Niñeros virtuales: la solución para los padres que teletrabajan

Ya nos hemos acostumbrado a oír y leer que este año el teletrabajo ha sido imprescindible en muchos oficios. Y al igual que el trabajo a distancia, los estudiantes también han tenido que vivir su propia versión con la educación no presencial. En tiempos de pandemia, las horas en casa se han multiplicado.

Y con ello, una situación que también se ha vuelto habitual es que los padres -en especial de niños pequeños- tengan que hacer malabares para trabajar, mientras cuidan de sus hijos y en algunas ocasiones también hacen de maestros.

No obstante, el 2020 ha sido un año de creatividad, sin duda, e ideas que nunca se nos hubiesen ocurrido han aparecido, tal vez para quedarse. Esta vez hablamos de una profesión que ha tenido que renovarse de algún modo. Los niñeros han dado un paso a su versión virtual. Son los llamados “cuidadores virtuales”.

Pero... ¿Cómo es posible el cuidado infantil a distancia y a través de una pantalla? Aunque pueda parecernos inimaginable, lo cierto es que es una realidad que está ganando éxito. Tanto que, hasta la mayor plataforma online de cuidado infantil en Reino Unido, Childcare.co.uk, ya ofrece este tipo de servicio.

Así afirma Richard Conway, el fundador de la empresa a medios como la BBC: "Los niños más pequeños necesitan un poco de entretenimiento, y si los padres están trabajando, no siempre pueden darles el tiempo que necesitan".

El servicio en cuestión está pensado para que los padres puedan trabajar desde casa mientras otra persona mantiene a los niños ocupados. En concreto, esta compañía en cuestión ofrece el cuidado de niños de al menos dos años de edad. Tal y como comenta Conway, en su plataforma hay más de 4.000 niñeros disponibles y más de 50.000 padres consultaron el servicio.

No obstante, mientras para unos puede ser una buena herramienta para mantener entretenidos a sus hijos por un determinado tiempo, a otros no les gusta tanto la idea de que alguien cuide a sus niños a través de una pantalla. De hecho, algunos llegan a considerar que la crianza a través de pantallas no puede sustituir a la interacción humana en persona.