¿Cómo ve un bebé? Así pasa de las sombras a los colores en solo un año

Una pregunta muy habitual de los padres en la primera visita del recién nacido es “¿Y cómo ve ahora? ¿Nos distingue? La visión es totalmente cambiante desde el nacimiento hasta la edad adulta. Te detallamos los principales hitos y resolvemos las dudas más frecuentes.
bebé ojos

¿Sabías que los bebés, en el momento de nacer y hasta cierto mes, ven en blanco y negro? De hecho, al principio, el pequeño solo verá sombras: no ve el mundo con los mismos ojos que los nuestros. Esta es la respuesta que damos en la consulta del recién nacido y que asombra tanto a las familias. No hay que olvidar que un recién nacido reconoce a su madre por el olor, el tacto, el sonido, pero no tanto por la visión en sus primeros meses de vida.

Los ojos se empiezan a formar durante el embarazo. Exactamente, durante la cuarta semana de gestación. A partir de, más o menos, la 22, sus ojos ya estarán completamente formados, incluidos párpados y pestañas. Además, el bebé también abrirá los ojos antes de nacer. Esto se producirá, aproximadamente en la semana 30 de gestación.

bebé ojos - Getty Images

Cómo ve el bebé durante el primer mes de vida

Para el recién nacido, el mundo está lleno de luces y sombras, sin colores. El bebé solo es capaz de distinguir el contorno de los objetos grandes. La luz directa le provoca cerrar los párpados fuertemente. Además, en las primeras visitas verás como tu pediatra mira con una luz sus ojos para observar lo que se llama el “reflejo rojo”. Esto es indicativo de buena salud ocular ya que si no se observa o es asimétrico puede indicar problemas congénitos como la catarata congénita o un tumor ocular (el más frecuente el retinoblastoma).

Así es la vista del bebé el segundo mes

Su visión comienza a perfeccionarse. El bebé consigue enfocar a distancias más cortas. No es extraño ver que a nuestro bebé si le colocamos un juguete cerca de su cara, como a unos 25 centímetros de distancia, y lo movemos lateralmente, lo seguirá con su mirada, aunque solo durante unos segundos. Prueba con un peluche o un sonajero. Serán vuestros primeros juegos juntos.

En el tercer mes el bebé necesita que le mires fijamente

El bebé empieza a tener una visión más precisa. Capta el contraste entre el blanco y el negro y reconoce tanto los contornos de los objetos como los detalles. Distingue la nariz, la boca y los ojos en la cara de las personas, y puede responder a la mirada y a la sonrisa de la madre (o del padre). Prueba a cogerle en brazos y mirarle fijamente mientras sonríes: el poder de las neuronas espejo hará que tu sonrisa le provoque una sonrisa ya que será capaz de verla con claridad.

Así ve el bebé el cuarto mes de vida

Durante este mes se desarrolla la sensación de profundidad de las imágenes. Ya llega a ver hasta un metro de distancia. Ya es capaz de agarrar un objeto que pasa rápidamente frente a sus ojos, y trata de cogerlo.

A partir de los seis meses, todo cambia. Si notas que tu bebé te sonríe más, puede ser porque ya sepa apreciar las muecas que le haces: aquí empezará a percibir ciertos colores y dejará de ver tanta sombra confusa. Además, los dos ojos empezarán a trabajar en el enfoque de una imagen al mismo tiempo. Es normal que podamos ver que uno de los ojos “se va de lado” hasta que cumple los 6 meses. A partir de este momento, si persiste, deberá ser valorado por un oftalmólogo para descartar un estrabismo y corregirlo de manera precoz.

¿Cómo ve el bebé cuando cumple un año?

Cuando cumple un año, todo se revoluciona aún más. En lo que a los ojos respecta, se perfecciona la visión tridimensional, y su vista es igual a la de un adulto, incluso con la capacidad para distinguir los colores. Es importante hacer que el niño juegue con objetos de distintas formas, colores y texturas y observar cómo se comporta ya que perfeccionará su visión jugando con su entorno.

Sus ojos son 20 veces más sensibles que su propia piel

Cada vez somos más conscientes de la importancia de proteger la piel de los más pequeños con fotoprotectores solares. Sus ojos, que son 20 veces más sensibles que la piel ante el sol, también necesitan una protección adecuada. El cristalino de los bebés deja pasar hasta el 90% de la radiación UVA y el 50% del UVB. Si no se utiliza una protección adecuada se puede provocar un daño a nivel de la retina por lo que tanto los oftalmólogos como los pediatras aconsejan el uso de gafas de sol homologadas desde el momento en que sea posible, máxime en zonas de alta radiación UV.

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