La prevención es la mejor solución
Un niño no deja de ser un pequeño explorador que intenta cada día saber más de su entorno. Y para ello va a tocar todo lo que esté a su alcance; siendo muy común que lo que descubra se lo lleve a su boca. Para no correr riesgos los padres deben tomar una serie de medidas que no está de más recordar como: guardar productos de limpieza como lejías o detergentes en zonas fuera del alcance del peque, no permitirle la entrada a la cocina y, la más importante, no guardar sustancias peligrosas en envases de otros productos, especialmente si éstos productos son de alimentación. Un disolvente que se guarde en una botella de agua o zumo es un auténtico peligro en una casa con un niño.
¿Todo producto de higiene o limpieza es tóxico?
Ni mucho menos. Hoy en día hay muchos productos que por normativa legal son testados previamente y no son susceptibles de producir una intoxicación. Obviamente la clave a dilucidar es qué cantidad ha ingerido el niño, pues si bien no todos los productos de limpieza o higiene son tóxicos, ingerir una cantidad elevada de los mismos sí puede ser un problema.

Para ello debéis observar qué parte de contenido del envase falta o si directamente está vacío. Esto determinará si el peque ha tomado una cantidad susceptible de provocar una intoxicación o si apenas ha tomado algo, pues es muy frecuente que el niño al "probar" el producto lo arroje ante el sabor desagradable que le produce.
Otro importante consejo para los padres es observar si hay contenido del producto, ya sea sólido o líquido esparcido en el suelo. Si se encuentran al niño con una botella de leche hidratante vacía pero todo el suelo del baño está lleno de la sustancia es probable que el niño solo la haya derramado, no que la haya ingerido.
¿Qué productos cotidianos no son tóxicos?
Algunos de los productos de nuestro día a día que no son tóxicos para los peques en pequeñas cantidades son:
Productos de uso escolar
Las normativas legales son muy estrictas con este tipo de productos.
Los padres no deben alarmarse si su peque mordisquea una mina de lápiz de colores, se traga un trozo de goma o se come el clásico trocito de cera de colorear o de plastilina. Son productos usados por los niños desde muy corta edad, de ahí que todos los productos "aptos para uso escolar" no sean susceptibles de causar intoxicación alguna en una pequeña cantidad.
Esto también ha afectado a productos que antaño se recomendaban para niños de más de siete años o bajo supervisión de los padres o maestros como purpurinas, pegamentos e incluso acuarelas que actualmente cuentan con todas las garantías para ser usados por niños de todas las edades sin miedo a una intoxicación.
Productos de higiene
En este caso, más que por normativa legal, la reducción de intoxicaciones infantiles por productos de higiene se debe a que los fabricantes de éstos intentan ser lo más respetuosos posibles con el medio ambiente. Productos como jabones, geles de baño, champús, cremas hidratantes, vaselinas ó cacao labial o espuma de afeitar no son peligrosos en pequeñas cantidades.
Alimentos para mascota
La mayoría de comida para mascotas está basada en una mezcla de carnes y sustancias nutrientes. Que un niño se lleve a la boca un trozo de pienso o una bolita o galleta de carne de la comida del perro no debe suponer preocupación alguna.
Papeles
El problema se presenta cuando el niño se traga un trozo de papel o cartón que pudiera suponer un peligro por atragantamiento. Pero mientras no lo haga, "chupar" cartón o papel de periódico ó revista no supone causa de intoxicación. Antaño se creía que lamer el periódico podría causar intoxicación debido a la tinta. Pero las actuales impresiones sólo permiten que la tinta se desprenda a altas temperaturas que obviamente un peque no puede originar con su boca ó lengua. El papel en todo caso se humedecerá.
Tierra o insectos
Que el niño se lleve a la boca un puñado de tierra mojada o algún insecto no supone peligro alguno. Siempre y cuando la tierra no esté tratada con fertilizante o pesticida alguno y sea una pequeña cantidad.

No se debe dar al niño agua, leche, yogurt, aceite y otros "remedios caseros" para paliar el producto que se ha tomado.
¿Y qué hago en caso de intoxicación?
No te recomiendo que provoques el vómito a tu hijo. Lo único que conseguirás es que la sustancia nociva vuelva a entrar en contacto con el esófago y boca del peque.
No se debe dar al niño agua, leche, yogurt, aceite y otros "remedios caseros" para paliar el producto que se ha tomado. Cada sustancia es diferente, se trata de manera diferente y tiene una reacción diferente al contacto con otras así que sin querer podrías estar agravando el problema.
El mejor consejo es llamar al servicio de información toxicológica, 915 620 420. Los padres pueden grabarlo en sus móviles o en tenerlo apuntado en la nevera. A través de él se proporcionarán los mejores pasos a seguir.