La imaginación alude a la facilidad de formar nuevas ideas. En el caso de los niños, fomenta la inteligencia a través del pensamiento ayuda a desarrollar la competencia de aprender a aprender, promueve su curiosidad, les invita a asumir nuevos retos y ayuda a la memoria. Son motivos suficientes para querer estimular la imaginación de los niños, ¿no crees?
Un niño con inventiva se sentirá más ilusionado y motivado, lo que permitirá afrontar las tareas diarias que le sean encomendadas con esfuerzo. Además, le impulsará a hacer cosas diferentes con las que también aprenderá.
Hábitos y juegos para estimular la imaginación de los niños
Hay muchas opciones, pero aquí te presentamos algunas que se han demostrado efectivas.
La lectura, en general, ayuda a fomentar la imaginación de los niños. Si ponemos específicamente lectura en voz alta es para recordar a los padres la utilidad de leer cuentos cuando ellos aún no tienen adquirida esa capacidad.
Es una manera de introducir la lectura como hábito, les ayudará a familiarizarse con los libros y a incorporarlos en su día a día cuando vayan creciendo. Además de para su imaginación, les servirá para el desarrollo de la empatía, el aprendizaje en valores o el desarrollo de la atención.
El juego es la principal herramienta que un niño tiene para desarrollarse pero, a la hora de potenciar su imaginación, es bueno variar los juegos de mecánicas muy marcadas con aquellos más simples. Un juego de construcción, un puzle o una simple caja de cartón pueden proporcionar horas de entretenimiento.
También son muy útiles las pinturas, como ceras, rotuladores, témperas o acrílicos, dependiendo de la edad.
La necesidad agudiza el ingenio, recurriendo a la conocida frase del refranero español. Los niños deben tener libertad suficiente, dentro del sentido común, para realizar las actividades que ellos consideren oportunas y poner a trabajar su
Una cosa es que padres y madres den algunas ideas, y otra que los niños entiendan que es su deber proporcionárselas. Se harán dependientes de lo que el padre o la madre propongan y no se esforzarán en crear.
No se trata de ponernos en contra de la tecnología, que además de tener beneficios evidentes, es intrínseca a la sociedad digital en la que nos encontramos. Pero es necesario limitar su uso porque la televisión, el móvil o la tablet ofrecen productos ya construidos, un patrón al que solo cabe adherirse en la mayoría de los casos.
Ofrecen música, juegos o contacto online, sí, pero hay que variar.
Llega el Día de la Constitución y quieres enseñar a tus hijos qué es, para qué sirve y qué supone para el país. Se lo puedes explicar a su modo, pero será más práctico plantearles una situación hipotética como qué harían si fuesen presidentes.
Es solo ejemplo, hay muchísimos roles y situaciones que se pueden plantear, pero esto les ayuda a pensar y expresarse para hacerse entender. Mejorar, pues, la habilidad comunicativa.