En la adolescencia existen un sinfín de emociones que tus hijos empiezan a sentir y que deben entender. El amor en la adolescencia se vive muy intensamente, y cuando se acaba puede ser todo un drama.
Cuando les ocurre esto es importante que los padres estén a su lado para darles su apoyo y sobre todo, para que no se sientan abandonados emocionalmente. Quizá te parezca que no es para tanto, pero recuerda lo fuerte que se siente todo en la adolescencia.
Cómo se siente tu hijo o hija adolescente
Cuando le rompen el corazón a tu hijo o hija adolescente, puede que piense que no hay nada en el mundo que merezca la pena, que no encontrarán a nadie que les vuelva a querer.
A los problemas de un corazón roto que han existido siempre, se suma la imagen irreal que las redes sociales arrojan sobre la vida, la amistad, las experiencias y el amor. Todo está tan idealizado en las redes sociales que los adolescentes pueden sufrir todavía más.
No hay una respuesta fácil o una solución rápida, pero hay pasos a seguir para ayudar a tu hijo o hija adolescente a curar su corazón roto.
- Valida sus emociones. No quites importancia a su dolor, porque para él o ella será un mundo.
- Ayúdale a canalizar a sus emociones. Una emoción se puede expresar de mil maneras diferentes, y la tristeza no es menos.
- Recuérdale que en la vida hay que depositar la felicidad en diferentes pilares (familia, amigos, amor, tiempo libre, aficiones, plan de vida, objetivos...) y que no se puede depositar toda la energía en un solo pilar, porque si se desmorona no quedará nada.
- Lo único que sirve para un corazón roto es el tiempo. Es importante que esto se lo recuerdes a tus hijos que sólo con el tiempo empezarán a ver las cosas de otra manera.
- Dale consejos siempre que te lo pida pero evita entrometerte demasiado o hablar como si tuvieras la verdad.
- Anímale a abrirse con sus amigos de verdad y a apoyarse en los que quiere y en los que le quieren.

El amor adolescente es estimulante y a la par insoportable. Si recuerdas tu pasado, esta rabia adolescente es normal cuando una relación no sale bien. Y quizá ahora a tu hijo le pasa exactamente lo mismo.
Es fácil decir a tu hijo adolescente que lo superará, pero cuando se lo digas no te va creer. Está claro que tu perspectiva tiene décadas de experiencia y retrospectiva, pero el adolescente no tiene esta información y experiencia. Recuerda lo que es tener el corazón roto. Recuerda lo que es amar con todo el corazón con la inocencia de las primeras veces.
El amor no recíproco no es el fin del mundo. Los que lo hemos vivido, sabemos que una ruptura es un bache en el camino, pero tú no entendiste cuando eras joven y tu hijo tampoco lo hará. Recuerda esto para hablar con tus hijos desde la empatía y no desde la sabiduría.
Puedes recordarle que en la vida hay muchos amores que llegan en momentos diferentes. Aunque ahora duela en poco tiempo se empezará a sentir mejor.