Con el verano, los deportes acuáticos toman la delantera a las disciplinas clásicas, esas que copan las actividades extraescolares de los niños y niñas durante el curso escolar. Una de las más divertidas para probar dentro del agua y menos arriesgada también es el stand up paddle, también conocido como paddle surf o simplemente SUP.
Este deporte, aunque pueda parecer que solo es necesario equilibrio, requiere de distintas habilidades físicas, por lo que además de ser divertido para los peques es también una forma de potenciar su desarrollo muscular y su resistencia física durante el verano, una época en la que suelen llevar vidas más sedentarias que durante el resto del año.
El momento adecuado para iniciarse
Para poder iniciarse en este deporte que consiste en desplazarse por el agua en una tabla de grandes dimensiones con la ayuda de un remo, es absolutamente imprescindible que el niño o niña sepa nadar. Además, hasta los cinco años, coinciden los expertos en este deporte en recomendar que lo practiquen en compañía de un adulto, los dos en la misma tabla.
Por supuesto, es también innegociable que lleve su chaleco de flotabilidad en cuanto ponga un pie en el agua o directamente sobre la tabla. Pero este no es el único elemento de seguridad: hay que asegurarse de que el menor tiene atado el leash, el mecanismo que conecta a la persona que practica paddle surf con la tabla.
Para remar en tándem, el leash se le puede atar a la mano -si no va a remar- o directamente en la parte del cuerpo donde lo llevará cuando ya reme solo, tobillo o rodilla dependiendo del tipo de leash. En cualquier caso, estamos hablando de un elemento de seguridad que salva vidas porque en caso de caída permite estar siempre cerca de la tabla, que a su vez es una garantía para flotar.
Por otro lado, antes incluso de empezar con la jornada de paddle surf, no puede faltar la ropa adecuada y la crema solar protectora. Esta debe ser de la máxima protección, FPS 50+, y la vestimenta es interesante que sea le tape al pequeño también la parte superior para protegerle más si cabe del sol, incluso cuando haga calor. Del mismo modo, una gorra o gorro también es altamente recomendable por el mismo motivo. La lycra es un tejido más ligero, mejor para el verano, y la alternativa es el neopreno.
Cómo empezar a hacer paddle surf
Si el niño o niña tiene menos de 5 años, como decíamos anteriormente, debe subir en la misma tabla que un adulto. Una vez atado el leash al pequeño, lo ideal es colocar al peque de pie pegado a las piernas del adulto, justo por delante. Si son muy pequeños o mantenéis una comunicación fluida con ellos durante la experiencia puede que se cansen y quieran sentarse: el riesgo en este caso es que toqueteen el agua con pies y manos llegando a complicar el desplazamiento de la tabla o que se lleven un golpe involuntario con el remo.
En este caso, debes tener en cuenta el peso que añadirá el crío a la tabla, por lo que es importante asegurarte antes de afrontar el reto de que eres capaz de mover con soltura la tabla. Para daros mayor seguridad, puedes empezar a remar de rodillas hasta encontrar el punto de equilibrio ideal.
En caso de que el niño o niña tenga ya más de 5 años y vaya a practicar paddle surf en solitario, es necesario que esté siempre supervisado siempre de cerca por un adulto que disponga de otra tabla. Esta es la garantía de poder seguirle el ritmo y también de poder socorrerle si lo necesita.
Pero de forma previa hay tareas a nivel técnico que el menor debe conocer. Por ejemplo, remar de rodillas si se encuentra en dificultad o necesita equilibrarse; aprender a volver a subirse a la tabla en caso de caída; o no tener dudas de cómo se da media vuelta y se cambia de dirección con el remo. Por supuesto, es necesario hacerle entender que el entorno acuático tiene sus características propias, riesgos incluidos.
Dónde practicarlo y con qué material
Dos aspectos más a tener en cuenta cuando un niño o niña quiere hacer stand up paddle: el lugar elegido para ello y el material. En lo que respecta al primero, los expertos sugieren evitar los ríos y las zonas de costa con mucho viento, donde las olas y las corrientes dificulten el control de la situación. Aguas tranquilas como los lagos, los estanques, o determinados rincones marítimos son ideales para iniciarse en el paddle surf.
Y en lo que respecta al material, lo importante es que este se ajuste a las necesidades del menor. Tanto el remo como la tabla. Entre estas últimas, debes saber que hay tablas hinchables, conocidas también como softboards, que son recomendables para principiantes. Tienen tres ventajas: se transportan mejor a largas distancias, son más ligeras y limitan las consecuencias de los golpes por tener su superficie blanda.
Una vez esté crezca y tome experiencia con esta disciplina deportiva acuática, se podrá pasar a una tabla rígida que sea capaz de manejar. Para ello, elegir un modelo que se ajuste a su morfología es imprescindible.
El remo, por su parte, debe ser ligero y estar adaptado a la estatura del menor. Aunque lo ideal en este sentido en ponerse en manos de personal especializado, una referencia fiable es que la parte superior del remo le llegue a los ojos. También es recomendable que la pértiga sea delgada y flexible, no excesivamente rígida.