Bajar de peso puede aumentar la fertilidad

Perder peso antes de iniciar un tratamiento de fertilidad puede aumentar las posibilidades de concebir en mujeres con obesidad y ovario poliquístico.
Bajar de peso puede aumentar la fertilidad
Pexels

La relación entre el peso corporal y la fertilidad es un tema de creciente interés, y los estudios señalan que una reducción de peso podría ser determinante en el éxito de los tratamientos de fertilidad. Dos estudios recientes patrocinados por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos refuerzan esta idea, mostrando que mujeres con obesidad y síndrome de ovario poliquístico (SOP) tienen mayores posibilidades de concebir si logran perder peso antes de iniciar un tratamiento de fertilidad.

El síndrome de ovario poliquístico es un trastorno hormonal que afecta a un porcentaje significativo de mujeres en edad fértil, y se asocia con problemas de ovulación, aumento de peso, resistencia a la insulina y otras complicaciones. En este contexto, la obesidad agrava los síntomas del SOP, complicando aún más la capacidad de concebir de forma natural. Los estudios destacan que una pérdida de peso moderada puede contribuir no solo a regular los ciclos menstruales, sino también a mejorar la salud ovárica y la calidad de los óvulos. Además, bajar de peso antes del tratamiento puede reducir los riesgos de complicaciones durante el embarazo.

Para quienes enfrentan problemas de fertilidad asociados al sobrepeso y SOP, adoptar hábitos de vida saludables como una alimentación equilibrada y ejercicio regular puede ser un primer paso en el camino hacia la maternidad. Según los expertos, una pérdida de peso gradual y sostenible puede marcar una diferencia significativa en la respuesta del organismo a los tratamientos de fertilidad, convirtiéndose en una herramienta clave para mejorar las posibilidades de éxito.

Estos hallazgos abren una vía esperanzadora para las mujeres que desean concebir y enfrentan obstáculos relacionados con el peso. Además, subrayan la importancia de un enfoque integral en la salud reproductiva, que incluya tanto el bienestar físico como el emocional, de manera que el proceso hacia la maternidad sea lo más saludable posible desde el inicio.

Recomendamos en