Rasgos de la personalidad que comparten los niños altamente sensibles
Los niños altamente sensibles (conocidos por las siglas NAS) comparten unos rasgos de la personalidad que van más allá de sentir todo con mayor intensidad que el resto. Una psicóloga los explica.
Cada vez se escucha hablar más sobre el término ‘altamente sensible’ para hacer referencia a esas personas con una profunda sensibilidad sensorial y emocional. Se han escrito libros y libros sobre el tema, se han llevado a cabo múltiples investigaciones y se ha llegado, entre otras, a la conclusión de que es un rasgo de la personalidad que está con nosotros desde el nacimiento.
Sí, existen los niños altamente sensibles, conocidos por sus siglas NAS (Niño Altamente Sensible) y sí, es posible identificarlos en casa. De hecho, según la psicóloga infantil Úrsula Perona, autora del libro NAS: niños altamente sensibles (Ed. Toro Mítico).
“Este rasgo de la personalidad fue identificado y acuñado por la psicóloga estadounidense Elaine Aron en la década de los noventa”, afirma la profesional. “No se trata de timidez, pues tanto en personas introvertidas como en extrovertidas hay factores comunes que no pueden incluirse dentro de ese tándem opuesto tan conocido”, argumenta también en su libro.

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Como decimos, es algo que acompaña a los niños desde el momento en el que nacen y, a menudo, son las familias las primeras en darse cuenta de que sus pequeños son diferentes o sienten las cosas de forma diferente al resto. Pero, ¿cuáles son esos rasgos que comparten todos los niños con alta sensibilidad y cómo se pueden diferenciar de otros rasgos totalmente normales?
Las características generales de los niños NAS
¿Cómo podemos saber, como padres, que nuestro bebé tiene este rasgo de la personalidad? ¿Cómo identificar las señales en niños pequeños? Úrsula Perona expone a la perfección en su libro las características en las que deberíamos fijarnos. Nosotros recogemos la información aportada por ella:
- Son bastante precavidos con su entorno: no podríamos decir que estos niños son tímidos, pero sí que necesitan un periodo de adaptación en nuevas situaciones y entornos. No se niega a ir a un cumpleaños, pero cuando llega lo observa todo con atención, identifica cosas y reconoce y, después, se integra con cuidado. “Es normal que el ajetreo le sature, no olvides que recibe la información del entorno con muchísima más precisión e intensidad”, afirma la profesional
- Se sienten más a gusto con los adultos: no es porque sean precoces intelectualmente hablando, si no porque con los adultos no se sienten tan juzgados, argumenta Perona
- Puede ser introvertido o extrovertido, pero ambas con matices: el NAS extrovertido disfruta siendo el líder del grupo y el introvertido se agobiará si es el centro de atención
- Más sensibilidad: es común ver que los NAS son más ‘quisquillosos’, que les molesta la textura de la ropa, las etiquetas, la arena en las manos, un arañazo muy pequeño, la suciedad… “Este rasgo puede acarrear un umbral del dolor bajo y no es exageración”, explica Úrsula. Los sabores, la textura o la temperatura de la comida también pueden ser problemas ara él

- Son susceptibles: al recibir tanto estímulos de su entorno, cambiarle las rutinas, por pequeño que sea el cambio, puede alterarle y provocar en él una rabieta
- Tiene todos los sentidos muy desarrollados
- Parece que tiene un sexto sentido ‘emocional’: puede percibir las emociones de quien le rodea, provocando en él gran empatía. “Siempre trata de ayudar a otras personas y animales”
- Suelen ser niños bastante perfeccionistas y, si no sabe gestionarlo, puede provocar frustración en él
- Necesitan tiempo a solas para parar de la explosión sensorial que provoca su alrededor. “Esto le permite poner en orden sus emociones, sus sentimientos, sus aprendizajes y también sus estímulos recibidos”