Según un estudio reciente realizado por Google, la edad media para tener el primer móvil es de 11 años y antes de eso, los niños suelen compartir dispositivos con familiares. El informe de la gran compañía tecnológica se presentó en un evento que reunió a destacados expertos en crianza y psicología infantil quienes compartieron estrategias y recursos para ayudar a las familias a proteger a sus hijos en línea y fomentar un bienestar saludable en el hogar.
El psicólogo, escritor y conferenciante especializado en familia y crianza Alberto Soler fue uno de los expertos que participaron en el encuentro y reflexionó sobre los hábitos digitales que son más frecuentes entre las familias y aconsejó la mejor forma de actuar al respecto.

¿Cómo encontrar un equilibrio entre el mundo digital y el mundo analógico? se pregunta el autor de “El gran libro de la crianza”. La clave principal, asegura, es estar presentes: “Educación digital significa estar presentes y acompañarles también en el mundo digital porque no hay dicotomía entre los dos mundos: los dos forman parte, hoy en día de la realidad de los menores”.
Sin embargo, “lo que no hacemos en el mundo real lo hacemos en el mundo digital”, según Soler y añade que en muchas ocasiones los padres no acompañan adecuadamente a sus hijos en el uso de pantallas: “Igual que les acompañas al parque, a los cumpleaños infantiles, aunque en muchas ocasiones, no te apetezca, cuando nuestros hijos comienzan a hacer uso de internet y de las pantallas, también hay que estar a su lado y ser conscientes del uso que hacen de ellas”.

Además, el psicólogo aconseja otros hábitos saludables de cara al uso de la tecnología y resalta la importancia de practicar con el ejemplo: “No es congruente poner a nuestros hijos unas normas o requisitos para el uso de sus móviles o dispositivos si nosotros no los cumplimos”, sostiene el psicólogo.
Por ejemplo, añade que, si hay que silenciar el teléfono durante las comidas, este criterio debe cumplirlo toda la familia, no solo los menores. En el mismo sentido, también afirma que es conveniente que todos cumplan el mismo horario que se ha establecido para el momento de apagar el teléfono. Además, es aconsejable tener una estación de carga común, fuera de las habitaciones, para los dispositivos tecnológicos de todas la familia.
“Si los padres cumplen los mismos criterios que sus hijos en lo concerniente al uso de pantallas, esto les va a dotar de credibilidad ante ellos y será más fácil que los niños cumplan los hábitos y normas marcados de antemano”, considera, por último el experto especializado en crianza.
TAMBIÉN LEE: