Las encuestas fiables acerca de cuál es el tipo de comida favorita de los niños y niñas son muy escasas. En los últimos 20 años apenas hemos encontrado tres estadísticas sobre esta cuestión, por lo que parece evidente que es necesario que alguien les dé voz y podamos así salir de dudas y comprobar lo que parece que es cierto: que no hay sorpresas con sus comidas favoritas.
Hay que remontarse 20 años para una primera pista sobre la comida favorita de los niños y niñas. Fue una encuesta que hizo entre más de 600 peques la cadena de televisión Fox Kids. Ninguna sorpresa en los resultados: el 46,8% de los menores, hoy veinteañeros, se decantó por la pizza y la pasta, y el pollo (15,5%) fue el segundo alimento favorito, a mucha distancia. No hay evidencias pero, de haber concretado, seguramente estaban hablando del pollo frito, tipo fingers, aunque nos quedamos con las dudas.
Sí sabemos qué decía aquella estadística sobre el postre favorito de los niños y niñas de los dosmil: el yogur se imponía, aunque con poca diferencia con respecto a la fruta. 24,7% por 22,8%. Aquí sí se puede hablar de sorpresa, ya que los helados (10,1%) o las natillas (14,7%) quedaban descolgadas.

Este estudio, de todos modos, queda demasiado lejos en el tiempo. Más cerca, aunque todavía a cierta distancia temporal, es la estadística de una encuesta de la tienda online Croquetas Ricas de la que se hicieron eco nuestros compañeros de la revista Mia. La tienda contactó con colegios de la Comunidad de Madrid, entrevistando a 100 niños y niñas de entre 10 y 12 años, a los que pregunto por su comida favorita.
El resultado coincide con la encuesta de trece años antes, ya que el 41% de los menores eligieron la pizza por delante de la pasta (27%). Las hamburguesas, un “invento” cuyo boom ha sido más reciente que el de los básicos de la comida italiana, ya se colaba en tercera posición (13%), por delante del pollo (7%). Datos residuales para las salchichas (5 %), las croquetas (4 %), las patatas fritas (2 %) y el arroz (1 %). Ni rastro de las frutas, verduras y legumbres, alimentos que no puede faltar en la dieta de los niños en verano (ni en invierno) según una nutricionista.
Y tampoco los datos de las bebidas mejoraban en términos nutricionales porque la preferencia de los niños eran los refrescos con gas. Un 57% concretamente. El agua, segunda en la encuesta, se queda en el 34%; los zumos (6%) y los batidos (3%), opciones nada saludables, quedaban lejos.

¿Cuáles son los platos favoritos de los niños españoles?
Nos ha costado, pero hemos podido encontrar una tercera estadística, mucho más reciente, de noviembre de 2023. El único pero es que es una fotografía incompleta porque solo se refiere a las meriendas, aunque demuestra que la tendencia no ha variado demasiado con el paso de los años en lo que respecta a las comidas favoritas de los peques.
La fuente es el 'Libro Blanco sobre Meriendas Infantiles', un informe realizado por cinco autores que han revisado 176 artículos científicos de ámbito nacional e internacional, todos ellos de reconocidas fuentes, que impulsó la Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos Frescos (AEFY).
Según este documento, el bocadillo con embutido es la comida favorita de los niños y niñas españoles para merendar. Esta opción se impone a otra comida malsana, las galletas y bollería, la favorita del 37,1% de los menores para merendar. La fruta o el yogur, por su parte, solo está presente en el almuerzo de la tarde del 7,3% de los niños y niñas, concluye el informe liderado por del doctor Ramón de Cangas, dietista nutricionista. Aquí tienes algunas ideas de meriendas naturales y divertidas para los niños en verano que pueden sustituir al bocadillo de embutido y las galletas.
La conclusión que se extrae de estos números —la nuestra, por lo que es subjetiva— coincide con la de la encuesta epidemiológica sobre la percepción y hábitos de Salud de las familias españolas sobre nutrición infantil, otra fuente muy interesante sobre la alimentación en la infancia.
En sus conclusiones, los firmantes del documento advierten que “los hábitos nutricionales de los niños españoles no son adecuados, así como, tampoco, el grado de concienciación de sus padres”, y defienden que “se hacen necesarias más estrategias para mejorar la educación alimentaria como vía de prevención de problemas de salud relacionadas con la alimentación”. Entre esas estrategias, las pantallas tienen su importancia porque un estudio reciente ha demostrado que las pantallas inciden en el consumo compulsivo de alimentos ultraprocesados en adolescentes.