Muguet: qué es la candidiasis oral en niños

El muguet o candidiasis bucal es la infección del área oral por un hongo llamado Candida albicans, y es un problema muy habitual en los bebés, especialmente en recién nacidos y hasta los seis meses. ¿Cómo reconocerlo? ¿Cómo tratarlo?
Muguet: qué es la candidiasis oral en niños

La candidiasis oral es una infección producida por  hongos (micosis) que afecta a la mucosa bucal. El hongo más frecuentemente implicado es la Cándida Albicans, hongo que crece en superficies húmedas y templadas. Es habitual encontrarlo formando parte de la flora normal que compone la cavidad bucal en un 25-50% de personas, en la mucosa vaginal en el 13% y en la piel alrededor de los orificios hasta en el 50%.

La Cándida Albicans se encuentra en boca y tracto digestivo sin causar enfermedad, pero ciertos factores como la mala higiene, traumas, medicamentos, sequedad bucal, o factores sistémicos como sistema inmune debilitado, estrés, enfermedades endocrinas, malnutrición puede convertirse en patógeno provocando una infección localizada o generalizada. De ahí que los pediatras y odontropediatras hablen de la candidiasis oral como una infección oportunista y endógena.

¿Qué es la candidiasis oral en niños?

Es la infección micótica más frecuente ya que, hasta hace poco, la infección por Cándida se limitaba a niños recién nacidos (Muguet o algodoncillo), ancianos, personas gravemente enfermas o aquellas que habían tomado antibióticos a grandes dosis y durante periodos prolongados. Sin embargo, hoy día es frecuente observarla en diferentes poblaciones. Esto es debido al incremento en el  nacimiento de niños prematuros y  de bajo peso –no tienen completamente desarrollado su sistema inmunológico–, al mayor uso de técnicas invasivas de diagnóstico y tratamiento, empleo de antibióticos y esteroides.

Cómo reconocer la candidiasis oral

El Muguet, también denominado Candidiasis oral aguda seudomembranosa, es la forma más frecuente de candidiasis.  Es una infección superficial que clínicamente cursa con una mucosa oral inflamada cubierta por unas  manchas blancas tipo placas blandas,  manchas blanco-amarillentas de epitelio descamativo (es decir similares a la leche cuajada o gotas de yogurt). Es característico que si nosotros las frotamos con algún objeto o, en ocasiones, con la propia masticación, estas formaciones se desprendan fácilmente dejando al descubierto una zona enrojecida, ulcerada y sangrante. Estas placas están formadas por hongos en forma de levadura, restos de mucosa, células inflamatorias, bacterias, tejido necrótico y fibrina. Pueden estar distribuidas por toda la cavidad bucal, pero fundamentalmente aparecen en la parte posterior de la boca, en la mucosa del paladar, lingual y parte interna de carrillos, aunque pueden extenderse a la región externa de los labios, los bordes laterales de la lengua y la piel que los rodea.

En general la enfermedad comienza por la lengua y por dentro de las mejillas, propagándose a paladar, encías, amígdalas, garganta; e incluso puede afectar al aparato gastrodigestivo, sistema respiratorio y piel. Cuando el niño es inmunocompetente, sus células defensivas (neutrófilos y macrófagos) son capaces de luchar contra la infección, pero si el niño presenta una inmunidad deprimida puede extenderse comprometiendo a órganos internos, adquiriendo gran severidad.

¿Por qué se produce el muguet?

Es muy típico que cuando hablamos de Muguet pensemos en una afección propia de los recién nacidos ya que no tienen completamente desarrollado su sistema inmunitario. Cuando el bebé atraviesa el canal del parto y la madre presenta una candidiasis vaginal, el niño puede contagiarse, infectándose a nivel orofagíngeo con síntomas manifiestos a los 3-7 días postparto. Si la infección progresa puede aparecer una erupción con manchas y vesículas en tronco y extremidades generando una intensa descamación.

Otra forma que tiene el bebé de contraer la infección es a través de la presencia de una candidiasis materna en la zona del pezón mientras el niño está lactando (en este caso será necesario también tratar a la madre para evitar un nuevo contagio), aunque también hay que tener en cuenta el uso de biberones, chupetes.  Además, el Muguet no solo afecta a niños ya que también podemos encontrarlo en pacientes adultos inmunodeprimidos, en aquellos que han tomado grandes dosis de antibióticos durante un tiempo prolongado e incluso en ancianos (infección sobre traumas provocados por las prótesis y presencia de sequedad bucal).

Síntomas de la candidiasis oral

En el niño, la mayoría de las veces no provoca ningún síntoma (son lesiones indoloras) mientras que otras veces se puede encontrar dolor de garganta, molestias al tragar (disfagia), quemazón, ardor, prurito, náuseas, halitosis y/o pérdida del gusto y apetito.  No suelen existir síntomas generales, son muy leves. Con el tiempo, se puede producir el desprendimiento de la membrana, dejando una zona rojiza que si progresa se convertirá en una candidiasis atrófica.

Tratamiento de la candidiasis oral

Dado que el Muguet se presenta de forma localizada, el tratamiento tópico suele ser suficiente. Se deben suprimir los factores locales que lo hayan inducido, los irritantes (como alimentos demasiado calientes o ácidos) y mejorar las medidas higiénicas limpiando la boca del bebé con una gasita, con un dedil o cepillo adaptado a su edad si ya presenta algún diente; cepillando la lengua, paladar, encías e incluso mejillas.

Además se debe utilizar algún enjuague con antifúngicos del tipo de la nistatina, cuatro veces al día durante al menos 10 días. No obstante, si la enfermedad se complica y se disemina por otros órganos (piel, sistema digestivo, bronquios…), deberemos utilizar fármacos antifúngicos a nivel sistémico tipo Ketoconazol o Fluoconazol.

Bartolomé Villar Begoña y Torres Moreta Luz son profesoras de Odontopediatría de la Universidad Europea

Foto: Lineaysalud.com

Recomendamos en