Las recomendaciones de Álvaro Bilbao para que los padres se impliquen en la crianza como las madres

Una buena relación padre e hijo/a es esencial para el desarrollo de los niños y niñas en cualquier etapa, según afirman los expertos.
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Si eres papá o vas a serlo, seguro que quieres tener una buena relación con tu pequeño/a. Debes saber que lograrlo es muy importante pues, según Unicef, “tener una relación afectuosa e incondicional con tu hijo o hija es esencial para su crecimiento”.

En un artículo publicado en el blog de su web (www.unicef.org), la organización define la paternidad como la relación que los hombres establecen con sus hijas e hijos en el marco de una práctica compleja en la que intervienen factores sociales y culturales, que además se transforman a lo largo del ciclo de vida.

Tener una relación afectuosa e incondicional con él o ella significa mantener una relación que vaya más allá de proveerle económicamente. Se trata, sobre de todo de brindar una crianza respetuosa: cuidar, criar y educar con buen trato y mantener un clima de diálogo y respeto con la madre y la familia, es parte del trabajo que los padres deben asumir, apuntan desde Unicef sobre el rol del padre en la crianza de los hijos.

 ¿Qué es ser una papá activo según Unicef?

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia apunta que ser un papá activo es:

  • Ser partícipe del cuidado diario, la crianza y la estimulación de tu hijo o hija.
  • Ser corresponsable de la crianza, compartiendo con la mamá las tareas domésticas y cuidados, tales como: alimentar, vestir, pasear, hacer dormir, jugar, bañar y enseñar a tu hijo o hija.
  • Estimular el desarrollo de tu hijo o hija en cada etapa de su vida.
  • Tener una relación afectuosa e incondicional con él o ella.
  • Criar de manera respetuosa, poniendo límites con buen trato. * Ser un papá presente implica proveer económicamente, pero es mucho más que eso.
  • Estar involucrado en todos los momentos del desarrollo de tu hijo o hija: embarazo, nacimiento, infancia temprana, niñez y adolescencia.
Un padre dando el biberón a su hijo - Getty Images

Sin embargo, lograr todos estos objetivos no es tarea fácil, por lo que hemos rescatado las claves que el neuropsicólogo Álvaro Bilbao recomienda para que los papás se involucren tanto como las mamás en la crianza de los hijos.

Este experto ha colaborado con la Organización Mundial de la Salud, la Unión Europea o el Children Center de Nueva York y lleva toda su vida profesional ayudando a familias; conoce el funcionamiento del cerebro (su libro “El cerebro del niño explicado a los padres” ha llegado a más de 300.000 lectores).

Ahora acaba de publicar "Prepárate para la vida", pero asegura que su experiencia más valiosa ha sido educar a sus propios hijos: “Al igual que tú, me he sentido perdido y frustrado, pero gracias a ellos, decidí aprender a educar de una manera distinta a cómo me educaron a mi”, sostiene Bilbao.

Respecto a la implicación de los padres en la crianza de los hijos comparada con la de las madres, Bilbao afirma que, “aunque hemos progresado mucho desde la generación de nuestros padres la equidad todavía no es una realidad en muchos hogares”.

El psicólogo reflexiona sobre su propia experiencia y la de otras familias que conoce y en su blog www.alvarobilbao.com recomienda una serie de claves para conseguir que los padres se involucren tanto como las madres en la crianza de los hijos. Te contamos algunas de ellas a continuación

Recomendaciones de Álvaro Bilbao para que los padres se impliquen tanto como las madres en la crianza de los hijos

Antes de sugerir sus consejos, Bilbao aclara que su intención no es levantar ampollas en la pareja sino que el objetivo es que cada uno piense sobre su forma de actuar en lo que a educación de los hijos se refiere y, sobre todo, ayudar a fortalecer el vínculo de los papás con sus hijos. Para ello el experto aconseja:

1.Entender que implicarse en la crianza de los hijos es un privilegio

Aunque criar a un niño implica esfuerzo y sacrificio, “poder sentarte en la primera fila de la vida de tus hijos es la experiencia más alucinante que vas a vivir”, sostiene el psicólogo. Eso sí, añade que tendrás que cambiar pañales, dar biberones y tumbarte en la alfombra a jugar con ellos. “Solo así podrás descubrir que junto a ellos vas a pasar los mejores momentos de tu vida”.

2.Comienza a asumir responsabilidades pronto

Como recuerda Álvaro Bilbao hay algunas responsabilidades que solo puede hacer la madre como, por ejemplo, dar el pecho, pero la gran mayoría de las tareas pueden ser realizadas indistintamente por el padre o la madre.

Y una de las mejores maneras de crear un potente vínculo padre e hijo es asumir responsabilidades desde el minuto cero, según el psicólogo. En su caso, cuenta que él se convirtió en el responsable de bañar a su hijo todos los días: “Esa fue mi primera gran responsabilidad”, confiesa y apunta que fue genial asumirla.

3.¡Atención con las madres heicóptero!

No es recomendable criticar al padre cuando está haciendo algo con el bebé, según Bilbao. “Si la madre es una pareja helicóptero puede desanimar al que se enfrenta a la paternidad sin mucho entusiasmo”, advierte el experto.

En este sentido, da dos consejos, uno para cada progenitor.

Para el padre: “No dejes que tu pareja te arruine las ganas de estar con tu hijo, defiende tu derecho a tener tus responsabilidades sin interrupciones, críticas, ni auditorías externas”.

Para la madre: “Si quieres que tu pareja y tu hijo construyan una relación maravillosa, no te entrometas”.

4.Nadie nace sabiendo

El desconocimiento puede provocar temor a hacerlo mal y comenzar a desarrollar habilidades tanto de juego como educativas puede llevar tiempo y voluntad. En este sentido, Bilbao afirma que puede ser útil leer buenos libros o inscribirse a cursos online.

Los padres que comprenden la importancia de su papel en el desarrollo de sus hijos no solo se implican más sino que disfrutan haciéndolo. - Getty Images

Lo que está claro, asegura Bilbao, es que los padres que comprenden su importancia en el desarrollo físico e intelectual del niño y saben o aprenden como hacerlo no solo se implican en la crianza, sino que, además, disfrutan más.

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