Ser Padres

10 trucos de padres para organizarse en casa con dos bebés

Dieciséis tomas al día, veinte cambios de pañales, dos baños... Parece una tarea imposible, pero todos los papás salen adelante. ¿Cuáles son las claves?

Tener dos niños a la vez es una doble fuente de alegría, pero también de trabajo. Las necesidades del recién nacido, que no son pocas, se multiplican por dos: dos tomas, dos baños, dos mudas, dos cambios de pañal, dos bebés llorando...
Al principio es normal sentirse desbordado, parece que el día nunca va a llegar a su fin y la noche no suele ser precisamente un remanso de paz… Pero, con el tiempo, y sobre todo con una buena organización y mucha logística, todo adquiere un tono de normalidad y la pareja disfruta mucho con sus dos bebés.
Para echar un cable a los apurados papás, hemos hablado con 5 padres de mellizos. Ellos, mejor que nadie, saben cómo manejarse mejor en las situaciones caóticas que a veces viven los papás por partida doble. Toma buena nota.

1. Sincronizados van mejor (si se puede)

“La matrona de los cursos posparto nos enseñó a ‘sincronizar’ a nuestros mellizos en todos los ámbitos posibles y este ha sido el concepto clave para organizar nuestra vida familiar. Al mes, cuando los dos ya mamaban bien, fuimos aproximando sus horarios hasta lograr que tomaran el pecho juntos, luego empezamos a introducirles los sólidos a la vez y más adelante, hicimos lo mismo con las comidas, juegos, baños...
Procuramos que los dos hagan lo mismo a la vez. A ellos no les molesta, ya que están acostumbrados a estar juntos desde el útero. Y a nosotros nos supone un enorme ahorro en tiempo y energía poder atender los dos a la vez porque hacen la misma actividad.”
Víctor, padre de dos gemelos de 3 años y una niña de 5.

2. Pero, ojo, aunque sean mellizos, no son clones

“Si un mellizo es mucho más nervioso que el otro, no te empeñes en que se duerman a la vez. Yo lo hice y luego me ha costado mucho regular el sueño de la niña. El pediatra me explicó que cada niño tiene su propio reloj biológico y aunque para nosotros sea útil que hagan las cosas a la vez, no siempre se puede y no hay que forzarles. Hay que tener paciencia. Si respetamos sus necesidades, a la larga todo va mejor.”
Ana María
, mamá de una niña y un niño de 4 años

3. Todo apuntado

“Con tanto jaleo en casa y el cansancio acumulado es muy difícil recordarlo todo. Para no pasar nada por alto, llevaba una agenda con los gustos y costumbres de cada bebé. Es útil para informar al pediatra sobre el comportamiento de los pequeños”.
Carol, mamá de mellizos por partida doble (de 5 y 2 años)
 
“Yo escribía en una tabla con dos columnas lo que tomaba cada uno en cada momento, las siestas, cacas y cambios de pañal. Así es más fácil hacerse una idea de cómo evoluciona cada uno. Y de paso, también se pueden ocupar de ellos varios personas (el padre, la niñera, etc.) sin necesidad de muchas explicaciones.”
Ana María

4. Un entorno seguro

“En el lugar donde pasáis más tiempo durante el día, cread un espacio donde poder dejar a uno de ellos sin preocuparos mientras os dedicáis al otro. Puede ser una cunita o un parquecito con ruedas – lo único que importa es que sea un sitio seguro.”
Susana, mamá de un niño y una niña de año y medio

“Vamos mucho a casa de los abuelos y, lógicamente, allí no tenemos hamaquitas. A mi madre se le ocurrió comprar dos barreños grandes (de los de tender la ropa) y ponerles cojines dentro. Ya tienen sus miniparque de emergencia”.
Víctor

“Siempre cambio los pañales a mis mellizas encima de una manta en el suelo. Así puedo atender al segundo crío en un caso de emergencia sin poner en peligro la seguridad del peque al que estás cambiando en ese momento.”
Alba, mamá de dos niñas de 20 meses

5. Baños: de uno en uno

“Ten todo preparado para no perder de vista en ningún momento a alguno de los niños, cuando estos estén en el cambiador o en la bañera”.
Víctor
 
“Para poder asear a los dos sin la ayuda de otra persona, pongo la bañera en el suelo del baño. Mientras uno disfruta de su baño, el otro está sentado en la hamaca al lado, entretenido mirando a su hermanito.”
Susana

“A partir del sexto mes, son muy prácticos los asientos de baño de plástico que se fijan en la bañera e impiden que el bebé pueda deslizarse debajo del agua. Así puedo secar tranquilamente a una de los crías, mientas la otra aún puede chapotear un ratito más en el agua, completamente segura.”
Alba

6. Necesitan estar juntos

Después de pasar nueve meses juntos en la tripa de mamá, suelen dormir mejor si los acostamos juntos, incluso en una misma cuna gemelar, que sea grande para que no se molesten, durante los primeros meses (esto va muy bien en los gemelos idénticos, que compartían una misma bolsa en el útero).
Víctor

7. Pero también separados

“Si tenéis suficiente espacio, ¡conseguid dos parquecitos! Vienen genial cuando tenéis que hacer alguna cosa urgente en otra habitación y no podéis llevar a los niños con vosotros. El amor entre hermanos a veces puede volverse realmente violento.”
Carol

8. Lactancia múltiple

“Al principio les daba de uno en uno, sin horarios, cuando lo pedían. Pero en cuanto dominé la técnica, siempre que era posible (a veces uno tenían hambre y otro no), les amamantaba a la vez con la ‘postura del balón de rugby’ que evita que se den patadas entre sí: los bebés maman tumbados boca arriba, cada uno debajo de un brazo de la madre.”
Susana

“Pusimos a nuestros mellizos en el mismo almohadón para amamantar. Así podía sujetar al mismo tiempo las dos cabecitas, cada una en un pezón, sin dificultad.”
Ana María

9. Anticiparse con el biberón

“Siempre tenía los biberones preparados antes de que empezasen a llorar de hambre y si lo hacían los dos a la vez, les ponía en las hamaquitas y les daba a uno con cada mano. Cuando lo haces cuatro o cinco veces coges, mucha práctica y funciona a la perfección."
Carol

10. Sólidos

Es mejor empezar a introducirles los nuevos alimentos, cuando el papá pueda echar una mano, bien un fin de semana o en vacaciones.”
Susana

“A la hora de comer, lo más práctico es colocar a los dos en las hamacas o las tronas uno al lado del otro y el adulto en frente. Y entonces, solo es cuestión de repartir la comida a la izquierda, a la derecha, a la izquierda, a la derecha...”.
Ana María
Asesor: Dr. Florencio de Santiago, pediatra

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