Cómo construir un ambiente familiar seguro para niños con altas capacidades

Los psicólogos especialistas en altas capacidades Olga Carmona y Alejandro Busto explican cómo construir un entorno amable para los niños que las tengan.
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Como padre de una niña con altas capacidades, he leído y escuchado mucho sobre ello. Y por eso empiezo esta empieza en primera persona: porque considero esencial, en base a lo que vivimos en casa, ser capaces de crear un entorno amable para nuestra hija.

¿Y esto qué implica?, te preguntarás. Nadie tiene un manual sobre ello, pero hay unas cuestiones esenciales que describen de maravilla los psicólogos Olga Carmona y Alejandro Busto en nuestra Biblia particular sobre altas capacidades, su libro Hijos con altas capacidades. El reto de educarlos.

“Si la tarea más compleja del mundo es educar, no es difícil imaginar como esa complejidad aumenta exponencialmente cuando hay un desafío añadido”, reconocen los dos expertos, que insisten en que no es malo no tener un manual de instrucciones que garantice nuestra competencia como padres o madres de niños de altas capacidades. “Y si alguien cree tenerlo, lo lamentamos por sus hijos”, aseguran.

En opinión de Carmona y Busto, “educar exige una revisión continua, exige autocrítica, exige traer a la conciencia la forma en la que fuimos educados y desechar lo que ahora ya no nos sirve, exige crecer y expandirse, tener la valentía de transgredir límites, sobre todo los nuestros”.

La clave es “estar a la altura”

Olga Carmona y Alejandro Busto hablan de “estar a la altura” cuando reflexionan sobre el papel de los padres en el día a día de los niños y niñas con altas capacidades. Este papel, al fin y al cabo, es el factor principal a la hora de definir cómo es el ambiente o entorno en el que ese niño o niña crece.

Pero los dos psicólogos aclaran en su libro qué significa “estar a la altura” y, sobre todo, qué no lo significa. “Estar a la altura no es no dudar de nuestra capacidad como educadores, no es tratar de encajarles con calzador en la normalidad, no es no dolernos cuando los vemos sufrir, no es tener todas las respuestas”, dicen.

Estar a la altura, y generar así un entorno amable para nuestro hijo o hija con altas capacidades, continúan Olga Carmona y Alejandro Busto, “es convertir el hogar en un refugio donde encuentren el calor y la empatía que necesitan para poder seguir desarrollándose, donde sientas que son incondicionalmente aceptados en su diferencia y condición”.

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Ejemplos concretos

Alejandro Busto y Olga Carmona creen que un entorno amable se genera desde los pequeños gestos, como “no criticar constantemente su infinito despiste, sus dificultades para lidiar con lo cotidiano o su agotadora intensidad emocional”.

Creen también que es importante “poner luz en lo positivo, en los intentos, en toda la riqueza que les conforma en vez de estar siempre con la lupa en lo que hacen peor, en la torpeza y la crítica”, apuntan Carmona y Busto. “Es devolverles una mirada de confianza, de comprensión y de empatía que les recuerde y reafirme en que son amados y como son”, añaden en un pasaje de su libro.

Los dos especialistas en altas capacidades insisten también, y esto es para la paternidad o maternidad en general, ser autocríticos y estar dispuestos a la reflexión constante, a la autorrevisión. “No se trata de cometer errores, porque eso es tan imposible como innecesario, sino de ser capaces de poner en nuestras emociones para transmitir confianza y coherencia”, exponen.

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En definitiva, en opinión de Olga Carmona y Alejandro Busto, es el papel de los progenitores lo más importante para generar un entorno familiar amable para los menores con altas capacidades. “Necesitan un referente que tenga toda la claridad posible porque eso se traducirá en un soporte sólido sobre el que sujetarse, hasta que puedan construir el suyo propio”, argumentan.

Y creen ambos que es a partir de esta convicción cuando el entorno de “pasa a clasificarse entre los que son parte de la solución o parte del problema”, concluyen Olga Carmona y Alejandro Busto. 

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