Qué es el ‘burnout’ y cómo puede afectar a las personas con altas capacidades intelectuales

Se conoce por burnout o síndrome del trabajador quemado, pero también puede aparecer antes de la mayoría de edad. Así afecta en las altas capacidades intelectuales.
adolescente

El ‘burnout’ no es una característica propia y exclusiva de las altas capcidades intelectuales. Como siempre que tenemos ocasión matizamos, la única condición exclusiva, diferencial y a la vez común a todos los casos de personas con altas capacidades es su condición neurológica, cómo funciona su cerebro. Esta característica se expresa de distintas formas, que dan lugar a distintos perfiles de altas capacidades, y hace que estas personas sean más sensibles a cuestiones con el protagonista de esta pieza, el ‘burnout’, también conocido como síndrome del trabajador quemado.

Aunque este es un proceso propio de la edad adulta, de la etapa laboral, es bueno conocerlo y explicarles a nuestros hijos e hijas con altas capacidades que existe y que pueden llegar a experimentarlo en algún momento de su vida. Así podrán aprender a identificarlo.

Explican Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, del gabinete psicológico Altascapaciqué, que el ‘burnout’ es “un proceso de desmotivación y desgaste profesional que aparece tras una etapa de estrés prolongada”. Este proceso, añaden las dos psicólogas, conlleva la “desaparición de la ilusión” y la entrada “en una fase de estancamiento” que puede derivar en “frustración y apatía”.

Algunos síntomas de esta patología mental son el agotamiento; la despersonalización y el cinismo; y la baja realización personal, que conecta de pleno con la citada desmotivación.

Cabe recalcar que este del ‘burnout’ no es un proceso descrito únicamente a nivel psicológico, sino que desde el 2022 se considera una enfermedad profesional por parte de la Organización Mundial de la Salud.

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El ‘burnout’ en las altas capacidades

Como decíamos anteriormente, las altas capacidades intelectuales no predisponen al ‘burnout’ ni son característica propia de esta condición neurológica. Sin embargo, advierten Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez que “sí existen características que comparten las personas con altas capacidades intelectuales que dificultan muchas veces la satisfacción laboral”.

Explican las especialistas en altas capacidades intelectuales que “factores como la necesidad de encontrar sentido a los que hacen, la hipersensibilidad o la dificultad para acatar órdenes sin sentido”, todas ellas comunes en muchas personas con altas capacidades intelectuales, pueden favorecer la aparición de esta enfermedad. “Además, el perfeccionismo, la autoexigencia e incluso la pasión por el trabajo puede provocar que las personas con altas capacidades intelectuales trabajen muchas horas y bajo mucha presión: la de los jefes y la de ellos mismos”, añaden.

Adolescentes

Que los adolescentes conozcan estas patologías

El objetivo, en la infancia y adolescencia, como decíamos al comienzo de esta pieza, es que conozcan la existencia de este tipo de enfermedades, que no se den con ellas de bruces en la vida adulta, o incluso en la adolescencia, si empiezan a trabajar antes o les ocurre algo parecido con los estudios.

La clave para que las personas con altas capacidades intelectuales disfruten de una relación opuesta con el trabajo a la que desencadena el ‘burnout’, el ‘engagement’, según Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, es que encuentren un lugar de trabajo donde se tenga en cuenta su perfil neurodivergente.

Un lugar de trabajo en el que se potencie “el pensamiento arborescente, las ideas innovadoras; la creatividad en la búsqueda de soluciones innovadoras, sin protocolos estrictos; donde encuentres retos constantes que fomenten la auto motivación; el sentimiento de pertenencia y la participación activa; la autonomía personal y la estimulación cognitiva”, concluyen las dos expertas de Altascapaciqué.

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