Consejos útiles para trabajar desde casa con un bebé o un niño pequeño
Si trabajar en casa no es fácil, hacerlo con un bebé o un niño pequeño puede acabar siendo todavía más complicado, especialmente a la hora de organizarse e intentar, al menos, aprovechar el tiempo todo lo posible. Te ofrecemos algunos consejos útiles que podrían serte de ayuda.
Ahora que el teletrabajo parece haber llegado para quedarse, especialmente durante el confinamiento domiciliario que vivió España desde mediados del mes de marzo del pasado año 2020, muchas mamás y papás se vieron en la tesitura de cómo combinar trabajo con familia, sobre todo en aquellos momentos en los que los niños tampoco tenían clases y debían permanecer en casa.
Aunque el trabajo presencial ha empezado a remontar en los últimos meses, las diferentes autoridades sanitarias continúan recomendando el teletrabajo en aquellas actividades donde sea posible, y donde la visita al centro de trabajo no sea del todo imprescindible.
Esto supone que muchas familias continúan teletrabajando desde casa. Y aunque los niños ya han empezado las clases en la escuela, particularmente después de las vacaciones navideñas, en el caso de los bebés o niños muy pequeños la situación todavía sigue siendo un poco complicada.
¿Cómo compaginar la actividad laboral con la familia? ¿De qué forma aprovechar al máximo el tiempo disponible cuando, por ejemplo, tenemos un bebé o un niño pequeño en casa y nadie más puede ayudarnos?
¿Cuáles son los mayores desafíos a los que se enfrentan los padres que trabajan en casa mientras cuidan a sus hijos?
Es evidente que todo depende tanto de las edades como del propio temperamento del niño. Aunque en el caso de aquellos padres con bebés o niños realmente pequeños, el trabajo y el cuidado del niño pueden suponer un desafío especial puesto que dependen de los adultos a la hora de satisfacer muchas de sus necesidades.
Esto significa que el trabajo no se hará tan rápido como nos gustaría, en especial como solíamos hacerlo antes, y que incluso puede no ser todo lo perfecto que quisiéramos. De ahí que sea esencial mantener la calma, y sobre todo ser muy pacientes.
En estas situaciones, reorganizar los horarios puede acabar convirtiéndose en una de las mejores opciones, lo que implica, por ejemplo, llevar a cabo sesiones de trabajo intensivas durante las siestas, los momentos en los que el bebé o el niño esté tranquilo, o después de que se haya dormido (por la noche).
En estos casos, administrar y organizar nuestro horario de trabajo con el horario de trabajo de la pareja puede ser de bastante ayuda.
Creando un horario

Teletrabajando con niños pequeños desde casa
En estos casos, al igual que incluso cuando el niño es ya un poco más grande, es fundamental organizar nuestro día a día con especial cuidado, estableciendo para ello una especie de “horario de oficina”.
Para organizarnos, es conveniente hacernos algunas preguntas útiles, como: ¿cuántas horas esperamos trabajar a lo largo del día? ¿Qué podemos hacer mientras, por ejemplo, el bebé o niño pequeño está durmiendo la siesta?
Es evidente que conseguiremos hacer muchas más cosas cuando trabajamos ás inteligentemente, en lugar de más duro. Y esto significa también ser flexibles, sobre todo cuando no conseguimos cumplir el horario que nos hemos marcado / establecido para ese día.
Ser flexibles
No hay duda que el teletrabajo nos ofrece la posibilidad de ser flexibles, particularmente cuando somos nuestro propio jefe. Pero, aunque tengamos trabajo pendiente por realizar, y nos hayamos marcado un horario a cumplir, debemos tener presente algo fundamental: con niños en casa todo es imprevisible.
Por tanto, si observamos que nuestro hijo o hija está molesto durante el horario de oficina, y fuera de casa hace un día fabuloso, puede ser una excelente idea cambiar de aires, dejar a un lado las tareas, y jugar en la terraza o en el jardín.
Es perfectamente posible ponernos al día con el trabajo un poco más tarde, cuando el pequeño se haya calmado y, por tanto, se encuentre mucho más relajado.
Aprovechando las horas de siesta
Si tienes un bebé o un niño pequeño, lo más normal es que tienda a dormir durante algunas horas a lo largo del día. Si es así, es conveniente aprovechar al máximo la hora de la siesta para mantenernos productivos mientras trabajamos desde casa.
Independientemente de que el pequeño duerma una, dos o tres horas, es imprescindible intentar utilizar al máximo este tiempo para terminar las tareas que requieran un enfoque y concentración completos.
No obstante, si por alguna razón el pequeño no se duerme o no se encuentra lo suficientemente cansado, debemos mantener la calma y tomarnos un tiempo de tranquilidad, sobre todo cuando sabemos que el pequeño va a ponerse más inquieto.
Busca ayuda adicional
Es posible que pienses que trabajar desde casa significa omitir la ayuda de otras personas, pero es evidente que existirán días en los que sí lo necesitaremos. Y eso está bien. Es posible contar con la ayuda de nuestra pareja o de algún familiar, como algún abuelo o tío.
O, en caso de ser posible, apuntar al niño en la guardería o en la escuela infantil.