El chocolate, consumido con moderación y de forma esporádica, tiene ciertos beneficios para la salud. Vamos a enumerar algunos de ellos, siempre recordando que la dieta de los niños debe ser sana, equilibrada y variada, por lo que el chocolate hay que verlo como un "capricho" para tomar de manera ocasional.
- Es rico en magnesio, lo que fortalece los músculos y da mucha energía. Además es rico en antioxidantes.
- También mejora el rendimiento intelectual, por lo que beneficia enormemente a mejorar la memoria. Esto se debe también a los antioxidantes, que protegen frente al envejecimiento, y mejoran el flujo de sangre al cerebro.
- Contiene una sustancia estimualnte, parecida a la cafeína, que se llama teobromina, pero tiene menor intensidad que esta, por lo que no nos quitará el sueño ni a los adultos ni a los más pequeños.
- Lo podemos comer en muchísimos alimentos: desde bizcochos, hasta fundido a la taza. Es uno de los alimentos más versátiles y consumidos en nuestra sociedad.
- Si te gusta más amargo, puedes comer chocolate puro, lo que le dará un toque más agridulce a la receta. Sin embargo, si eres de los que se decanta por el dulce, tu chocolate perfecto será el blanco, pues contiene más azúcar que el resto, ¡ojo! hay que vigilar el azúcar que consumen los niños.
- Se cree que los españoles consumen más de 3 kilogramos de chocolate al año, y aún así hay países que doblan el consumo por persona.
- No tienes por qué consumirlo como desayuno. Es perfecto para tomarlo de postre, o como merienda, varíando sus acompañantes dependiendo del momento, o comiéndolo solo.
Ficha
Tiempo de preparación min
Tiempo de preparación 121min
Tiempo de cocción 45min
Porciones 4
Tipo de receta (n/a)
Ingredientes
200 g de chocolate negro (preferiblemente con un contenido de cacao del 70% o más)
1/2 taza (120 ml) de crema espesa
2 cucharadas de mantequilla
1 cucharadita de extracto de vainilla
Una pizca de sal
Opciones para decorar: cacao en polvo, coco rallado, nueces picadas, azúcar glas, etc.
Preparación

Trocea el chocolate en pedazos pequeños y colócalo en un tazón resistente al calor.
En una cacerola pequeña, calienta la crema espesa a fuego medio hasta que comience a hervir. No dejes que hierva completamente.
Vierte la crema caliente sobre el chocolate picado. Deja reposar durante unos minutos para permitir que el chocolate se derrita. Luego, remueve hasta obtener una mezcla suave.
Agrega la mantequilla, el extracto de vainilla y una pizca de sal. Mezcla bien hasta que la mezcla esté completamente combinada y suave.
Cubre el tazón con film transparente y refrigera la mezcla durante al menos 2 horas o hasta que esté lo suficientemente firme para formar bolitas.
Con las manos ligeramente humedecidas, forma pequeñas bolitas con la mezcla de chocolate y colócalas en una bandeja para hornear.
Rueda las bolitas en cacao en polvo, coco rallado, nueces picadas, azúcar glas o cualquier otro recubrimiento de tu elección.
Vuelve a refrigerar las delicias de chocolate durante al menos 30 minutos antes de servir.