Náuseas durante la lactancia: por qué ocurren y cómo tratarlas según ginecólogos expertos

Es muy probable que ya sepas que las náuseas -matutinas o no- son tremendamente habituales durante la gestación. Pero ¿sabías que también pueden surgir durante la lactancia materna? Suelen durar algunas semanas, aunque en la mayoría de los casos desaparecen a medida que la lactancia avanza.
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Las náuseas durante la lactancia son un fenómeno menos conocido que las náuseas matutinas del embarazo, pero pueden ser igual de incómodas para muchas madres. Aunque estos síntomas suelen disminuir a medida que avanza la gestación, en algunos casos pueden persistir después del parto y continuar durante la lactancia. Esto puede resultar frustrante, especialmente para aquellas madres que ya experimentaron náuseas intensas durante el embarazo. La sensación de malestar puede afectar la experiencia de la lactancia, pero entender las causas y cómo manejarlas puede ayudar a aliviar estos síntomas.

Las náuseas, aunque disminuyen a medida que la gestación avanza, en ocasiones pueden no desaparecer hasta poco después del parto.

lactancia materna - Getty Images

Comprendiendo las náuseas en la lactancia

En ocasiones, las madres también pueden surgir náuseas durante la lactancia materna. En estos casos, lo más frecuente es que la embarazada ya tuviera náuseas durante la gestación, continúen después del parto y, finalmente, sigan durante la fase de lactancia

Persistencia de náuseas tras el embarazo

Las náuseas que se presentan durante la lactancia pueden estar relacionadas con las experiencias previas durante el embarazo. Muchas mujeres que sufrieron náuseas intensas mientras estaban embarazadas encuentran que estos síntomas no desaparecen inmediatamente después del parto. En algunos casos, las náuseas pueden continuar durante las primeras semanas o incluso meses de lactancia. Este fenómeno puede deberse a la persistencia de cambios hormonales y físicos que el cuerpo experimenta durante el embarazo y que no se resuelven de inmediato tras el nacimiento del bebé.

Impacto de los cambios hormonales

Los cambios hormonales juegan un papel crucial en la aparición de náuseas durante la lactancia. La oxitocina, una hormona esencial para el proceso de lactancia, puede influir en el sistema digestivo. Durante la lactancia, la succión del bebé estimula la liberación de oxitocina, lo que puede desencadenar el reflejo de eyección de leche. Aunque este proceso es fundamental para la lactancia, la oxitocina también puede afectar otras funciones corporales, como el sistema digestivo, provocando náuseas en algunas madres. Además, si la oxitocina se administró de forma sintética durante el parto, puede haber un aumento en los síntomas de náuseas y vómitos.

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Mujer con dolor -istock

Factores que contribuyen a las náuseas postparto

Si ahora mismo estás dando el pecho, y de vez en cuando sientes náuseas, es muy probable que pienses que la principal “culpable” es la lactancia materna. Sin embargo, la realidad es bien diferente: la lactancia materna no es una causa directa.

Medicamentos y depresión posparto

La depresión posparto es un trastorno serio que afecta a muchas mujeres después del nacimiento de su bebé. En algunos casos, el tratamiento de la depresión posparto puede incluir el uso de antidepresivos, que pueden tener efectos secundarios como las náuseas. Aunque estos medicamentos son generalmente seguros durante la lactancia y no afectan al bebé, pueden causar malestar en la madre. Es importante diferenciar entre la tristeza posparto, que es común y temporal, y la depresión posparto, que requiere atención médica adecuada. El manejo correcto de la depresión posparto es crucial para el bienestar de la madre y el bebé.

Importancia de la alimentación y la hidratación

Una alimentación adecuada y una correcta hidratación son fundamentales para prevenir las náuseas durante la lactancia. Las madres lactantes necesitan consumir entre 400 y 500 calorías adicionales al día para satisfacer las demandas energéticas de la producción de leche. Si la ingesta calórica es insuficiente, pueden aparecer síntomas de hambre, que a su vez pueden provocar náuseas. Además, la deshidratación es un factor de riesgo significativo. Se recomienda que las madres lactantes beban aproximadamente 700 ml adicionales de agua al día para compensar la pérdida de líquidos a través de la leche materna. Mantenerse bien hidratada puede ayudar a reducir las náuseas.

