejor centrarte en los aspectos positivos de la vida cotidiana sobre los que tienes control: te dará fuerzas para continuar con el objetivo y reducirá en gran medida tu ansiedad.

3. Sé realista y date tiempo

Ajusta tus expectativas a la situación real: no se trata de ser pesimista, pero si eres consciente de que seguramente tardes tiempo en quedarte embarazada, no te crees falsas esperanzas. Es elemental buscar un equilibrio; toma las decisiones importantes en momentos en los que no estén aflorando emociones intensas, intenta controlarlas y emplea el tiempo que sea necesario, sin precipitarte.

4. Apóyate en la pareja

Aunque cada uno interprete y afronte la situación a su manera, es fundamental permanecer unidos y mirar hacia delante juntos. Es importante respetar y validar las emociones del otro sin juzgarlas para fomentar la unión de la pareja.

5. Consulta y resuelve tus dudas

Manteneos informados en todo momento. Si estáis pasando por un tratamiento de fertilidad, es fundamental saber en qué consiste, sus fases y las posibilidades de éxito. Si no, lo percibiréis como una especie de “magia” y seguramente os sintáis más inseguros. Consulta a tu médico o especialista: son ellos los que mejor pueden ayudarte.

6. Mantén el estrés a raya

Las mujeres con altos niveles de ansiedad tienen un 30% menos de posibilidades de sufrir abortos espontáneos. Aunque el estrés en pequeñas dosis es beneficioso, pues nos ayuda a estar alerta y afrontar situaciones en las que debemos responder rápido, cuando se prolonga en el tiempo en muy perjudicial, y en este caso puede impedirnos el embarazo.

7. Continúa con tu vida y ten la mente ocupada

Sigue realizando tus actividades cotidianas y busca nuevos intereses. Realizar actividades de ocio o al aire libre hace que la mente se mantenga ocupada, disminuya la ansiedad y que la vida en pareja no se centre únicamente en conseguir la gestación.

8. Busca apoyo psicológico

Acudir al psicólogo no es malo, al contrario, puede haceros mucho bien si la situación os está desbordando. Además de animaros en los momentos más difíciles, el equipo de psicólogos puede enseñaros técnicas de autocontrol para combatir mejor las situaciones de ansiedad y disminuir la carga emocional.

9. Comparte tu experiencia con otras parejas en la misma situación

Tu familia y amigos son un gran apoyo, sin duda, pero las personas que están pasando por lo mismo te pueden entender mejor que nadie. Te ayuda a relativizar la situación y evita el aislamiento: no estáis solos con vuestro problema.

10. Buscad un “plan B”

Un tercio de las parejas tratadas por problemas de fertilidad no logran tener un hijo biológico, por lo tanto hay que tener en cuenta esta posibilidad. Si os sometéis a un tratamiento, lo mejor es que, una vez conocido el diagnóstico y valoradas las posibilidades de embarazo, decidáis qué recursos destinaréis a tal fin y hasta cuándo lo intentaréis. Pensad en otras posibilidades como la acogida o la adopción, y valoradlas. Todo esto os ayudará a no agobiaros y a no “perder el norte” cuando la ansiedad o la frustración os pueda.

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