Uñas encarnadas en niños, ¿sabes cómo actuar si sucede?
Aunque a veces asociemos las uñas encarnadas a los adultos, lo cierto es que es un problema que también se encuentra en la infancia. Y es que, tanto para mayores como para pequeños, es algo bastante doloroso porque por los pies pasan gran cantidad de nervios. Te damos algunas pautas para prevenir esta dolencia:
Normalmente asociamos uñas encarnadas a adultos, incluso solemos pensar que es un problema que se va desarrollando según avanza la edad en las personas. Sin embargo, esta idea es falsa, pues, las uñas encarnadas son bastante comunes en la infancia. Al tratarse de unas uñas tan flexibles, en muchas ocasiones las esquinas pueden doblarse de modo que se claven sobre la carne y causen diferentes síntomas como rojeces o hinchazones, además de un fuerte dolor.
En ciertas ocasiones, podemos encontrarnos que la uña tiene más o menos forma de gancho y, al clavarse sobre la piel, causará ciertas irritaciones de las que el niño se quejará. Se trata de algo bastante doloroso, pues por los pies pasan una gran cantidad de nervios. De este modo, es probable que con ciertos roces, o simplemente cuando toquemos, el niño se eche a llorar.
En cualquier caso, cuando observemos que esto está ocurriendo, es necesario que acudamos a la consulta de algún profesional de podología en la menor brevedad posible para que pueda realizar una exploración y diagnósticos personalizados y a medida. Aunque puede ser que más adelante las uñas se vayan modificando y crezcan correctamente, es muy importante asegurar que no se trata de algo que pueda causar problemas mayores tanto a corto como a largo plazo.
Por ejemplo, si observamos que las uñas se están empezando a poner un poco rojas o a hincharse, puede ser un claro síntoma de infección bacteriana que, probablemente, requiera de tratamiento con medicamentos para poder paliarlo. Además, dependiendo del grado de infección, podríamos incluso encontrarnos con que se está generando pus bajo la piel, que las rojeces están yendo más allá del pie, o que el niño está empezando a tener fiebre. En estos casos, debemos acudir urgentemente a los profesionales sanitarios adecuados ya que, si es una anomalía que lleva tiempo desarrollándose o está en un grado superior, podría requerir soluciones más drásticas e inmediatas.
Igualmente, por lo general, si cogemos esta anomalía a tiempo, el podólogo nos dará las pautas adecuadas para frenarlo y para que las uñas comiencen a crecer correctamente, por lo que no tendremos de qué preocuparnos. Nos indicará cómo debemos cortarlas, con qué herramientas, en qué momento e, incluso, qué calzado debemos poner a nuestros hijos para su correcto desarrollo y evitar problemas de este tipo.
¿Cómo cortar las uñas?
En este sentido, algunas pautas básicas a nivel de prevención, son las siguientes:
- A la hora de cortar las uñas, como norma general, debemos hacerlo siempre con un corte recto, evitando la forma redondeada. Igualmente, a veces hay excepciones, pues deberemos adaptar el corte a la forma de la uña. En este sentido, los profesionales nos aconsejarán cómo hacerlo correctamente.
- Cortar las uñas cuando se encuentran más blandas, en el momento inmediatamente posterior al baño.
- Evitar los cortes rasos a la piel. Es decir, intentar no acercarnos en exceso a la piel. Es preferible que la uña quede un poco más larga.
Para evitar cualquier tipo de problema, debemos acudir a los podólogos que nos darán las pautas necesarias para unos correctos cuidados en base a las necesidades concretas de nuestros hijos. Debemos considerar que es muy importante que nosotros mismos llevemos a cabo un ejercicio constante de prevención y mantenimiento. De este modo, debemos observar detenidamente los pies de nuestros hijos con gran frecuencia. Pues, además de uñas encarnadas, pueden padecer una gran cantidad de anomalías en sus pies en desarrollo que es importante prevenir o, en el caso de que ya la padezcan, diagnosticarla y tratarla cuanto antes.
En última estancia, debemos considerar también que es de gran importancia inculcarles a nuestros hijos la importancia del cuidado de sus pies como eje principal del equilibrio de nuestro cuerpo. Así, deben saber desde bien pequeños qué tipo de calzado es el más adecuado para ellos, que deben llevar a cabo cuidados de higiene diarios y que, al menos una vez al año, es imprescindible visitar al profesional de la Podología.
Artículo elaborado por Juan Carlos Montero, vocal de Publicidad, Comunicación y Redes de COPOMA