Las claves de una experta para que los niños hagan los deberes motivados en la recta final del curso

Louise Rosenheck, directora de pedagogía de Kahoot! aconseja a los padres cuatro claves para que los niños hagan sus deberes motivados y acaben el curso con una sonrisa y la satisfacción del trabajo bien hecho.
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Quedan menos de dos meses para que finalice el curso escolar. En esta recta final, los niños empiezan a mostrar muestras de cansancio y, junto a la llegada del buen tiempo que invita a salir a jugar al aire libre, las ganas de hacer deberes y la motivación por el estudio suelen decaer.

Para terminar el curso con buen sabor de boca y para que los niños realicen motivados los deberes escolares en casa durante este último tramo, Louise Rosenheckdirectora de pedagogía de Kahoot! (una de las tres aplicaciones favoritas de niños y adolescentes según un estudio) proporciona los siguientes consejos prácticos:

1.Implantar una rutina diaria

Es importante fijar un tiempo diario para hacer los deberes y así crear buenos hábitos de estudios, según expertos en pedagogía. - Getty Images

El propósito principal de los deberes es la adquisición de un hábito de estudio que les beneficiará en un futuro. Por eso, es importante establecer unos horarios de sueño, comidas y horas de estudio que se mantengan cada día a la misma hora, una práctica esencial para que los niños tengan rutinas predecibles y constantes. De hecho, crear estos hábitos fomentan la autonomía, mejoran la comprensión del entorno y reducen la ansiedad derivada de los nervios y la incertidumbre de no saber qué hacer.

Además, debido a la importancia que tiene el descanso, Rosenheck aconseja “consensuar con los hijos algunos rituales que ayuden a prepararles para dormir”. Por ejemplo, instaurar siempre el mismo orden a la hora de cepillarse los dientes, ponerse el pijama, leer un cuento y, finalmente, apagar la luz.

2.Controlar, supervisar y ayudar con las tareas lectivas

Madre ayudando a su hija con los deberes - Getty Images

Aunque sea labor y responsabilidad de los hijos, los padres y madres deben vigilar, apoyar y controlar que los niños cumplen con sus tareas, pero dejando siempre que ellos se encarguen de terminarlos. De lo contrario, el niño crece inseguro, se limita su desarrollo y afecta a las funciones que desarrollan los profesores en las escuelas, explica Louise Rosenheck.

Igualmente, la presencia de los padres durante la realización de los deberes debe estar limitada para así favorecer su autonomía y mejorar su rendimiento académico, apunta esta experta. Sus palabras las corrobora un estudio internacional que aclara cuando es positivo y cuando no hacer los deberes con los niños.

3.Poner en práctica el "aprender jugando"

Además de los tradicionales juegos que estimulan el aprendizaje como las cartas, el ajedrez o las damas, existen otras nuevas opciones que los padres y madres pueden utilizar para lograr un interés real por cultivar el conocimiento en los menores.

En eso consiste la gamificación, en llevar a cabo actividades estimulantes y divertidas que permiten aprender de una manera diferente y atractiva, al tiempo que se consigue pasar más tiempo en familia, explica la directora de pegagogía de Kahoot!.

 De hecho, añade, jugar es una de las actividades más importantes en el ciclo de vida de un niño, que beneficia a su desarrollo educativo. Por ejemplo, los juegos de Kahoot! Kids ayudan a los niños a aprender jugando y desarrollar habilidades en matemáticas con la aplicación móvil DragonBox, la lectura con POIO o el ajedrez así como aprendizaje socioemocional y pensamiento estratégico, haciendo un buen uso de las pantallas y reforzando la confianza de los niños en sí mismos con el objetivo de mejorar en la escuela.

4.Un acompañamiento personalizado

Cada niño es un mundo por lo que el acompañamiento personalizado a la hora de hacer deberes es fundamental, según los expertos. - Getty Images

‘Cada persona es un mundo’ y lo mismo ocurre con los más pequeños. Se debe conocer y respetar su desarrollo y ritmos ya que cada niño y niña tiene unas características específicas que han de tenerse en cuenta a la hora de acompañarlos en todos los procesos evolutivos, afirma Louise Rosenheck. 

Los padres y madres deben conocer la forma de ser de su hijo con el objetivo de “tratarle de la manera más adecuada, intentando entender tanto sus capacidades, como su nivel de concentración y grado de autonomía de la que goza el niño”, concluye Rosenheck.

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