"Mi experiencia con la lactancia y el trabajo: cómo lo logré"

Conversamos con Celia Padilla, matrona y fundadora de Oh Mama Matrona, acerca de las diferentes opciones en el proceso de lactancia y los estigmas sobre las madres que deciden no amamantar.
Una madre se relaja con su bebé en brazos
Una madre se relaja con su bebé en brazos (RG)

Fascinada por la naturaleza humana y el cuerpo de la mujer, Celia Padilla decidió desempeñar su carrera profesional como matrona “acompañando y guiando a las madres (y padres) en un momento tan crucial en la vida, como es la llegada de un bebé”.

Hoy, además de acompañar a las demás, también cuida mucho de sí misma, ya que está embarazada (en el momento en el que se publicó este reportaje en la edición papel de Ser Padres) y vivir esta experiencia en primera persona le ha hecho confirmar la creencia de que con la debida formación e información relacionada con el proceso, las expectativas son más realistas para “afrontar el parto y el postparto en calma”.

Esta profesión se ha vinculado tradicionalmente al acompañamiento en el embarazo y asistencia al parto”, señala Padilla. No obstante, la matrona asegura que durante toda la lactancia también son “esa figura profesional de ayuda y acompañamiento para que se establezca la lactancia de forma adecuada, mantenerla todo el tiempo que la mujer lo desee (lactancia prolongada) y también para finalizarla”.

No onstante, se pueden producir problemas recurrentes durante la lactancia materna.

Madre e hijo
Madre e hijo (RG)

Las dificultades de la lactancia materna

En efecto, las elecciones en torno a la lactancia materna, que no es para todas las madres, suelen ser un dolor de cabeza para muchas madres.

La causa de que algunas de ellas dejen de dar el pecho antes de los seis meses, tiempo mínimo recomendado por la OMS, tiene que ver, según Padilla, con un “mal asesoramiento, falta de información previa o expectativas poco realistas de lo que supone amamantar”.

Asimismo, recuerda que también existen factores socioculturales, “como las bajas de maternidad y paternidad, que son insuficientes”, y que hacen que “conciliar la vida laboral con la maternidad, especialmente si se da lactancia materna, suela ser complejo”.

Una madre y su bebé, en el agua
Una madre y su bebé, en el agua (RG)

Trucos para la vuelta al trabajo

Si se quiere continuar con la leche materna tras la vuelta al trabajo, Padilla considera indispensable crear un banco de leche materna, que se verá condicionado por el tipo de trabajo, las horas ininterrumpidas de la jornada y si existe la opción del teletrabajo o la posibilidad de hacer descansos para realizar las extracciones.

“Lo ideal es que la leche se consuma fresca, pero ante su imposibilidad, la leche materna aguanta 4-6 horas fuera de la nevera (a una temperatura no mayor de 25 ºC), 3-5 días en nevera y unos 6 meses en el congelador”. Si se sabe que no se va a consumir en las próximas horas, lo mejor es que tras la extracción se lleve directamente al congelador para que conserve al máximo posible sus propiedades.

La matrona puntualiza que pasados los seis meses, “es decisión de la familia si esa leche que se le ofrece es materna o iniciamos una lactancia mixta (ofreciendo también leche de fórmula). En ambos casos se puede y se suele dar el biberón”.

Una embarazada se toca la tripa
Una embarazada se toca la tripa (RG)

“Ser madre no es una competición”

Padilla reconoce que existe un estigma y un “juicio que nace de la incomprensión” sobre aquellas mujeres que no desean amamantar. “Siempre digo que las criaturas necesitan madres felices, ya sea dando pecho o fórmula. Todas las opciones son respetables, declara.

Pero la matrona lamenta que hagan lo que hagan, las madres siempre se encontrarán con un “pero”, a pesar de que, como asegura, “la maternidad no va de competiciones. Dar pecho o biberón no te define como madre y no te hace mejor o peor”.

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