Hay contenidos en las redes sociales relacionados con la crianza que son tan útiles y prácticos que bien merecen ser difundidos. Este es el caso de un post reciente del equipo de Solid Starts Español, especialistas en Baby Lead Weaning (BLW) que nos enseñan con ejemplos reales distintos cómo enseñar (y cómo no) a beber a un bebé de un vaso abierto.
Los vasos de aprendizaje, esos que están completamente cerrados y cuyo contenido no se escapa ni siquiera cuando se ponen bocabajo, completamente verticales, son un recurso muy eficaz. No hay duda de que fomentan la autonomía de los peques, que los manejan a su antojo y aprenden rápido que si aplastan la boquilla y los inclinan a la vez, el líquido cae. Al fin y al cabo, son un paso intermedio interesante para alejarles cuanto antes del biberón y acercarles a los vasos abiertos.
Pero hay familias que prefieren directamente enseñarles a beber a sus hijos e hijas pequeñas en vaso abierto. Para todas ellas, la premisa fundamental es no precipitarse, ya que “poner líquidos en la boca del/a bebé antes de que esté listo(a) puede incrementar el riesgo de aspiración y ahogamiento”, explican desde Solid Starts Español. “Espera hasta que esté listo(a)”, añaden.
Consejos concretos
En un post divulgativo sobre enseñar a beber en vaso abierto a bebés, el equipo de especialistas en Baby Lead Weaning comparte imágenes de nueve niños y niñas pequeños mientras manejan con soltura distintos tipos de vasos.
Junto a cada uno de los pequeños frames que conforman el vídeo explicativo, Solid Starts Español comparte consejos muy interesantes que pueden resultarte de ayuda. Son nueve bebés con edades comprendidas entre los 6 meses –edad en la que comienza la alimentación complementaria y la ingesta de agua– y 16 meses; esto es, casi un año y medio–. Por eso hacemos de altavoz de los mismos.
- Vaso pequeño: el primer consejo es empezar con un vaso de tamaño muy pequeño. Una idea concreta que no sea un vaso específico para bebés ni aprendizaje es un vaso como los de chupito o una pequeña taza.
- Vaso sin asas: curiosamente, aunque pueda parecer lo contrario, desde Solid Starts Español inciden en que “un vaso sin asas es más fácil de controlar para bebés”. Además, explican que un vaso que tiene asas puede animar a los bebés a “sacudir y tirar” su contenido ya que les resulta más fácil darles la vuelta.
- Vaso ligero: que los vasos no pesen en exceso es tan importante como que no sean excesivamente grandes por mucho que incorporen asas en su diseño. Y sobre todo los recomiendan desde Solid Starts Español para que los usen los bebés con diferencias en sus extremidades.
- Con forma de tulipán: los recomienda el equipo de Solid Starts Español porque su forma estrecha en el centro y más ancha en la base “suele funcionar” con bebés que están aprendiendo a beber de vaso abierto.
- Cantidades: es otro aspecto destacable del aprendizaje de beber en vaso abierto. No debemos llenar el vaso hasta arriba. Las cantidades óptimas aproximadas de líquido son las siguientes: de 30 a 60 ml para bebés de 6 a 11 meses, ya sea de agua, leche materna o de fórmula.
- Espera a que lo agarre: sobre todo en los primeros compases del aprendizaje de la acción de agarrar un vaso abierto, desde Solid Starts Español recomiendan que esperemos a soltarlo hasta que el bebé lo tenga completamente agarrado. Puedes sostenerlo por debajo mientras él o ella lo agarra con las dos manos.
- ¿Y si no lo agarra?: primero, dale tú de beber llevando el vaso a la boca y, a continuación, retíralo hasta apoyarlo en la trona, bandeja o mesa. dejándolo a una distancia que al bebé le permita llegar a cogerlo.