Si tienes un bebé y estás agotada, tenemos una mala noticia: estudio demuestra que el déficit de sueño persiste al menos 18 meses tras el parto

Si miras el vaso medio lleno, esta evidencia te demuestra que la falta de sueño en el embarazo y el posparto es transitoria: volverás a dorir mejor dentro de un tiempo, cuando tu bebé crezca.
Una mujer agotada
El déficit de sueño en el posparto no mejora hasta pasados, por lo menos, 18 meses desde el parto (Midjourney - RG - Una mujer agotada

El sueño es una de las funciones básicas del cuerpo humano, pero durante el embarazo y el posparto, experimenta alteraciones significativas. Muchas madres primerizas notan que su descanso nunca vuelve a ser el mismo desde el momento en que saben que están esperando un bebé. Y no es la razón principal no es el hecho de estar incómoda durante el embarazo, o que el bebé no duerma especialmente bien. Estos son factores añadidos que también impactan en el descanso, pero la realidad es que el sueño cambia en el embarazo y el posparto por varias razones. ¿Qué explica estos cambios? Estas son las conclusiones de un estudio recién publicado sobre el sueño en el embarazo y el posparto.

Un estudio reciente publicado en eBioMedicine ha analizado las modificaciones en los patrones de sueño durante el embarazo y el posparto, arrojando luz sobre cómo evoluciona el descanso de las madres en estas etapas y por qué es tan importante prestar atención a la calidad del sueño.

“El conocimiento actual sobre el sueño durante el embarazo y el posparto se basa en datos limitados de laboratorio o autodeclarados”, señalan los investigadores para justificar su trabajo, que ofrece un recorrido longitudinal y en profundidad muy completo sobre la evolución del sueño en la gestación y tras dar a luz.

Los resultados del estudio indican que el sueño se ve afectado desde el primer trimestre del embarazo y que, en el posparto, la falta de descanso sigue siendo un reto para muchas madres. Pero no se trata solo de una cuestión de fatiga, sino de cómo estos cambios pueden influir en el bienestar físico y emocional.

Una madre y su bebé dormidos en la cama
Un estudio demuestra que el sueño en el posparto no mejora al menos hasta los 18 meses después de dar a luz (midjourney - RG)

Cambios en el sueño durante el embarazo

Desde el inicio del embarazo, el cuerpo atraviesa una serie de transformaciones que afectan la manera en que una mujer duerme. El estudio confirma lo que muchas futuras madres experimentan: dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes y una sensación de cansancio que no siempre desaparece con el descanso.

El estudio, concluyen los investigadores, revela “un aumento inicial del sueño, no cuantificado previamente, seguido de una disminución tanto en la cantidad como en la calidad a medida que avanza el embarazo”.

Durante el posparto, añade el equipo de expertos, “los déficits de sueño persisten durante al menos un año y medio”.

Algunas de las razones que explican estos cambios incluyen:

  • Alteraciones hormonales: el aumento de progesterona tiene un efecto sedante, pero también contribuye a la fragmentación del sueño.
  • Aumento de la micción nocturna: a medida que el bebé crece, presiona la vejiga, lo que provoca que las futuras madres se despierten con frecuencia para ir al baño.
  • Molestias físicas: a partir del segundo trimestre, el crecimiento del abdomen dificulta encontrar una posición cómoda para dormir. Además, pueden aparecer calambres en las piernas o síndrome de piernas inquietas.
  • Sueños intensos: muchas embarazadas reportan sueños más vívidos y pesadillas, lo que también influye en la calidad del descanso.

El tercer trimestre del embarazo suele ser el más desafiante, con un aumento del insomnio y despertares más frecuentes debido, aquí sí, a la incomodidad física y la ansiedad ante la llegada del bebé, factores que se unen a los cambios físicos y cerebrales propios de la gestación.

Estudio sobre la evolución del sueño en el embarazo y el posparto
Fig. 1 Flujo del estudio. De las participantes que cumplieron con los criterios de inclusión de ser el cuidador principal de un niño menor de 1 año. Aquellas que gestaron al niño y tuvieron una duración del embarazo entre 23 y 42 semanas fueron incluidas en el análisis. Las participantes que usaron su dispositivo durante al menos el 80% del día (más de 19 de 24 h) se dividieron en dos cohortes. La cohorte de embarazo consistió en 2540 participantes que usaron su dispositivo portátil durante al menos el 80% del período de referencia (12 semanas inmediatamente antes del inicio del embarazo), así como durante todo el embarazo. La cohorte de posparto incluyó a 2314 participantes que usaron su dispositivo durante al menos el 80% del mismo período de referencia (12 semanas antes del embarazo), así como las primeras 20 semanas después del parto. 1876 participantes estaban en ambas cohortes.

Sueño en el posparto: un descanso fragmentado

Muchas madres esperan que, tras el parto, puedan recuperar el sueño perdido durante el embarazo. Sin embargo, el estudio demuestra que el posparto es una etapa en la que la calidad del sueño sigue siendo un reto.

