Los ftalatos son compuestos químicos utilizados desde hace décadas para dar flexibilidad, color o aroma a plásticos y productos de cuidado personal. Están presentes en cosméticos, envases, detergentes, juguetes y textiles. Su uso masivo hace que la exposición sea casi inevitable, y diversas investigaciones los han vinculado con efectos adversos sobre la salud hormonal, reproductiva y del desarrollo infantil.
Estos compuestos son considerados disruptores endocrinos. Pueden interferir con el sistema hormonal incluso en dosis bajas, especialmente durante el embarazo, cuando los sistemas del feto están en plena formación. Estudios previos ya habían asociado su exposición prenatal con alteraciones neurológicas y cambios en el desarrollo cognitivo infantil.
Un estudio reciente realizado por equipos científicos de las universidades de Emory, Carolina del Norte en Chapel Hill y Columbia reveló que la exposición prenatal a ftalatos podría alterar el metabolismo y el desarrollo cerebral del recién nacido.
La investigación, publicada en abril de 2025 en Nature Communications y liderada por la Escuela de Salud Pública Rollins de Emory, es pionera en demostrar que estos compuestos, comunes en productos de uso cotidiano, pueden atravesar la placenta e impactar directamente la biología del bebé antes del nacimiento.
Los hallazgos sugieren que los ftalatos influyen de forma temprana en el sistema metabólico del neonato, abriendo nuevas preguntas sobre sus posibles efectos a largo plazo en la salud neuroconductual infantil.
Una cohorte prospectiva para estudiar exposición, metabolitos y desarrollo
El estudio se llevó a cabo en el marco del Atlanta African American Maternal-Child Cohort entre 2016 y 2018. Se incluyeron 216 embarazadas afroamericanas sanas, sin enfermedades crónicas ni medicación habitual.
Se analizaron niveles de metabolitos de ocho ftalatos en orina materna recolectada en dos momentos de la gestación: entre las semanas 8-14 (visita 1) y entre las semanas 24-30 (visita 2).
Tras el parto, se obtuvieron muestras de sangre del talón del recién nacido que permitieron realizar un análisis metabolómico de alta resolución. Adicionalmente, se evaluó el funcionamiento neuroconductual del lactante mediante la escala NICU Network Neurobehavioral Scale (NNNS) aplicada entre las semanas 2 y 4 de vida.
La combinación de datos de exposición, metaboloma y desarrollo neuroconductual permitió realizar un análisis cruzado inédito. Se buscó identificar si existían metabolitos alterados vinculados tanto a la exposición prenatal como a un bajo rendimiento en atención o arousal en los lactantes.
"Este fue el primer estudio que demostró que la exposición de una madre a los ftalatos puede afectar el metaboloma de su bebé y también el primero en demostrar que estos cambios biológicos pueden afectar el desarrollo del recién nacido", dijo Susan Hoffman, autora del estudio y graduada del programa de doctorado en epidemiología en la Escuela de Salud Pública de Rollins.
"Esto es importante porque existe la creencia común de que la placenta protege al bebé de muchas sustancias dañinas, pero este estudio apoya que los ftalatos pueden atravesar la placenta y realmente afectar la biología del bebé incluso antes de que nazca y afectar negativamente su desarrollo con el tiempo".

