El motivo por el que los apuntes de algunos niños con altas capacidades intelectuales parecen un jeroglífico indescifrable

Hay peques y adolescentes con altas capacidades intelectuales cuyos apuntes son un caos: símbolos, tachones, dibujos, frases inconexas… Esto puede estar conectado con la forma en la que funciona su cerebro. 
Escritorio propio

La escritora y divulgadora de altas capacidades intelectuales Silvia Pérez Lozano publicó recientemente un post en Instagram en el que explicaba una de las consecuencias compatibles con esta característica neurológica más curiosas que hay: la que se plasma en los apuntes de muchos niños y adolescentes con altas capacidades intelectuales.

“Son un jeroglífico”, dice Pérez Lozano en el citado post sobre los apuntes de sus hijas con altas capacidades intelectuales. Cuando los enseña, se ven tachones, símbolos, dibujos y letra con una caligrafía propia de lenguas ajenas al castellano. Bromas aparte, lo que le ocurre a sus hijas cuando toman apuntes tiene una explicación. Bueno, en realidad, pueden ser varias las compatibles con que esto ocurra, y las altas capacidades intelectuales son una de ellas.

Dice Silvia Pérez Lozano que “la alta capacidad tiene mucho que ver con que los cuadernos de mis hijas sean auténticos jeroglíficos”. El motivo es el de siempre: la esencia de esta característica que tienen, según la ciencia, un 10% de la población. “Lo hemos hablado varías veces y es que su cerebro va tan rápido que el tema motor no le sigue (disincronía)”, señala la especialista.

Una niña, en clase

La disincronía o asincronía en las altas capacidades, tal y como se expone en el manual ‘Altas capacidades: comprensión y desarrollo del potencial‘ (escrito por Alba de Mingo, Maque Salcedo y Blanca Santiago), puede ser de muchos tipos, no solo emocional. Una de las formas que tiene la disincronía interna es la que que relaciona inteligencia y psicomotricidad. 

Lo que ocurre en estos casos es que el cerebro va más rápido que el cuerpo. En este caso concreto de los apuntes, más rápido que la mano. Ni más ni menos. Y por eso aparecen símbolos y todo tipo de recursos que no son más que atajo para que su cuerpo vaya al ritmo de su mente. Esta disincronía es, de hecho, la que hace también que a menudo estas personas se coman palabras cuando escriben. Es más, y esto me consta porque lo he visto con mis propios ojos: pueden releer lo escrito y que su cerebro les engañe, no alertándoles de que se han comido una palabra. 

La cuestión no tiene más solución que trabajar en ello poco a poco, con dice Silvia Pérez Lozano que hace con sus hijas: “Intento trabajarlo con ellas pero sin forzar, entendiendo su limitación pero cómo me cuesta verlo a mí, que era la reina de la limpieza, estructura y orden en mis cuadernos”, asegura.

Además, aunque probablemente no sea el caso de las hijas de Silvia Pérez Lozano, en los casos más graves, la disincronía de este tipo, recuerdan las autoras del manual mencionado anteriormente, puede desarrollar dificultades con el lenguaje escrito: "son precoces en el plano léxico pero muestran dificultades en la escritura, lo que les supone un rechazo". 

No es esta una consecuencia de las altas capacidades intelectuales común a todas las personas que las tienen. Es fruto de la disincronía que existe en algunos casos, pero si es llamativo cuando ocurre porque el resultado es evidente. Y, además, si eres como Silvia Pérez Lozano, ordenada y metódica, te puede poner muy nerviosa o nervioso que tus peques no lo sean.

Así que, ya sabes, si les pasa, quizá sea por una razón neurológica, así que ten paciencia y empatía. Ya lo dice Pérez Lozano: “Es una de esas cosas que tenemos que revisar en nosotros para quitar expectativas que son simplemente propias”, apostilla la experta en altas capacidades intelectuales.

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