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Acné juvenil, ¿cómo saber si es grave?

El acné es muy común en la adolescencia, especialmente cuando nuestro hijo/a llega a cierta edad. Pero, ¿cuándo podemos saber si es o no grave?

Marta tiene 13 años. Ya le está empezado a “cambiar el cuerpo”. Sus caderas se han ensanchado, ha aparecido vello en axilas y pubis y han empezado a salirle granitos por la cara. Teme que en el instituto se rían de ella por culpa del acné y pregunta a su madre como puede disimular los granos. “No te preocupes, ya mejorará, es lo normal con tu edad” le responde. Sí, es verdad, es lo normal. Pero hay muchas formas de mejorar o tratar el acné. La mayoría de las veces que se habla de esta enfermedad se descuida el aspecto psicológico. Y es muy importante. Los adolescentes con acné severo pueden desarrollar aislamiento social, sufrir bullying o ser más propensos a las depresiones. ¿Cómo puedes saber si tu hijo/a sufre un acné severo?

Foto: Istock

Acné juvenilFoto: Istock

El acné es una enfermedad de la piel consistente en la aparición de lesiones comúnmente conocidas como granos o espinillas. Las zonas del cuerpo que más se ven afectadas son la cara, espalda y pecho. Habitualmente, el acné afecta a adolescentes y adultos jóvenes y suele mejorar con el tiempo, pero también podemos tener casos de acné en adultos.

¿Cuál es la causa?

Los cambios hormonales que tienen lugar durante la pubertad son los culpables, por eso la gran mayoría de los adolescentes tienen acné, en mayor o menor medida.

¿Qué sucede en la piel?

A nivel cutáneo, las glándulas sebáceas que producen la grasa, empiezan a producir más sebo de la cuenta. La grasa es necesaria porque protege nuestra piel, pero al comenzar con los cambios hormonales propios de la pubertad, estas glándulas empiezan a eliminar más sebo de lo habitual.

La grasa sale por unos conductos estrechos que se obstruyen y se infectan por bacterias. Así que, lo que realmente hay debajo de una espinilla o punto negro es el conducto de una glándula sebácea obstruido. Si se obstruye y se cierra, pero sobresale en la piel, es un punto blanco (espinilla). Si se obstruye, pero está abierto, la parte de arriba se oscurece y es un punto negro.

Gravedad del acné

Atendiendo a la cantidad y tipo de lesiones que tengamos en la piel podemos hablar de diferente grado de afectación:

Si un adolescente tiene pocas lesiones y además estas son sobre todo pequeñas espinillas y puntos negros, nos encontraremos ante un caso de acné leve. Si hay muchas espinillas y también granos rojos muy inflamados y llenos de pus, pero sin salida a la superficie de la piel, se considera moderado, y nos encontraríamos antes un caso de acné grave si tenemos un adolescente con muchas espinillas, granos rojos e inflamación en forma de nódulos y quistes, así como cicatrices de lesiones previas.

¿Es cierto que el acné empeora al comer chocolate?

En el tema del acné existen algunos bulos y desde luego, no todos son ciertos. Veamos: No se ha podido demostrar la relación del acné con ningún alimento en particular, como el chocolate. El acné sí que puede empeorar con la regla, debido a los cambios hormonales.

El estrés también puede empeorar esta enfermedad y también la toma de algunos medicamentos, como los corticoides.

¿Cómo se trata?

Foto: Istock

Tratamiento del acné juvenilFoto: Istock

Las recomendaciones más básicas son evitar tocar los granos, apretarlos o reventarlos, ya que se inflama la piel de alrededor y pueden producirse lesiones que dejen cicatrices. Además, es conveniente tener una higiene adecuada, lavar la cara con productos específicos, no comedogénicos o oil free y tratar con cremas, geles o lociones en función del caso.

En mi opinión, por leve que sea el caso que nos ocupa, lo mejor que podemos hacer es acudir a un especialista en Dermatología. Muchas veces tendemos infradiagnosticar el acné, ya que es “lo normal para la edad que tienes”, y en consulta se escuchan frases “yo también tuve granos” ó “ya me gustaría a mí tener tu edad”

¿Cuáles son los productos más usados?

Los tratamientos más utilizados son los tópicos, es decir: cremas, geles y lociones aplicadas en la piel. El contenido de las cremas, geles y lociones suele ser: peróxido de benzoilo, ácido salicílico o ácido láctico.  Además, como sabemos las bacterias tienen un papel importante en el origen del acné por lo que los antibióticos tópicos también nos van a ayudar. Estos ultimos y las cremas con derivados de la vitamina A (cremas con retinoides) aumentan la sensibilidad al sol por lo que debemos evitar la exposición solar cuando las estemos usando.

Si nos encontramos ante un caso de acné grave lo más probable es que el dermatólogo, tras la valoración y análisis pertinente, prescriba tratamiento oral con isotretinoina. Este tratamiento es tremendamente efectivo y va a mejorar el acné de forma espectacular, pero tiene efectos secundarios importantes. Va a producir una sequedad intensa del piel y mucosas y, en el caso de las mujeres, debemos advertir del daño que puede sufrir el feto en caso de embarazo.

Aspectos psicológicos de la enfermedad

No debemos olvidar que el acné aparece en la adolescencia, justo cuando se está en la etapa más vulnerable. Durante este tiempo uno aprende quién es y forja los vínculos con sus semejantes y el acné puede interferir en este proceso, ya que nos hará sentir incómodos con nuestro cuerpo. Muchos estudios han demostrado que los pacientes con acné muestran síntomas de ansiedad y depresión, y también sentimientos de baja autoestima. Así que no son solamente “los granos típicos de la edad”.

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