No hay que esperar a que el test de embarazo dé positivo. desde que se abandona el método anticonceptivo habría que procurar mantener unas pautas de vida saludables y modificar aquellos hábitos que puedan perjudicar al futuro bebé.
Cuanto más y mejor se cuide la mujer desde el inicio, mayores probabilidades tendrá de que todo salga bien. ¿Y qué puede hacer? Los expertos recomiendan tomar cinco medidas durante el embarazo.
¡Fuera los malos hábitos!
Dejar de fumar es la mejor decisión que se puede tomar cuando se desea tener un hijo. El tabaco dificulta la concepción y afecta negativamente a la salud de la madre (perjudica la oxigenación, dificulta el movimiento...) y del futuro bebé. Entre otras cosas, se ha constatado que aumenta el riesgo de parto prematuro y también las probabilidades de que el niño nazca bajo de peso.
El consumo de bebidas alcohólicas también resulta dañino para el embarazo, pues eleva el riesgo de aborto y de malformaciones fetales. Como no es posible establecer una dosis mínima segura, lo recomendable es no probar ni una gota de alcohol. Por supuesto, las futuras mamás tampoco deben consumir ningún tipo de drogas.
En la consulta del médico...
Aunque lo habitual es pedir cita con el ginecólogo una vez confirmada la gestación, lo ideal sería acudir a su consulta antes de quedar embarazada. En esa visita previa, el médico suele elaborar la historia clínica y familiar, realizar una exploración física y solicitar análisis de sangre y orina.
La finalidad de este chequeo es, básicamente, comprobar el estado de salud de la futura madre, detectar factores de riesgo que pueden complicar el embarazo, comprobar si está inmunizada frente a infecciones como la rubéola y la toxoplasmosis y descartar enfermedades tales como hepatitis o sida.
La consulta preconcepcional está indicada para todas las mujeres que planean ser madres y, muy especialmente, para aquellas que han sufrido problemas en embarazos anteriores.

Ácido fólico, imprescindible
Está demostrado que el consumo de esta vitamina del grupo B (es la B9) reduce el riesgo de que el recién nacido sufra defectos en el tubo neural, como por ejemplo la espina bífida.
Si bien el ácido fólico está presente en algunos alimentos, como las verduras de hoja verde y las legumbres, lo recomendable es que la futura mamá reciba un aporte extra, en forma de comprimidos, desde al menos un mes antes de concebir.
Alimentación sana, variada y equilibrada
Mantener una alimentación variada, saludable y equilibrada, que aporte la cantidad adecuada de proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales es, desde luego, fundamental en cualquier etapa de la vida, pero más todavía cuando se está buscando quedarse embarazada.

Es un buen momento para modificar la dieta y adecuarla a las necesidades de la gestación: hay que procurar no abusar de la sal, reducir el consumo de azúcares y aumentar la ingesta de productos lácteos, así como de frutas y verduras.
También se debe moderar el consumo de cafeína, una sustancia excitante que, si se toma en exceso, puede perjudicar al feto. Hay que tener en cuenta que la la cafeína se encuentra en el café, el té y las bebidas de cola.
Hacer ejercicio físico
Si la actividad física moderada resulta beneficiosa durante toda la vida, también lo es (incluso más) antes y durante la gestación. Estar en buena forma en el momento de la concepción puede prevenir trastornos durante el embarazo.
Caminar y nadar son actividades recomendables. Por el contrario, hay que evitar aquellas en las que exista riesgo de caída o de recibir golpes, como montar a caballo o las artes marciales.