Tres claves para incluir la gamificación en casa y conseguir que tus hijos obedezcan

Partiendo de la base de que desobedecer es normal en casi todos los niños, hay muchas cosas que podemos hacer para que entiendan las normas. Y muchas están relacionadas con gamificar nuestra casa.
gamificacion

¿Sabías que la principal forma de aprender que tienen los niños es el juego? Aunque creamos que juegan para divertirse, los niños juegan para adquirir conocimiento y para entender el mundo que los rodea. Por eso, si queremos que nos ayuden a hacer algo o queremos que entiendan cualquier cosa, debemos tener muy presente que el juego lo es todo para ellos. Y que será más sencillo que integren cualquier tipo de aprendizaje si se lo transmitimos como un mero juego, como entretenimiento sin más.

Hace mucho tiempo que las escuelas entendieron esta premisa y, entre otras, es una de las razones por las que llegó al mundo de la educación la gamificación. “La gamificación es una técnica de aprendizaje que traslada todo el potencial de los juegos al ámbito educativo”, explican expertos de la UNIR.

Tres claves para conseguir que tus hijos obedezcan a través de la gamificación

Una técnica que tiene mucho potencial no solo dentro del aula, también fuera de ella. En el hogar, sin ir más lejos, las familias pueden poner en prácticas algunas técnicas de gamificación para lograr que sus hijos entiendan las normas y no las trasgredan.

Clave número uno: crea misiones

Si lo que quieres, por ejemplo, es que tus hijos no se vayan de casa con la cama sin hacer o que te ayuden en las tareas del hogar sin que suponga todo un reto, crea varias misiones semanales que habrá que ir completando (como si de un videojuego se tratase).

Las misiones incluirán tareas de la casa (poner y quitar la mesa, sacar la basura, hacer la cama, ayudar a otro ‘jugador’ –sí, ahora todos somos jugadores– sin que te lo tengan que pedir…). Cada uno tendrá que cumplir sus misiones y, además, podrá hacer misiones extra si quiere ganar más recompensas.

virtudes de un niño con TEA - Getty Images

Al final de la semana, repasaremos todas las misiones completadas, coronaremos al ganador y podremos dar recompensas.

Clave número dos: integrando una app

Todo lo que hemos descrito anteriormente será mucho más atractivo para los niños si tenemos una aplicación en algún dispositivo electrónico que nos ayude a contabilizar que todo se está haciendo correctamente.

Por ejemplo, la app Mothershp da puntos a cada jugador cuando confirman que han terminado una tarea (como lavarse los dientes, poner la mesa o pasear al perro). Todos los jugadores son iguales y todos parten de cero puntos.

Una vez que la app marque que se han completado todas, cada jugador podrá escoger el premio que prefiera.

Esta clave es perfecta porque fomenta la superación y la motivación, pero no la competitividad entre unos y otros porque todos terminaréis teniendo vuestra recompensa, sea antes o después (siempre y cuando completéis todas las tareas).

Clave número tres: tabla de rutinas

Está relacionada con las dos anteriores, pero más pensada en llevar un registro de las tareas y de la conducta del menor, así que si el niño no obedece, esta opción puede ser muy buena.

La tabla de rutinas es un material de la Disciplina Positiva que se inculca a los pequeños para que aprendan las normas de convivencia sin castigos ni recompensas o premios.

Prevenir que un niño sea excesivamente rebelde o desobediente o encauzar al niño que ya lo es está en manos sólo de los adultos. Por ello, te explicamos los procedimientos que sigue el niño y que deberás romper.

De acuerdo a Armando Batista, “los peques se identifican con las imágenes de las escenas cotidianas que aparecen en la tabla de rutinas y que ellos mismos protagonizan”. Nos ayudarán a colocarlas en orden dentro de, por ejemplo, un portafotos que se colocará en un lugar que ellos puedan ver para que puedan consultarlo siempre que sea necesario. Cuando termine el tiempo de juego, por ejemplo, habrá que consultar qué viene ahora. “De esta forma, cumplir con las obligaciones diarias se convierte en un juego para los niños y la tabla de rutinas en un amable aliado para los padres”, argumenta el profesional.

Recomendamos en