La fatiga y su relación con las náuseas

La falta de sueño y la fatiga son comunes durante los primeros meses de vida del bebé y pueden contribuir a la aparición de náuseas. La privación de sueño puede afectar el sistema digestivo y ralentizar el vaciado gástrico, lo que puede provocar malestar estomacal. El estrés y el agotamiento físico también pueden exacerbar estos síntomas. Es importante que las madres intenten descansar siempre que sea posible y busquen apoyo en su entorno para manejar el cansancio. Dormir cuando el bebé duerme y aceptar ayuda de familiares y amigos puede ser beneficioso para reducir la fatiga.

Consideraciones de un nuevo embarazo

Si las náuseas persisten varios meses después del parto, es importante considerar la posibilidad de un nuevo embarazo. Las relaciones sexuales sin protección pueden llevar a un embarazo no planificado, y las náuseas pueden ser uno de los primeros signos. Realizar una prueba de embarazo puede aclarar la situación y permitir a las madres tomar decisiones informadas sobre su salud y la de su familia. Es esencial estar atenta a los cambios en el cuerpo y buscar asesoramiento médico si se sospecha un nuevo embarazo.

Consejos útiles para tratar las náuseas durante la lactancia materna

La mayoría de las opciones de tratamiento que se siguen durante la lactancia materna a la hora de reducir las náuseas son absolutamente las mismas que durante la gestación. Por tanto, si ya las sufriste en el embarazo es muy probable que debas hacer lo mismo que hacías en su momento para disminuirlas y controlarlas.

Alimentos recomendados antes de amamantar

Consumir ciertos alimentos antes de amamantar puede ayudar a reducir las náuseas. Los carbohidratos complejos, como los cereales integrales, pueden ser beneficiosos. Comer pequeños bocadillos con frecuencia, como frutas secas, frutos secos o galletas saladas, puede mantener estables los niveles de azúcar en sangre y disminuir el riesgo de náuseas. Tener estos alimentos a mano puede ser una estrategia efectiva para controlar el malestar.

Estrategias de hidratación efectiva

Mantenerse hidratada es fundamental para combatir las náuseas durante la lactancia. Beber agua regularmente, incluso antes de sentir sed, puede prevenir la deshidratación. También se pueden incluir otros líquidos, como sopas y caldos, en la dieta diaria. Algunas madres encuentran que sus náuseas mejoran significativamente al aumentar su ingesta de líquidos. Tener una botella de agua accesible en todo momento puede facilitar este hábito.

La importancia de la paciencia y el tiempo

Aunque las náuseas pueden ser incómodas, es importante recordar que suelen ser temporales. En muchos casos, los síntomas mejoran o desaparecen por completo en el primer mes después del nacimiento del bebé. Tener paciencia y permitir que el cuerpo se ajuste a los cambios hormonales y físicos es crucial. Si las náuseas persisten o empeoran, es recomendable buscar asesoramiento médico para descartar otras causas subyacentes.

Causas de las náuseas durante la lactancia

¿Se pueden prevenir las náuseas durante la lactancia?

Al igual que es posible disminuir muchas de las molestias asociadas a las náuseas matutinas durante el embarazo, o incluso prevenirlas en algunos casos, durante la lactancia materna también es útil seguir algunos consejos básicos que podrían ser de cierta ayuda:

Snacks saludables y alimentación adecuada

Prevenir las náuseas durante la lactancia puede ser posible con una dieta adecuada. Tener a mano snacks saludables, como galletas integrales o frutas secas, puede ayudar a mantener el hambre a raya. Una dieta equilibrada, rica en nutrientes, es esencial para el bienestar de la madre y el bebé. Evitar largos periodos sin comer y optar por comidas pequeñas y frecuentes puede ser una estrategia efectiva.

Avoidance de alimentos grasos o picantes

Evitar ciertos alimentos que pueden desencadenar náuseas es una medida preventiva importante. Los alimentos grasos o picantes pueden aumentar el riesgo de reflujo gastroesofágico, lo que puede agravar las náuseas. Optar por comidas más ligeras y fáciles de digerir puede ayudar a reducir el malestar. Identificar y evitar los olores o sabores que provocan náuseas también puede ser beneficioso.

Descanso y apoyo familiar durante la lactancia

El descanso adecuado es esencial para prevenir las náuseas durante la lactancia. Dormir lo suficiente y buscar apoyo en la pareja, familiares y amigos puede aliviar el estrés y la fatiga. Aprovechar los momentos de descanso cuando el bebé duerme y delegar tareas cuando sea posible puede mejorar el bienestar general. El apoyo emocional y práctico del entorno cercano es fundamental para una experiencia de lactancia más placentera y libre de malestar.

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