Niños que comen con el móvil: riesgos y consejos para evitarlo

Es muy común hoy en día ver a niños que comen con un dispositivo delante. Ya sea porque los padres quieren que estén entretenidos o porque ellos buscan tener una comida más calmada. El problema es que si esto se convierte en una costumbre puede tener efectos negativos para los pequeños.
niña

Cada vez es más habitual ver a niños que comen pegados a una pantalla. Ya sea frente a la del televisor o bien a la del móvil o la tablet. En muchas ocasiones el fin es que se entretengan para que se coman ese plato que no les gusta tanto o para que los padres tengan así una comida “más tranquila”, pero lo cierto es que esto a la larga puede tener efectos negativos en los más pequeños. Veamos algunos de estos riesgos y consejos para evitarlo.

Riesgos que pueden presentarse

Comer usando un dispositivo electrónico no solo tiene la principal consecuencia de que no se disfruta plenamente de la comida, sino también que puede acabar generando otros efectos negativos:

  • Aumenta la posibilidad de sufrir obesidad. Lo cierto es que el estar expuesto a pantallas provoca que se incremente el apetito, además, al mantener la atención enfocada en el dispositivo, el cerebro tarda más en percatarse de que el estómago está lleno y, por tanto, se come más de lo que se necesita. Si esto sucede en las cenas, poco antes de ir a la cama, y se acompaña de sedentarismo, puede derivar en problemas de obesidad.
  • No se consigue tener una buena relación con la comida. Cuando un niño es pequeño, aún no entiende la diferencia entre los alimentos sanos y los menos saludables, por ello es más probable que tenga mayor preferencia por los que tienen un alto contenido en grasas, azúcares o sal. Si aprenden a tener una relación sana con la comida, también tendrán gusto por las frutas y verduras, por ejemplo, y podrán ser capaces de decantarse por las opciones más saludables para su salud.
  • Se incrementa el riesgo de atragantamientos. Si un niño es muy pequeño y no pone toda su atención en la comida puede que sin quererlo no mastique como debería y se atragante. Además de que tampoco aprenderá como debería “a comer”, por ejemplo, a cortar los alimentos con los cubiertos o a comer sin mancharse.
  • La comunicación familiar se resiente. Normalmente, las comidas suelen ser los momentos del día en los que la familia se reúne, si los más pequeños están pendientes de los móviles, no están tan predispuestos a hablar y mantener una conversación, es decir, a interactuar. Esto no solo afecta a sus habilidades comunicativas, sino también a las relaciones familiares.

Consejos para evitar esta práctica

Veamos algunas recomendaciones para conseguir que los niños no tengan -o reduzcan- el hábito de comer con el móvil cerca:

  • Hazle partícipe de la elaboración de la comida. Si tu hijo a ayudado a elaborar un plato, aunque sea simplemente decorándolo, prestará más atención a la comida cuando vaya a comérsela.
  • Convierte la hora de la comida en un momento divertido. Para que el peque no acabe con el móvil en la mano porque “se está aburriendo” puedes hablarles de los alimentos qué está comiendo, preguntarles por lo que les apetece hacer el fin de semana, contarles una historia…
  • Pon un límite de uso de la tecnología. A veces los horarios ayudan a que los niños se organicen mejor y si pones límites para que no usen los móviles todo el día puedes ofrecerles que durante la comida no lo cojan.
  • Da ejemplo. Obviamente, si no quieres que el niño coja el móvil en la comida no lo hagas tú tampoco. Como es lógico, siempre puede haber excepciones y esto también puedes explicárselo.

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