Primer hallazgo: alteraciones en el metaboloma del recién nacido
De las 13.680 señales iniciales en el análisis metabolómico, 7.191 fueron válidas para el estudio. Se identificaron cientos de características metabólicas asociadas a distintos metabolitos de ftalatos, y estas diferencias variaban según el momento del embarazo.
El análisis reveló que muchas vías metabólicas afectadas estaban relacionadas con el estrés oxidativo, inflamación aguda o de bajo grado y metabolismo de vitaminas (K, B6, B5, E, B3). Pero destacaron especialmente las alteraciones en las vías de metabolismo de triptófano y tirosina, esenciales para el desarrollo cerebral.
Entre los metabolitos identificados se encontraron tirosina, triptófano, serotonina, serina y tiroxina, todos con funciones clave en neurotransmisión, maduración neuronal o regulación hormonal.
Estas alteraciones podrían tener implicaciones a largo plazo en la salud neurológica infantil.
Segundo hallazgo: menor atención y respuesta a estímulos en los bebés
En el análisis "meet-in-the-middle" (MITM), se cruzaron los datos de exposición con los de metabolitos y evaluaciones neuroconductuales. Los resultados mostraron una relación entre niveles elevados de ftalatos y peores puntuaciones en atención y arousal en los recién nacidos.
Estas asociaciones estuvieron mediadas por una disminución en metabolitos como 5-hidroxitriptófano, serotonina, tirosina, serina y fenilalanina, todos ellos precursores de neurotransmisores esenciales como dopamina y serotonina.
La presencia reducida de estos compuestos podría limitar la maduración sináptica y afectar la capacidad de respuesta y regulación emocional en etapas posteriores.
Aunque el estudio no prueba causalidad, la coherencia entre los cambios bioquímicos y los indicadores de neurodesarrollo sugiere una vía de impacto biológico directa, iniciada por la exposición a ftalatos durante el embarazo.
"Una vez que las mujeres embarazadas están expuestas a los ftalatos, estas sustancias químicas no solo entran en su cuerpo e interrumpen el metabolismo materno, sino que estas exposiciones también afectan el metabolismo y el funcionamiento neuroconductual de los recién nacidos," dijo Donghai Liang, autor del estudio y profesor asociado de salud ambiental en la Escuela de Salud Pública Rollins.
"Descubrimos que estas sustancias permanecen con ellos en el cuerpo después de que nacen, ya que vimos algún indicio de una interrupción biológica que ocurre entre los bebés recién nacidos que tiene un impacto adicional en el sistema de neurodesarrollo".

Implicancias de los hallazgos para la salud materno-infantil
Este estudio proporciona evidencia de que los ftalatos pueden atravesar la placenta y modificar el metaboloma del bebé, afectando rutas clave para el desarrollo del sistema nervioso. Esta alteración se produce antes del nacimiento y se refleja en conductas del lactante semanas después del parto.
Los resultados también subrayan la importancia del momento de exposición. Las exposiciones en el primer trimestre parecen tener mayor impacto, coincidiendo con etapas críticas de la organogénesis cerebral.
Este hallazgo sugiere la necesidad de considerar la "ventana de vulnerabilidad" gestacional en futuras políticas de salud ambiental.
Además, la identificación de metabolitos ambientales exógenos y biomarcadores de humo de tabaco en los recién nacidos refuerza la utilidad de la metabolómica como herramienta para estudiar exposiciones combinadas. Esto abre una vía para futuros estudios sobre exposiciones mixtas y salud del desarrollo.
Límites, fortalezas y próximos pasos en la investigación
Entre las limitaciones del estudio se encuentra la falta de información detallada sobre dieta, tipo de parto o uso de sustancias durante el embarazo. También se utilizó una sola muestra de orina para estimar exposición a ftalatos, lo que podría no reflejar la variabilidad individual. Aun así, se trata de una metodología aceptada por estudios previos.
En cuanto a fortalezas, el estudio incluyó una cohorte prospectiva bien caracterizada, un análisis metabolómico de alta resolución y una evaluación validada del desarrollo infantil. Es uno de los primeros estudios en usar sangre de talón del bebé para analizar exposiciones prenatales con este nivel de detalle.
Los autores destacan que es necesario confirmar estos hallazgos en cohortes más grandes, incluir análisis de exposición a mezclas de contaminantes y realizar seguimientos a largo plazo para evaluar el impacto en la infancia y adolescencia.
También se plantea investigar si es posible intervenir clínicamente cuando se detectan alteraciones tempranas.

Una alerta sobre productos cotidianos durante el embarazo
Los resultados de este estudio representan un avance en la comprensión de cómo las exposiciones químicas comunes durante el embarazo pueden modificar la biología del bebé antes del nacimiento.
La identificación de alteraciones en metabolitos clave para el desarrollo neurológico debería guiar nuevas estrategias de prevención.
Reducir la exposición a ftalatos requiere de cambios estructurales, regulación de productos y mayor información al consumidor.
Mientras tanto, las mujeres embarazadas pueden tomar precauciones, como evitar el uso de plásticos con calor, revisar ingredientes en cosméticos y optar por productos etiquetados como "libres de ftalatos".
Referencias
- Hoffman, S.S., Tang, Z., Dunlop, A. et al. Impact of prenatal phthalate exposure on newborn metabolome and infant neurodevelopment. Nat Commun. (2025). doi: 10.1038/s41467-025-57273-z