Alguno o varios de estos planes, dependiendo de lo rápidos que seamos o de las necesidades que tengamos, el caso es pasarlo bien, entretenidos y juntos, compartiendo ideas y tiempo, creando recuerdos en definitiva.
Un día de lluvia de esos en los que la única opción es quedarnos en casa puede ser la excusa perfecta para poner en marcha cualquiera de estas ideas en las que todos los miembros de la familia pueden involucrarse y disfrutar.

Los libros del otoño
Vamos a elaborar una lista de los libros que queremos leernos este otoño, puede ser de los que tenemos en casa o de los que más nos apatecería leer, puede ser ese libro que nos prestaron hace tiempo o alguno de los que podemos ir a buscar a la biblioteca cuando el tiempo mejore.
El caso es que podemos organizar una agenda lectora, una especie de metas de lectura para cada miembro de la familia.
Una playlist familiar
Vamos a crear nuestra “Playlist de otoño”. Según el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, la música favorece la capacidad de atención y concentración, promueve nuevas vías de expresión, es una fuente inagotable de estimulación creativa, facilita los vínculos personales y el desarrollo de habilidades sociales. Así que teniendo todo esto en cuenta ¿por qué no crear una lista de música que nos guste a toda la familia? Podemos pasar la tarde escuchando las distintas propuestas y haciendo la mezcla que más nos guste a todos.
Si no se puede salir al SPA...
El otoño es el momento perfecto de montar un SPA en casa por turnos. Un poco de imaginación y tranquilidad, unas velas de olor suave, unas toallas para el pelo y otras para el cuerpo, una mascarilla para la cara con aceite de coco y para el pelo también, una crema hidratante para después de la ducha.
Lo que se nos ocurra seguro que es una buena idea para un SPA casero, además hay cientos de recetas para mascarillas caseras en la red con ingredientes que seguro tenemos en casa y podemos preparar para una tarde especial de relax y cuidados.
El "cajón del caos"
Los más valientes se atreverán a organizar el típico “cajón del caos” que hay en todas las casas, a veces más de uno y en el que se van acumulando utensilios que casi todos ya hemos olvidado para qué servían.
Entre todos se puede convertir en una tarea mucho más entretenida y menos farragosa que si tiene que hacerlo uno solo. De hecho puede que entre todos haya tiempo de sobra no sólo para ordenar un cajón sino todo un armario, el primer paso es el más complicado después todo viene rodado.
El otoño huele a galletas
Es el momento de animarse a preparar galletas. Hay que buscar primero la receta, comprobar que tenemos todos los ingredientes, quizás haya que salir a buscar alguno y ya con todo listo a ponerse con la masa.
Una forma de pasar la tarde de lluvia casi sin darnos cuenta y tener listas deliciosas galletas para los desayunos, para llevar al recreo del colegio los más pequeños o para acompañar al té o al café de media tarde de los mayores.
Siempre es tiempo de peli
Montamos una tarde de cine en casa con todo lo que eso implica. Es decir, elegimos primero la película o las películas dependiendo del tiempo que tengamos y de lo largas que sean.
Organizamos la distribución del salón o la sala donde vayamos a verlas para que todo el mundo esté lo más cómodo posible y por supuesto, preparamos palomitas y bebida para quien lo desee.
Un cambio de look
¿Por qué no cambiar algunas de las fotos que tenemos enmarcadas y colgadas en las paredes? Así aprovechamos también para limpiar la pared y los cuadros y renovamos las fotos que decoran las habitaciones de nuestra casa con otras nuevas, nuevas caras, nuevos recuerdos, nuevas sonrisas y una tarde muy entretenida en familia.

¡A por los armario!
Si se ha puesto a llover el fin de semana y no tiene pinta de que vaya a parar quizás sea el momento de organizar el armario de los niños siguiendo la norma de las 4Rs: Reciclar, Reparar, Reutilizar y Regalar.
En tres bolsas o cajas distintas vamos guardando aquello que hay que llevar a reparar o arreglar, lo que vayamos a regalar o donar, lo que se pueda reciclar para usarlo de otro modo y en el armario volvemos a colocar aquello que se puede reutilizar para este curso. Una forma de entretener a los más pequeños y al mismo tiempo enseñarles a ser responsables y conscientes de su propio consumo.
Hasta podemos hacerlo mientras escuchamos la lista de música que hemos preparado antes, por ejemplo, para que sea un poco más divertido.