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Zinc en el embarazo: funciones principales y beneficios

Aunque el zinc es un nutriente imprescindible para el buen funcionamiento de nuestro organismo (y lo es aún más en el embarazo), suele ser uno de los grandes olvidados. Por ello descubrimos en esta ocasión por qué es tan importante durante la gestación.

El zinc es un oligoelemento que encontramos en nuestro cuerpo en pequeñas cantidades. Desempeña un papel esencial en el metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas. Aunque es cierto que es muy popular por su efecto sobre el cabello, la piel y las uñas, además de sus propiedades antioxidantes contra el estrés oxidativo. Pero sus beneficios y virtudes no acaban ahí.

Durante el embarazo, mantener una alimentación variada se convierte en una de las mejores opciones a la hora de que la futura mamá obtenga muchos de los nutrientes que su cuerpo necesita en una etapa y un momento tan importantes. Pero, a la hora de obtener determinados nutrientes, se hace necesaria la suplementación no solo durante el embarazo, sino incluso mucho antes de que la concepción se produzca.

En lo que al zinc se refiere, nos encontramos ante un mineral con bastantes beneficios asociados, el cual es igual de importante durante la gestación. Y todo ello a pesar de ser uno de los menos conocidos en este sentido (mucho menos, por ejemplo, que el ácido fólico o el hierro, solo por citar algunos pocos ejemplos).

¿Qué es el zinc? ¿En qué consiste?

El zinc es un oligoelemento que desempeña un papel importante tanto en el desarrollo como en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Es, por así decirlo, un mineral poderoso que ofrece muchos beneficios, incluso para la salud de la mujer embarazada y el bebé en desarrollo.

Podemos encontrarlo de forma natural en ciertos alimentos, y también puede ser agregado a la dieta en forma de suplementos.

¿Por qué el zinc es tan importante durante el embarazo?

Es ampliamente conocido que el zinc es fundamental a la hora de mantener un sistema inmunológico saludable, estimular el crecimiento y desarrollo normal del cuerpo, ayudar a la cicatrización rápida de heridas y, sobre todo, ayudar con el metabolismo del ADN.

Pero, en lo relacionado al papel tan importante que el zinc ejerce durante la gestación, sus beneficios son diferentes para la mujer embarazada y para el feto.

Foto: Istock

Alimentos ricos en zincFoto: Istock

¿Cuáles son los beneficios del zinc para las mujeres embarazadas?:

  • Ayuda a mantener un sistema inmunológico fuerte.
  • Ayuda a equilibrar las hormonas, tan importantes para la adecuada evolución del embarazo.
  • Ayuda en la producción de la placenta.
  • Evita infecciones intrauterinas.

¿Cuáles son los beneficios del zinc para el desarrollo del bebé?:

  • Aumenta tanto la producción como el funcionamiento del ADN.
  • Estimula el crecimiento celular, esencial para el desarrollo y crecimiento del bebé.
  • Brinda un soporte estructural a las diferentes proteínas que forman las células.

Requerimientos de zinc durante el embarazo

La ingesta diaria de zinc durante el embarazo depende, en gran medida, de la edad que la mujer tenga. Pero, para obtener una idea aproximada acerca de los valores de ingesta diaria recomendados, podemos fijarnos en el siguiente apartado:

  • Embarazada de 18 años de edad o menos: 12 miligramos
  • Embarazada de 19 años de edad o más: 11 miligramos

Además, durante la lactancia materna también existe una ingesta diaria recomendada de zinc:

  • Mamá que da el pecho de 18 años de edad o menos: 13 miligramos
  • Mamá que da el pecho de 19 años de edad o más: 12 miligramos

¿Cuáles son las principales fuentes alimenticias de zinc? Alimentos más ricos en zinc

Lentejas

Las lentejas son una fuente excelente tanto de vitaminas como minerales. Y el zinc se caracteriza por ser uno de ellos. Además, también son ricas en fibra y proteínas, por lo que es muy aconsejable incluirlas en nuestra dieta diaria.

Garbanzos

Es conocido que los garbanzos son una buena fuente de fibra y proteínas, motivo por el cual son tremendamente adecuados para vegetarianos y veganos. Además, poseen una ventaja adicional, y es que ayudan a mejorar la digestión, por lo que pueden ser interesantes para ayudar a que la embarazada se mantenga alejada de la acidez y otros problemas digestivos tan comunes durante esta etapa.

Yogur

El yogur es un producto lácteo fermentado muy rico en zinc. De hecho, una taza de yogur proporciona alrededor de 1,4 miligramos de este mineral.

Se ha demostrado que su consumo regular ayuda a mejorar la salud cardiovascular e intestinal, y a mejorar la inmunidad. Eso sí, no vale cualquier yogur: es fundamental optar por yogur natural sin azúcares añadidos.

Semillas de sésamo

Se estima que 100 gramos de semillas de sésamo aportan alrededor de 7,8 miligramos de zinc. El sésamo, además, es una fuente excelente de fitoesteroles, unos compuestos que ayudan a controlar el colesterol. Mientras que la sesamina es de cierta utilidad a la hora de equilibrar las hormonas.

Anacardos

Además de deliciosos, y adictivos, también son tremendamente nutritivos. De hecho, en un puñado de anacardos encontramos alrededor de 1,6 miligramos de zinc, además de grasas insaturadas y proteínas.

Semillas de calabaza

Dado que el zinc es fundamental para la fertilidad del hombre, es muy común que se recomiende el consumo de semillas de calabaza a aquellos hombres que desean tener un bebé.

Pero no solo son una fuente excelente de zinc. También poseen un elevado contenido en grasas omega-3 (muy conocidas por ser saludables) y magnesio.

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