Entre el 20% y el 40 % de niños en edad escolar presentan problemas socioemocionales que afectan a su capacidad de aprendizaje, comportamiento y autoestima. Este impacto ha generado una preocupación importante en el ámbito educativo y de salud mental.

Por un lado, los problemas socioemocionales pueden afectar directamente en el rendimiento del alumno. Interfieren en la capacidad de un niño para concentrarse, participar en el aula o retener información, por decir algunos ejemplos. De hecho, es cada vez más común que estudiantes sufran de estrés, ansiedad o depresión.
Sumado a ello, los niños que enfrentan problemas socioemocionales pueden mostrar comportamientos desafiantes o inapropiados en el aula y en otros entornos sociales. Pueden tener dificultades para regular sus emociones y comportarse impulsivamente, lo que puede afectar negativamente las relaciones que tienen con sus compañeros y maestros.

Asimismo, los problemas socioemocionales pueden afectar la percepción que un niño tiene de sí mismo. La baja autoestima puede conducir a una falta de confianza en sus propias habilidades y talentos, lo que, a su vez, puede limitar su disposición para enfrentar nuevos desafíos y buscar oportunidades de desarrollo personal.
"Aquellos que hemos dado clase en institutos sabemos que las principales carencias en los alumnos de estas edades no son sus conocimientos o sus capacidades, sino sus emociones", afirma el profesor y asesor curricular de inteligencia emocional Toni García Arias, que ahora presenta Educación emocional para todos (editado por LoQueNoExiste), un libro en el que ofrece las claves para enfrentar este problema en el hogar y en las aulas. Y lo hace de manera sencilla y práctica, mostrando los principios de psicología positiva de los que sus propios alumnos ya se han beneficiado.
En Educación Emocional para todos, Toni García Arias aborda la importancia de promover la inteligencia emocional en el ámbito educativo. Reconoce que el desarrollo de habilidades emocionales en los niños es fundamental para su bienestar psicológico, su rendimiento académico y sus relaciones interpersonales.
A lo largo del libro, el maestro Toni comparte anécdotas y experiencias vividas en sus aulas, ofreciendo ejemplos concretos de situaciones en las que la educación emocional ha tenido un papel transformador en la vida de los estudiantes. Además, proporciona estrategias y actividades que los educadores y padres pueden implementar para fomentar el desarrollo emocional de los niños.
Lecciones teóricas y prácticas para vivir mejor
Potenciar las fortalezas y educar las emociones mejora el carácter y aumenta el rendimiento académico de los alumnos y la productividad de los trabajadores, asegura el autor. Además, expone que la mejor manera de enfrentarnos a la vida y de triunfar en ella es tener en cuenta lo siguiente:
- Aprender a resistir la frustración: la frustración es una emoción natural que todos experimentamos en algún momento de la vida. Definitivamente, aprender a manejarla y enfrentar los desafíos con resiliencia y paciencia es esencial para superar obstáculos y seguir adelante.
- Evitar la ansiedad: la ansiedad puede ser un obstáculo significativo para el rendimiento y el bienestar emocional. Desarrollar habilidades para manejar el estrés y la ansiedad es clave para mantener un equilibrio emocional y mejorar el rendimiento en distintos ámbitos de la vida.
- Vivir conforme a nuestros valores: sin lugar a duda, conectar con nuestros valores personales y vivir de acuerdo con ellos nos proporciona una sensación de propósito y dirección en la vida. Esto contribuye a una mayor satisfacción en lo personal.
- No caer en la depresión: es fundamental reconocer la importancia de mantener una salud mental adecuada y buscar ayuda profesional si es necesario. La depresión puede afectar gravemente el bienestar emocional y la capacidad de funcionar de manera óptima.
- Ser tenaces en la consecución de nuestras metas: la perseverancia y la determinación son cualidades que nos ayudan a alcanzar nuestros objetivos a pesar de los desafíos y las dificultades que puedan surgir en el camino.

- No dejar de soñar: además de todo ello, mantener la capacidad de soñar y tener aspiraciones en la vida es esencial para mantener la motivación y la esperanza en el futuro. Los sueños pueden ser la fuerza impulsora detrás de nuestros esfuerzos y logros.
El autor subraya que al adquirir y ejercitar estas competencias, no solo mejoramos nuestras propias vidas, sino que también estamos en posición de transmitirlas a nuestros hijos y a las personas que nos rodean.
Al proporcionarles estas herramientas esenciales, contribuimos a construir una vida plena y emocionalmente equilibrada para ellos y para nosotros mismos. Así, se fomenta un entorno propicio para el crecimiento personal y el bienestar emocional de todos los involucrados.
Educar para la vida

"Educación emocional para todos es una introducción práctica y amena a los principios de la psicología positiva aplicados tanto al ámbito personal como al pedagógico, porque para educar antes, hay que aprender ¿y qué mejor guía puede haber para ello que un maestro?”, dice el autor.
Saber cómo enfrentar de manera productiva los problemas y miedos que nos provoca la sociedad moderna y aprender a controlar nuestra actitud y a resolver los conflictos cotidianos son las claves para una existencia más plena, y es vital que padres y maestros sean conscientes de su importancia y den un lugar prioritario a la educación emocional de los menores.