En este caso, las razones que explican la dificultad para conciliar el sueño y por qué, como concluye el estudio, el déficit de sueño se prolonga al menos durante un año y medio tras el parto, son las siguientes:

  • Lactancia y despertares nocturnos: los recién nacidos requieren alimentación cada pocas horas, lo que interrumpe los ciclos de sueño de la madre.
  • Hormonas y estado emocional: la caída de los niveles de estrógenos y progesterona, sumada al estrés y la responsabilidad del cuidado del bebé, puede dificultar el descanso.
  • Cambios en los ritmos circadianos: la necesidad de adaptarse al horario del bebé hace que muchas madres tengan dificultades para entrar en sueño profundo.

Además, la calidad del sueño se ve afectada por factores como el apoyo familiar y la posibilidad de compartir responsabilidades nocturnas. Si existen, el descanso mejora.

Estudio sobre la evolución del sueño en el embarazo y el posparto
Fig. 4 Cambios en el sueño durante el embarazo. Para todos los paneles, los valores de tiempo negativos representan las 12 semanas previas al embarazo (semana −11 a semana 0, inclusive). Los resultados se muestran para hasta 38 semanas de gestación, que incluye >70% de las participantes (N = 2540). El cero marca la semana anterior al inicio del embarazo (línea discontinua). La semana 1 se refiere a la primera semana de embarazo. a. Tiempo en cama durante el embarazo. El TIB se calculó como el tiempo entre el inicio y el final del registro del sueño nocturno y se normalizó utilizando los valores previos al embarazo por participante (nTIB). La media se obtuvo promediando los cambios de nTIB por participante por semana y luego tomando el promedio entre las participantes (puntos negros), la desviación estándar entre las participantes se representa mediante el área sombreada en gris. b. Gráfico de tiempo en cama (TIB). El tiempo en cama se calculó como el tiempo entre el inicio y el final del registro del sueño nocturno. Cada línea indica el tiempo en cama para diferentes percentiles. Los percentiles se indican mediante texto sobre cada línea. c. Sueño diurno. El número de participantes que tuvieron al menos un registro de sueño durante el día (eventos de sueño que ocurren entre las 10 a. m. y las 8 p. m.) se promedia por semana (puntos negros) y se divide entre el número total de participantes en la cohorte posparto. La desviación estándar por semana se muestra en gris. d. Tiempo total de sueño (TST). El TST se define como la duración del tiempo transcurrido en las etapas de sueño profundo, ligero y REM. La media del TST antes del embarazo se elimina por participante, lo que se conoce como normalización. Primero se promedia por participante por semana y luego entre los usuarios. La línea negra sólida es la media y el área gris sombreada representa la desviación estándar. e. Cambios en la etapa del sueño. El algoritmo de etapas del sueño de Fitbit cuantifica el sueño en las siguientes etapas: profundo (corresponde a la etapa de sueño N3), ligero (corresponde a las etapas de sueño N1 y N2), vigilia y movimiento ocular rápido (corresponde a la etapa de sueño REM). La duración media en cada etapa del sueño antes del embarazo se restó por participante, lo que se conoce como normalización. Los valores normalizados se promedian semanalmente para cada participante y, posteriormente, se promedian semanalmente entre los participantes. f. Eficiencia del sueño. La eficiencia del sueño es el porcentaje de tiempo en cama dormido (TST/TIB). Cada línea indica la eficiencia del sueño para diferentes percentiles. Los percentiles se indican mediante texto debajo de cada línea.

¿Por qué es importante entender estos cambios?

La investigación subraya que la falta de sueño no solo genera fatiga, sino que también puede influir en la salud física y emocional de la madre. Un descanso inadecuado puede aumentar el riesgo de depresión posparto, afectar la regulación emocional y dificultar la lactancia.

Comprender estos procesos en base a evidencias científicas como las presentadas por este estudio puede ayudar a las futuras madres a prepararse mejor y a buscar estrategias que favorezcan su descanso.

Además, pueden ayudar a los profesionales sanitarios y a las pacientes a comprender qué esperar durante el embarazo y el posparto.

Hábitos para mejorar el sueño en el embarazo y posparto

En general, los especialistas recomiendan algunas estrategias para mejorar el sueño en tanto en el embarazo como en el posparto:

  • Dormir cuando el bebé duerme: aunque no siempre es posible, aprovechar las siestas del bebé para descansar es esencial durante el posparto.
  • Pedir apoyo: delegar tareas y compartir responsabilidades nocturnas con la pareja o familiares ayuda a reducir el déficit de sueño.
  • Cuidar la higiene del sueño: reducir la exposición a pantallas antes de dormir, crear un ambiente relajante y establecer rutinas nocturnas pueden mejorar la calidad del descanso.
  • Aceptar la nueva realidad del sueño: comprender que el sueño cambiará por un tiempo y que es una etapa transitoria puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés.

Este estudio refuerza la importancia de visibilizar los cambios en el sueño de las madres y de brindar estrategias de apoyo para mejorar su descanso. Aunque el sueño en el embarazo y el posparto es diferente, adaptarse y encontrar maneras de optimizarlo puede marcar una gran diferencia en el bienestar de la madre y su bebé.

Referencias

  • Madhukar H. Trivedi, Samantha J. Lewis, Rebecca A. Krukowski. Insights into maternal sleep: a large-scale longitudinal analysis of real-world wearable device data before, during, and after pregnancy. eBioMedicine, 2025. DOI: 10.1016/j.ebiom.2025.103123.

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