Cuando una pareja decide no tener más hijos, o simplemente toman la decisión en común de no tenerlos, existen distintas opciones y métodos anticonceptivos que pueden ayudar en el control de la natalidad.
Algunos de estos métodos, por ejemplo, se caracterizan por ser cien por cien reversibles, como podría ser el caso de la píldora anticonceptiva o el uso del preservativo. Sin embargo, en el caso de la vasectomía, aún cuando podría volver a realizarse una cirugía rápida que ayude a revertirla, no siempre se consiguen resultados satisfactorios.
Es más, existe un riesgo de posibilidades de embarazo después de la vasectomía, cuyo porcentaje variará en función del momento en el que se mantengan esas relaciones sexuales sin protección, y el tiempo que haya podido transcurrir una vez practicada la cirugía.
Esto es debido a que siempre es recomendable dejar un tiempo prudencial desde el momento de la cirugía y el mantenimiento de la próxima relación sexual sin protección. Y a continuación te explicamos por qué.
¿Qué es una vasectomía y cómo se realiza?
Debemos tener en cuenta que los espermatozoides se producen en los dos testículos, que encontramos ubicados en el interior del escroto. Una vez producidos, los espermatozoides se almacenan en un tubo adherido a cada testículo, conocido con el nombre de epidídimo.
Cada vez que el hombre eyacula, los espermatozoides viajan desde el epidídimo a través de los conductos deferentes, para combinarse y mezclarse con el líquido seminal, con la finalidad de formar el semen. Luego, viaja a través de la uretra hasta el momento en el que, finalmente, sale al exterior a través del pene.
La vasectomía consiste básicamente en un procedimiento quirúrgico que se lleva a cabo principalmente como método anticonceptivo. Durante el procedimiento, el médico corta los conductos deferentes con la finalidad de cerrar la vía que transporta los espermatozoides desde los testículos hacia el exterior (existe un conducto deferente en cada uno de los testículos). De esta manera, el médico corta y sella los conductos deferentes.
Antes de que el hombre se realice la vasectomía, el semen contiene tanto líquido seminal como esperma. Sin embargo, una vez llevada a cabo, no es posible encontrar espermatozoides en el semen. Es más, con el paso del tiempo, los testículos producirán menos espermatozoides, y su cuerpo acabará absorbiendo aquellos que se produzcan.
¿Cuáles son las probabilidades de embarazo después de una vasectomía? ¿Por qué ocurre?
Es común que el médico aconseje esperar al menos 3 meses después de la vasectomía para practicar relaciones sexuales sin ningún método anticonceptivo, ya que es el tiempo habitual en el que la vasectomía tiende a actuar o hacer efecto. Por este motivo, se deben mantener relaciones con preservativo o cualquier otro método de anticoncepción.
Una vez haya pasado este tiempo, se lleva a cabo un análisis de semen con la finalidad de analizar la posible existencia de espermatozoides vivos. Justo en ese momento el especialista confirmará si la vasectomía ha sido un éxito, y si verdaderamente existe o no esperma en el semen.

Sin embargo, se ha encontrado que en un pequeño porcentaje de casos el embarazo después de la vasectomía es posible. Generalmente, la concepción suele producirse cuando no se ha esperado lo suficiente antes de mantener relaciones sexuales sin protección (es decir, se practican antes de los 3 meses recomendados de espera).
Igualmente, otra causa común suele ser saltarse la cita del análisis de semen a los 3 meses, por lo que el hombre puede pensar que, una vez transcurrido este tiempo, ya es posible mantener relaciones sin protección, y las mantiene aún sin saber si, verdaderamente, la vasectomía ha hecho su efecto.
No obstante, también existe la posibilidad de que la vasectomía falle meses o años después, incluso aunque las pruebas de semen hayan confirmado la nula existencia de espermatozoides en el semen.
Esto podría ocurrir cuando el especialista corta la estructura incorrecta, corta dos veces por error los mismos conductos deferentes (dejando, por tanto, el otro intacto), o cuando el hombre tiene un conducto deferente adicional, aunque esto último no es tan común.
Además, en algunos casos la vasectomía también tiende a fallar porque se produce una recanalización, que significa básicamente que los conductos deferentes han vuelto a crecer después de la cirugía, empezando a crecer desde los extremos cortados, hasta que finalmente se genera naturalmente una nueva conexión.
En cualquier caso, en la mayoría de las ocasiones las vasectomías son efectivas. Tanto, que se estima que presentan una efectividad del 99,9 por ciento como método para prevenir el embarazo.