Cuando empezaron a tomar medidas era una preocupación casi en exclusiva de las familias, un movimiento pionero que ha obtenido éxitos en distintos municipios vascos. Hoy es una preocupación de ámbito nacional pero en Euskadi nos llevan algunos años de ventaja y de coordinación de los que podemos aprender y tomar nota.
El objetivo era retrasar la edad del primer teléfono móvil para sus hijos. En 2019 “el 99% de chavales que entraban en 1º de ESO con 12 años tenía móvil”, hoy, en el año 2024, las cifras han dado la vuelta y “el 90% que empieza 2º de ESO no tiene móvil”, señala la educadora Miren Ros, promotora de uno de estos grupos pioneros del municipio de Zarautz, en Gipuzkoa.

Adolescentes sin móvil
En una de las escuelas del municipio de Bergara, más del 90% de los estudiantes no tiene teléfono móvil cuando cursan 1º de ESO y en otra del pueblo de Usurbil, el porcentaje es idéntico, en torno al 90%. En Ondarroa llega al 80% de los chicos y las chicas de 12 años que no tienen un dispositivo móvil en el bolsillo y es que la aparición del primer móvil en la vida de los niños preocupa mucho a los padres pero “una vez lo compran muchas veces desaparecen de los grupos porque los padres tiran la toalla”, señala Miren Ros, como si ahí se terminara con el problema y la necesidad de apoyo, de acompañamiento y de control.
Para la filósofa Elsa Punset es evidente que “no necesitamos la estimulación constante” que nos proporciona estar permanentemente conectados a un dispositivo móvil porque entre otras cosas, estamos perdiendo la capacidad de aburrirnos y más cuando hablamos de menores de edad.
Lierni Armendariz Lacunza es educadora y organizadora del grupo que se creó en el municipio de Tolosa en el año 2021 para tratar de frenar la llegada de los teléfonos móviles a las vidas de los niños y niñas del pueblo, “lo que he aprendido en este tiempo es que todo va muy despacio y hay que tener mucha paciencia” señala esta educadora al valorar lo que se ha conseguido en el municipio, “hemos aprendido a respetar los tiempos de los otros” algo en lo que coincida Telmo Lazkano, profesor e integrante del movimiento, “la pandemia hizo explotar los números y las consecuencias del uso de pantallas”.
La psiquiatra María Velasco señala en este sentido la importancia que tiene que los chicos y las chicas no vivan pegados al móvil porque precisamente esa hiperconexión les llena de relaciones “que son efímeras, que no les llenan y no saben hacia donde encaminar su vida”.
Lazkano es la mente detrás de la propuesta No Phone Challenge, en la que anima a los adolescentes a analizar sus reacciones tras pasar una semana sin usar el móvil y además de esto, es coautor junto a Maite Ormazabal, de uno de los libros que hablan de la relación y los efectos del móvil en la salud de los niños y adolescentes, “Las voces del silencio” de la editorial Alberdania.

TAMBIÉN PUEDES LEER: