Imagina una clase de historia en la que los alumnos no solo estudian las pirámides de Egipto, sino que las construyen. Lo que para ellos parece una partida más es, en realidad, una experiencia de aprendizaje llena de retos, lógica, trabajo en equipo y muchísima creatividad. La educación está cambiando…y sí, también pasa por mundos pixelados. Efectivamente, ¡hablamos del videojuego Minecraft! Esos bloques tridimensionales que permite a los jugadores experimentar con sus construcciones, ya sea creando casas, puentes, castillos o lugares complejos.
Minecraft: ¿Mejor que hacer los deberes?
"¿Otra vez con el Minecraft?" Seguramente esa sea la pregunta de muchos padres al ver a sus hijos absortos en la pantalla. Cubo va, cubo viene. Sin embargo, Minecraft es un universo de bloques donde se puede construir casi cualquier cosa que uno imagine. El videojuego ha ganado fuerza en los colegios, en proyectos educativos y en dinámicas de aprendizaje con resultados que merecen nuestra atención.
Para empezar, Minecraft es un juego de un mundo abierto y es uno de los videojuegos ideales para que los niños jueguen por primera vez. Es decir, no hay un objetivo predefinido ni una historia que te arrastre: eres tú, tus decisiones y un entorno lleno de posibilidades. ¿El secreto de su éxito? Libertad total para crear, explorar y revolver problemas. Ahí empieza lo interesante.
Por otro lado, Minecraft puede ser una herramienta complementaria que fomente las habilidades que a veces no se desarrollan tan fácilmente con los deberes tradicionales. La creatividad, la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la colaboración son esenciales en Minecraft y si se usa correctamente, puede ayudar a los niños a aplicar conceptos de una manera práctica y visual, lo que refuerza lo que aprenden en la escuela.
Por tanto, ¿es mejor Minecraft que hacer los deberes? Los deberes ayudan a consolidar el conocimiento académico, no es una cuestión de ver uno mejor que el otro, sin embargo, Minecraft puede actuar como una extensión de ese aprendizaje, haciendo que conceptos como matemáticas o historia sean más fáciles de entender. Así que, ¿por qué no aprovechar lo mejor de ambos mundos?
¿Qué es lo que se aprende jugando?
Desde su lanzamiento en 2011, el juego ha conquistado el corazón de millones de jugadores de todas las edades, pero lo que más ha destacado es su capacidad para ofrecer un espacio donde la creatividad no tiene límites. En lugar de seguir una narrativa fija o cumplir unas misiones predefinidas, Minecraft da rienda suelta a la imaginación.
La conexión entre Minecraft y el aprendizaje de matemáticas, historia e incluso posibilidad de desarrollar habilidades para convertirse en ingenieros, tiene mucho que ver con la forma práctica e interactiva en que los niños se enfrentan a los desafíos del juego. Aunque no es una clase tradicional, Minecraft permite a los jugadores aplicar conceptos de geometría, construyen casas o puentes, en el que deben tener en cuenta el tamaño de las piezas y la simetría. Para lograrlo, deben usar herramientas de medición que ofrece el propio juego. Si un niño quiere construir un edificio de un tamaño específico o una piscina, tendrá que calcular cuántos bloques necesita, contar los recursos y repartirlos. Además, gracias a este mundo virtual los jugadores pueden reconstruir civilizaciones antiguas, investigar sobre monumentos históricos como el Coliseo romano o simular viajes de exploración. Algunos proyectos de aula de algunas escuelas invitan a los estudiantes a construir barcos vikingos o ciudades medievales.

Minecraft en las escuelas
En los últimos años, las escuelas han comenzado a descubrir el enorme potencial educativo que este videojuego tiene para ofrecer. Desde las aulas de primaria hasta las de secundaria, los maestros están incorporando este videojuego para enseñar de una manera más divertida, dinámica e interactiva.
Muchas escuelas están utilizando Minecraft para promover el aprendizaje de STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas). Un ejemplo claro de la integración de Minecraft en la educación lo encontramos en el Proyecto MineMad de la Comunidad de Madrid, la primera liga intermunicipal de Minecraft en la que participaron 28 colegios de la región. El torneo se realizó por primera vez este año con el objetivo de que los alumnos de Educación Primaria de colegios públicos aprendiesen sobre el patrimonio cultural de sus localidades, reconstruyendo monumentos históricos a través del videojuego.
Minecraft: Una forma de jugar y aprender juntos
Hay otra habilidad muy valiosa que no hemos nombrado hasta ahora: el trabajo en equipo. Y es que este juego va mucho más allá de ser una simple diversión digital. A través de la interacción con otros jugadores, los pequeños pueden mejorar sus competencias y aprender a colaborar de forma efectiva. En Minecraft la cooperación es parte del juego y en su modo multijugador, pueden jugar compañeros o amigos para lograr objetivos comunes, ya sea construyendo una ciudad juntos o enfrentándose a algún desafío dentro del juego, sin olvidar que a su vez están aprendiendo a comunicar, trabajar en conjunto y delegar tareas para lograr el propósito compartido. ¿Qué mejor forma de aprender estos aspectos que les servirán también en su vida adulta?

Minecraft también ha llegado a la gran pantalla
Después de años de rumores y mucha expectación, la película de Minecraft ya es una realidad. Su estreno fue en abril de 2025, y se ha llevado a millones de fans del videojuego a la nueva dimensión, pero ¿de qué trata?
La historia gira en torno a dos adolescentes y un grupo de amigos que deben salvar su mundo cúbico de la destrucción provocada por un villano del universo Minecraft, así que prepara esas palomitas y conoce la nueva aventura pixelada en los grandes cines. ¡Un planazo familiar e inspiración para los futuros pequeños!
