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Por qué 'El Pollo Pepe' no es una chorrada de cuento: la explicación viral

El escritor Jorge Corrales ha publicado un hilo viral en Twitter en el que defiende con argumentos por qué ‘El Pollo Pepe’ “es una obra de orfebrería.

El Pollo Pepe es uno de los cuentos infantiles más populares a nivel mundial. Es difícil que no haya pasado por una casa que tenga o haya tenido niños pequeños, y es también uno de los más regalados por abuelos, tíos, primos y amigos. Incluso quien no tiene hijos o hijas lo conoce, a lo que ayuda también el hecho de que se venda en ediciones especiales con el peluche de su protagonista. Es tan famoso el cuento que hay toda una secuela de historias creadas a raíz de la original, todas obra de Nick Denchfield y Ant Parker, escritor e ilustrador respectivamente.

Lo curioso de El Pollo Pepe es que también genera una reacción común en muchos de sus lectores adultos: “Este cuento es una chorrada”, es, más o menos, el pensamiento compartido por muchas personas que se lo han leído a sus hijos, nietos o sobrinos. Pero ha llegado un escritor (y guionista), Jorge Corrales, popular en Twitter por sus hilos literarios, sobre todo los que tienen relación con Berlín, ciudad en la que residió, y nos ha hecho reflexionar a muchos de los que pensábamos que El Pollo Pepe era más un producto de marketing que un cuento infantil muy bien escrito.

Repetición y suspense

En un hilo viral, Corrales analiza por qué El Pollo Pepe, “el libro que más veces he leído en mi vida”, dice, es un producto de literatura infantil de calidad. “Después de leerlo unas mil millones de veces me he dado cuenta de que tiene una estructura narrativa compleja”, asegura.

Destaca Jorge Corrales en primer lugar “la utilización de la repetición” como una de las claves del cuento. “Las páginas del pollo Pepe comiendo son prácticamente iguales, cambia solo el ingrediente… O eso creemos”, se contradice. A continuación, profundiza en esta idea: “Cada página de introducción al pop up sirve de premisa. Si alguna vez habéis contado un chiste o habéis hecho un truco de magia, sabéis que hay que establecer una situación normal para después darle la vuelta. Sin la premisa, no hay giro final o magia”, explica.

En el caso de El Pollo Pepe, Corrales cuenta que “La premisa de este cuento nos puede parecer una tontería como adulto, pero para un niño de 2 años es comprensible: Un pollo que come”. Y destaca que no tengan fondo sus ilustraciones, que no distraiga al pequeño lector, que se puede centrar de lleno en la citada premisa. “Y no solo eso. La premisa nos concede un elemento único, muy adulto… Suspense”.

El suspense lo aportan el escritor y el ilustrador con las frases incompletas, los puntos suspensivos y las ilustraciones potentes, y en tres dimensiones, que llegan a continuación. Jorge Corrales pone como ejemplo la del primer plano del pico de El Pollo Pepe. “Al igual que acabo de hacer yo en los tuits anteriores, he dejado la información importante oculta para que el lector busque seguir leyendo. Una estrategia que es tan antigua como contar historias, pero que para niños funciona a la maravilla”, apunta.

El conflicto del ‘El Pollo Pepe’

La tercera clave que pone en valor el escritor Jorge Corrales de El Pollo Pepe es que el personaje sí tiene un conflicto. “¿Pero cómo va a tener un conflicto el pollo Pepe? Pues sí, lo tiene”, dice el guionista.

Expone Corrales que no es casualidad que El Pollo Pepe se acerque cada vez más a los granos de comida en cada página del cuento. Esto, dice el escritor, “marca el miniarco del personaje. Cada vez está más cerca de su objetivo”. Pero el objetivo no son los granos de comida, como sabrás si has llegado hasta el final de El Pollo Pepe en alguna ocasión.

“El conflicto real me lo descubrió mi hija pequeña. A lo mejor son solo mis hijos, pero en cuanto aparece un personaje infantil, ya sea un animal pequeño o un bebé, siempre preguntan lo mismo: ¿Dónde están sus papás?”, reflexiona Jorge Corrales. Efectivamente, Pepe aparece solo a lo largo del cuento, sin la compañía de su mamá. “Para ellos, ver un personaje en esa situación es un reflejo de lo que más pueden temer: estar solos sin un adulto”, comenta Jorge Corrales.

Y, por ello, la última página del cuento infantil es decisiva. De repente, llega el giro final. Jorge Corrales explica así la aparición de la mamá de Pepe en un tamaño gigante, tanto que es en formato desplegable esta página. “Después de haber establecido una estructura y un conflicto, los autores del Pollo Pepe se marcan un Shyamalan en toda regla. Da un giro brutal para un niño de 2 años”, asegura.

Por todo lo descrito, Jorge Corrales que El Pollo Pepe no es una “chorrada”. “Quería mostraros cuán complejo puede ser escribir un cuento para niños de dos años. El Pollo Pepe es una obra de orfebrería. Por eso, deberíamos tener el máximo respeto por los escritores y dibujantes y no pensar que juntando cuatro imágenes ya tenemos literatura”, concluye.

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