Mi hijo tiene miedo a hacer caca ¿por qué le pasa?
En determinados momentos es posible que, de repente, el niño sienta miedo de ir al baño. ¿Por qué ocurre y qué podemos hacer para ayudarlo?
El entrenamiento general para ir al baño, por lo general, suele comenzar alrededor de los 18 meses de edad. Aunque como ocurre con otros hitos del desarrollo, esto realmente varía de un niño a otro, por lo que no siempre ocurre a la misma edad.
Pero, en ocasiones, es posible que, de repente, de un momento a otro, el niño tenga miedo a hacer caca. Es más, ir al baño puede acabar convirtiéndose en un momento aterrador para los niños pequeños, sobre todo en aquellos momentos en los que tienen que defecar.
Hasta ese momento, utilizaban pañales que contenían sus heces, y estaban acostumbrados a estar en contacto directo con ellos. Pero, ahora, es posible que cuando las heces acaban en el agua pueden llegar a creer que están perdiendo parte de su cuerpo. ¿Por qué ocurre y qué pueden hacer los padres?
¿Por qué el niño puede tener miedo a hacer caca? Principales causas
Aunque orinar en el baño no supone en la mayoría de las ocasiones ningún tipo de problema o inconveniente para los más pequeños de la casa (es más, pueden llegar a tomarlo como un juego, de forma que tienden a quitarse el pañal cada dos por tres con tal de volver a sentarse en la taza del inodoro), es posible que, de repente, acabe desarrollando una aversión a volver a hacer caca ahí.
De un momento a otro, se vuelve reacio a sentarse en el inodoro y puede, incluso, no haber hecho caca durante dos o tres días, lo que podría ser una señal de que el niño/a está reteniendo las evacuaciones intestinales.
Dolor o estreñimiento
Lo cierto es que, como opinan muchos pediatras, es bastante habitual que los niños en edad preescolar tiendan a retener las evacuaciones intestinales. Es más, a menudo el problema puede llegar a convertirse en un círculo vicioso: es posible que el pequeño se estriñera en un determinado momento, lo que le originó una evacuación intestinal incómoda y / o dolorosa.
Y, dado que ahora no desea repetir esa experiencia (porque cree que volverá a ocurrir lo mismo), lucha contra la necesidad de evacuar, lo que terminará por empeorar su estreñimiento.
De hecho, el miedo a defecar en los niños más pequeños suele estar especialmente relacionado con evitar el dolor causado por el estreñimiento.

El miedo del niño a hacer caca
Miedo real al baño (o al inodoro)
No obstante, también puede surgir como consecuencia de un miedo real a caerse en el agujero del inodoro o simplemente por el sonido del wáter cuando tiramos de la cadena.
Cuando el niño pequeño tiene ansiedad por ir al baño porque no está listo
En ocasiones, es posible que el niño simplemente sienta ansiedad por ir al baño cuando lo hacemos antes de tiempo. Como indican los especialistas, la edad de preparación ideal oscila entre los 18 meses y los 4 años.
Esto es debido a que es posible que la retención o el propio miedo en sí a menudo ocurre después de un intento de aprender a utilizar el baño antes de que el pequeño esté realmente listo.
¿Puede deberse a un problema médico?
La realidad es que rara vez suele ser debido a un problema médico. En caso de que el estreñimiento sea persistente, lo más recomendable es consultar al pediatra, en lugar de recurrir a laxantes o aceites minerales, que en los más pequeños pueden no ser muy adecuados.
También es recomendable consultar al médico si los problemas asociados con las deposiciones tienden a persistir más allá de los tres meses, si se observa sangre en las heces o si el niño/a tiene cuatro años y aún no sabe utilizar el baño.
¿Qué pueden hacer los padres? Consejos útiles
Es evidente que todo dependerá de cuál sea la causa. Aunque, en ocasiones, es difícil descubrir qué es lo que ha podido originar el miedo o la aversión al momento de ir al baño a defecar.
No forzarlo
Cada niño/a es distinto. Así, mientras que algunos estarán listos para utilizar el baño a partir de los 2 años de edad, otros no lo harán hasta los 4 o 5 años. Por lo tanto, como ocurre con cualquier otro hito, es fundamental respetar su ritmo. Y, sobre todo, evitar las prisas.
Si nuestro hijo/a aún no se siente del todo listo como para poder empezar a usar el orinal o el inodoro, lo ideal es continuar utilizando pañales por un tiempo.
Tener paciencia
Es posible que el niño progrese durante algunas semanas, para luego acabar retrocediendo repentinamente unos días más tarde.
Debemos tener en cuenta que todo el aprendizaje tiende a ocurrir en espiral, en lugar de en línea recta, por lo que no debemos desanimarnos cuando, de repente, el pequeño tiene miedo de ir al baño. Si lo consiguió durante algunos días es evidente que volverá a hacerlo.
Cuida su alimentación
Una dieta baja en fibra, o que contenga mucha leche de vaca o de fórmula puede contribuir a la aparición del estreñimiento.
Es conveniente animar el pequeño a comer muchas frutas, verduras, hortalizas y cereales integrales. Por ejemplo, una opción excelente es añadir un poco de avena o salvado al cereal del desayuno.
Por otro lado, también es recomendable asegurarse de que también beba la suficiente cantidad de líquidos, dado que la fibra, con un líquido inadecuado, podría acabar empeorando el problema.